Explore often(explorando a menudo) ★☆★٭*

Capítulo 2:Cosas nuevas

—Vamos, Liam, gira a la derecha —le dije por el comunicador.

—¿Hay un Glandorf ahí? ¿Estás loca? —respondió con tono sarcástico.

—Hagámosle caso, vamos —me apoyó su hermana.

—Seguid recto y metéos en el conducto —les indiqué.

Mientras seguían mis instrucciones, pude escuchar la conversación entre Tammy y Liam:

—¿Por qué no se lo dices ya, Liam?

—No estoy listo todavía… No sé cómo decírselo.

Suspiré y los interrumpí desde el comunicador:

—Chicos, os estoy oyendo. Si pasa algo, me lo podéis contar…

—Tranquila —saltó Liam enseguida—. No es nada.

—Girad a la derecha y salid del conducto... lo más sigilosamente que podáis.

—Noto una masa de calor en el sensor. No creo que podamos pasar —informó Tammy.

—Confiad en mi instinto.

Tammy y Liam me hicieron caso y salieron del conducto. Fue entonces cuando la vi.

Una chica rubia. Su rostro me pareció familiar. Muy familiar.

—¿Mika...? —murmuré sin darme cuenta.

—¡NO! —gritó Zion desde el ordenador. En la pantalla, vi cómo un Glandorf se abalanzaba sobre ellos. No podían escapar.

—¡Tranquilos, os teletransportaré! —exclamé, presionando con urgencia la tecla de evacuación.

---

—Joder, Hope, casi no lo contamos. ¿Por qué te has distraído? —espetó Liam.

—Nada en especial… creí haber visto una cara conocida.

—¿Una cara conocida? ¡Son todos unos monstruos! ¿Qué cara conocida vas a ver tú?

—¿Y vosotros qué? Hablando de que te da miedo contarme algo...

Vi cómo Liam se sonrojaba y bajaba la mirada.

—Joder, ¿qué me ocultáis? Estoy harta de secretos. —Mi paciencia estaba al límite. No comprendía su comportamiento. Después de tantos años juntos… ¿por qué seguían ocultándome cosas?

—¡Ay, maldita sea! ¡Estoy cansada! —solté, ofuscada.

Salimos de mi cuarto. Ya era la hora de comer.

Después de terminar el almuerzo que Lily —una excelente chef— nos había preparado, Tammy y yo nos fuimos a tumbar al jardín. Aunque vivíamos todos en un mismo edificio, cada persona tenía su terraza y una pequeña parcela para plantar lo que quisiera.

A Lily le encanta plantar cosas que representen a cada miembro de la familia.

Tammy es pura y alegre, como un Narciso.

Lily, siempre protectora, tiene flores escarcha, delicadas pero resistentes.

Liam… Liam es simple, según ella, y por eso le plantó unas enredaderas.

Y luego estoy yo. Siempre quise verme como un girasol: alta, fuerte, brillante. Pero últimamente... me cuesta no marchitarme.

Eliot, por su parte, no tiene flor favorita.

Tammy y yo nos tumbamos en el césped, contemplando el cielo azulado y esas nubes blancas que parecían flotar sin rumbo.

—¿Tú sabes qué le pasa a Liam? —pregunté, con un nudo en la garganta—. Me ignora, no me habla, no me dice nada… Me siento sola.

—Si te dijera lo que le pasa... no me creerías. Ni yo misma me lo creo —respondió Tammy, bajando la voz.

—Tammy... por favor... solo quiero saber que no va a dejar de ser mi amigo.

—Tranquila, no lo hará —dijo con confianza. Pero por dentro, yo seguía hecha polvo.

---

Los días siguientes fueron un desastre.

No conseguimos derrocar el planeta Glandorf. Cuanto más cerca parecía que estábamos, más lejos lo sentíamos.

—Gira a la izquierda y cruzad —indicó Tammy a través del comunicador.

—No podemos, hay tres guardias —susurró Liam.

—Vale… os teletransporto.

Siempre que creíamos que, por fin, todo había terminado… un nuevo problema aparecía.

Era jueves, nos sentíamos motivados, y decidimos arriesgarnos.

Yo me quedé en la guarida, controlando todo desde el ordenador.

Mientras tanto, Liam y Tammy inspeccionaban los pasillos de la nave enemiga. De momento no había nada que nos preocupara, pero no podía dejar de pensar en ella.

Una melena rubia, unos ojos verde-grisáceos...

Una amiga especial de la infancia.

Recuerdo que cuando tenía ocho años, su madre falleció… y él, tú ya sabes quién, experimentó con ella. Se marcharon.

Me siguió escribiendo cartas durante años.

Yo también le escribía, aunque ella dejó de responder hace dos años.

Y entonces me rendí. Dejé de escribir.

Siempre me arrepentiré de eso.

—¡HOPE, TELETRANSPÓRTANOS YA! —gritó Tammy por el comunicador.

Vi cómo al menos doce Glandorfs se lanzaban hacia ellos como bestias. No solo querían atraparlos… querían comérselos.

Sentí la bilis subir hasta mi garganta.

—¡Lo siento! —grité, y pulsé el botón. El haz de luz los sacó de allí justo a tiempo.

---

Tammy y Liam reaparecieron en el suelo de la guarida, cubiertos de polvo, arañazos y sangre.

Tammy estaba mal, sí. Pero Liam…

Liam apenas podía mantenerse en pie.

Temblaba. Su piel estaba pálida. La sangre le empapaba la ropa, y los ojos se le cerraban lentamente.

—¡Liam! ¡Dios mío! —corrí hacia él.

Liam se desplomó.

—Mierda… —fue lo último que susurró antes de perder el conocimiento.

---

<<Siento mi cuerpo frío. No puedo moverme. ¿Dónde estoy? ¿Por qué esta habitación blanca?

Hope… lo siento. Fui un idiota.

Pero tú también te distrajiste. Dijiste un nombre. ¿Mikel? ¿Moka? ¿Mocca…?

Espera.

Mika.

Sí, su nombre era Mika.

Joder… ¿quién coño es ese?

Algún día te lo diré. Y no me voy a arrepentir.>>

---

No podía dejar de pensar en lo ocurrido. Todo fue culpa mía.

Si no me hubiera distraído pensando en Mika, Liam no estaría herido.

Ahora estaba ingresado en el hospital Cruz Verde, en observación.

Tammy y yo no dijimos la verdad.

Contamos a Lily y a Eliot que íbamos de camino a clase, y que un monstruo verdoso atacó a Tammy y a Liam.

En parte era verdad.

Pero no les hablamos de nuestra cámara secreta.

---

<<¿Dónde estarán? Los echo de menos. Quiero verlos.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.