#1 SAMUEL KONAN

Creo que la mejor manera de comenzar una historia es describiendo a nuestro protagonista. Él es Samuel Konan. Samuel tiene un padre proveniente de Estados Unidos y una madre proveniente de Canadá , dónde él vivió durante más de 18 años.
Si bien su padre lo abandonó sin motivo a los 6 años ( por lo que Samuel apenas tiene recuerdos de él) , su madre estuvo toda la vida con él. 
Ahora mismo Samuel está por cumplir sus 19 , pero lamentablemente no tiene con quién festejarlo, está solo. 
Ahora mismo los ojos verdes del joven se encuentran viendo a través de la ventana , a través de la oscura y helada noche, a bordo de un enorme tren con destino desconocido para él. 
Poca gente aborda el tren. Solo el tren chocando con las heladas vías puede escucharse. En su asiento ya está reseco el tapizado, exceptuando un rincón donde él se encuentra sentado.
Entonces , Samuel escucha que alguien habla unos asientos adelante del suyo. La voz de una mujer . Pareciera tener unos 7 u 8 años , no más. Muy agudo el chillido. 
Aquella zona del asiento donde aún había calor ahora queda descubierta , y dónde no había nadie sentado ahora lo hay. Tras haberse movido un poco , Samuel asoma la cabeza por el pasillo para poder ver qué pasaba. 
- Necesito ayuda , me perdí. Samuel escuchó la voz aguda decir eso y entonces habló con un suave tono  - Por aquí. 
Una mujer se acercó al asiento de Samuel , haciéndole caso.
-Necesito ayuda , perdí mí asiento. 
Samuel se sorprendió. Aquella voz que parecía propia de una niña pequeña , en realidad era de alguien tan grande y alta como él.
- Soy Emily. Fui al baño y ahora no encuentro donde estaba sentada. Samuel la miró y le sonrió. Era lindo tener alguien con quien hablar , aunque sea por unos segundos.
Más de 4 horas de viaje habían pasado , con una fría y solitaria noche que podía verse por la ventana.
-Yo soy Samuel. La chica miró el asiento , dónde ahora la zona fría estaba siendo usada por Samuel y la zona caliente ( lado de la ventana) estaba libre. 
-Sino te importa yo... ¿Podría sentarme aquí?. - Claro. Estoy solo. 
Samuel se volvió a sentar del lado de la ventana y la chica a su lado cerca del pasillo. 
Se mantuvieron en silencio durante unos segundos , pues era algo incómodo hablar. Al haber poca gente en el tren y tanto silencio afuera , todo lo que hablaran podría ser fácilmente escuchado por el resto de personas abordo.
- Entonces... - Si... 
Ninguno sabía que decir , hasta que ella habló. - Soy de Estados Unidos , ¿Tú?. Samuel volteó para verla y contestó - De Canadá. 
- Llamame Emily. Vine a Japón por un intercambio universitario , ya sabes...
Él respondió - Si. Yo soy Samuel , de nuevo , canadiense. Pero no vine a Japón por eso. 
- ¿Un canadiense viniendo a Japón por algo que no sea estudio?¿Que más podría ser?. Él rió. - Mí madre me envió aquí porque mí abuelo la convenció de que aquí se vive mejor y que se puede tener un futuro sin esfuerzo y bla bla... Yo solo obedezco.
Emily lo miró sorprendida. 
-¿No es genial encontrarnos aquí en este tren japonés camino a destinos desconocidos?.Dijo - Realmente no creí que existiera un tren que recorra toda Japón dejando a sus pasajeros en tantos lugares diferentes. Respondió Samuel.
Emily se llevó la mano a la cabeza , como exhausta y habló - Antes de llegar aquí , el viaje en avión desde América fue muy estresante. ¿En qué vuelo viajaste? .
Él respondió como si ella hubiera dicho una tontería. - En el 511...
- Oh. Yo en el 18. Podríamos habernos cruzado , ya sabes , en el mismo vuelo.
Nuevamente , Samuel la miró con los ojos aún más grandes , aún más raros , aún más sorprendidos. 
- Emily... Soy Canadiense. 
Ella largó una enorme carcajada entendiendo lo torpe que habia sido al pensar que podrían haber tomado el mismo vuelo siendo de dos países diferentes. Olvidó ese pequeño detalle. Él también rió.
Derrepente la fría y solitaria noche se había vuelto un poco más cálida. Aún quedaba un largo viaje.