Seguimos los pensamientos de una hechicera de cabello rubio y piel morena llamada Amelia...
Aún recuerdo la última vez que mi grupo estuvo completo...
Mientras mis compañeros bebían, yo Amelia, les mostraba a los demás clientes del bar donde bebíamos algunos trucos de magia, conjure magia de agua he invoque un hermoso arcoíris...
Saben cuándo era una niña me gustaba hacer estos trucos para entretener a los niños más jóvenes del orfanato...
Me alegraba tanto ver sus caras de felicidad, en especial porque recordaba cuando llegaban esos niños siempre estaban tristes, traumatizados, destrozados mentalmente...
Ya que nuestro orfanato solía albergar a niños que perdieron a sus padres y pueblos en las guerras ya sea entre humanos y demonios o con los monstruos que emigraron por el avance del ejercito demoniaco, y si podía hacer algo para que volvieran a sonreír.
Me daba un propósito para existir y por eso soy tan buena en estas cosas...
Y entretener a los clientes del bar donde bebíamos me traía algo de felicidad me ayudaba a recordar los buenos momentos de mi infancia...
El ambiente en el bar era muy bueno, pero entonces un tipo de muy mal carácter intento acercarse a mí.
"Oye linda quieres pasar un buen rato conmigo en la posada de aquí a la vuelta" ...
En verdad me desagradaba ese sujeto le dije "No gracias"
Quise retirarme con mis amigos, pero ese idiota tomo mi brazo y quiso jalarme hacia él, pero entonces escuche...
"PARALIZAR SISTEMA NERVIOSO"
Era Ester, tenía una mirada seria uso su magia degenerativa en ese hombre, dejando al sujeto retorcerse en el piso, sin mediar palabra volvimos a nuestra mesa y continuamos bebiendo como si nada hubiera pasado...
Estar junto a mis amigos de la infancia me daba un gran sentimiento de felicidad ellos eran mi única familia y estos momentos me llenaban de inmensa felicidad...
Me sentía tan en confianza con ellos que quizás...
Bebi demasiado...
...
Mis compañeros salieron en grupo al callejón trasero, me imaginaba que iban a hacer.
Si hubiera estado sobria... no hubiera hecho lo que hice esa noche.
Me acerque a ellos en silencio y me puse a orinar de pie junto a ellos, escuche a Ester decir "Al menos tengo el pito más grande que Amelia".
Entonces Ester noto mi presencia miré su herramienta y dije "No, yo lo tengo más grande jajaja" ...
Si te preguntas si soy hombre, la respuesta es no...
No soy originaría del continente Yamatory, vengo de otro continente uno más tropical, recuerdo que mi madre me decía que en sus tierras todas eran mujeres hermafroditas, por ende, tenían ambos órganos sexuales, pero una vez que se quedaban embarazadas perdían su órgano sexual masculino quedando como mujeres promedio, yo soy descendiente de esta tribu de mujeres por eso tengo mi piel morena y mi cabello rubio oscuro.
Nunca me sentí cómoda hablando de esto con nadie ni siquiera con el maestro Kang...
Aunque creo que es sabía que descendía de esa tribu ya que me enseño educación sexual masculina y femenina.
Por las expresiones de mis compañeros en ese momento creo que no les impacto mucho... excepto a Ester.
Noté en su cara su sorpresa...
No me sentí aceptada por el justo el hombre que desde pequeña siempre me protegió, admito que me sentí dolida y me reí más de Ester para intentar calmar mi angustia.
Ester se marchó a la posada dejando al resto del grupo...
Vi que tenía una expresión perpleja, pero no quería seguir pensando en Ester, por lo que fuimos a seguir nuestra pequeña fiesta la plaza del pueblo...
O eso intentamos...
Ya en la plaza la gente seguía con ánimos de fiesta, había música en vivo y la gente estaba bailando hasta quedar desmallados, era el tipo de fiesta que más nos gustaba...
Pero no pudimos disfrutar de la fiesta por mucho tiempo...
Ya que el alcalde nos reconoció de entre el resto de la multitud, nos dijo que había una emergencia y supimos que ahora si se acabó la fiesta.
...
Ya en su despacho nos dieron pócimas anti toxinas, para quitar el alcohol de nuestros cuerpos a Eduard y a mí.
Yubel no las necesita nunca se emborracha por su curación tan acelerada, y si, aunque nunca se emborracha, siempre nos sigue el juego cuando tomamos alcohol.
El alcalde nos dijo que hay un dragón que está acercándose al pueblo y lo notaron por el camino de destrucción a su paso y somos los aventureros con mayor rango en la ciudad.
Al menos por ahora y es una situación de vida o muerte y nos ofreció una recompensa muy buena, pero teníamos que salir inmediatamente en caballo a subyugar a ese dragón.
Antes de salir del pueblo pasamos por la posada buscando a Ester, pero no estaba en ningún lado, buscamos rápidamente por la ciudad, siguiendo su rastro encontramos a un guardia que vio a Ester no hace mucho tiempo.
"Si un joven sacerdote con lentes redondos, recuerdo que lo vi saliendo del barrio rojo con una mujer en sus brazos, creo que uno de mis compañeros me comento que vio a un tipo similar yendo a las cabañas en las afueras de la ciudad con esa mujer, creo que hay podrían encontrarlo".
Después de oír las palabras del guardia me imagine que podría estar haciendo y extrañamente me sentí algo triste.
Me reuní con mis compañeros y les dije lo que me dijo el guardia, quedamos en dejarle una carta con la dueña de la posada donde nos hospedamos con los detalles de nuestra misión y que debería esperarnos a que volviéramos por él.
Una vez terminado todos nuestros preparativos salimos juntos rumbo a subyugar a ese dragón.
Pero Amelia no noto que cuando dejo esa carta con la posadera su esposo vio todo a la distancia reconociendo a Amelia.
Era el mismo hombre que intento ligar con Amelia y fue detenido por Ester, ese hombre salió temprano del bar consecuencia del ataque de Ester y vio a la distancia el momento donde Ester se separó de sus amigos... por lo que se estaba riendo de su conflicto de "pito corto".