Ruby
Horas antes del viaje...
Mis padres me han echado de la casa en cuanto les dije que haría algo importante con el club, las palabras de mi madre fueron " no queremos a una persona que no coopera en nuestra familia" los abusos psicológicos y físicos que ellos me hacen son constantes. No me detuve, solo salí por esa puerta sin mirar atrás, sin mirarlos a ellos.
¿Dónde iría con mis cosas?
Por otro lado, siempre he pensado que mis padres no son mis padres. Los pocos años que estoy en el club Demons Kings siento que son mi verdadera familia, les debo todo porque me han ayudado a superar mi pasado.
Minutos después...
Camino sin rumbo hasta que escucho una motocicleta, maldigo internamente porque escucho una voz muy reconocida.
— Ruby — grita Miles y maldigo, me doy la vuelta, hago una sonrisa forzada.
— ¿Qué haces por aquí? — pregunta y observa mi gran maleta en la mano, me mira serio, bajo mi cabeza.
— ¿Que hicieron esta vez? — cuestiona enojado.
— Me echaron de la casa, según ellos, no ayudo lo suficiente en la casa. Se enojaron porque iré con ustedes para ayudar — confieso muy avergonzada por esta situación. Escucho maldecir a Miles.
— Irás conmigo a casa y no quiero ninguna queja — ordena, trato de negarme, pero es imposible hacer ya que me mira fijamente.
— Tus padres están bien loco — dice mientras se acerca a mí y agarra mi maleta para poner en la parte de atrás de la moto.
— No le cuentes al señor Killian, ya hizo mucho por mí — suplico y suspira frustrado.
— Él tiene que saberlo, Ruby. No podemos dejar pasar esto de nuevo, sabes que han hecho muchas veces esto — expresa y asiento con la cabeza varias veces.
Minutos más tarde...
Entramos a la casa del señor Caín. Miles y Trisha viven con ellos, nos miramos entre dos cuando escuchamos el grito de Violet y un plato romperse, nos vamos corriendo hasta la cocina y observo todo su alrededor.
— Pero ¿Que te pasa mujer? — se queja como un niño pequeño el señor Caín.
— Eres un idiota — dice llorando su vieja dama.
— Me engañaste en mis sueños ¿Cómo pudiste? — llora y se da la vuelta para no verlo en la cara.
— Empezamos de nuevo, Dios. Ella y su teatro — dice pellizcándose su nariz su hijo y río entre dientes. Ellos se dan cuenta de nuestra presencia enseguida.
— ¿Que tal hice mi actuación? — pregunta secándose sus falsas lágrimas la señora Violet.
— Te pasas, cariño — contesta fingiendo enojo y saliendo de la cocina.
— Quiero ser actriz algún día, capaz empiece por esa aplicación de videos ¿Cómo se llama, hijo? — pregunta a Miles.
— No me metas en esto — responde huyendo de la cocina.
— Así que, Ruby ¿Quieres ver alguna novela conmigo? Me contarás porque tienes esa maleta aquí — pregunta con una sonrisa en el rostro y sin tener mucha opción, ella me arrastra en la sala, los hombres de la casa observan a escondidas a ella y le fulmino con la mirada cuando levantan los dedos.
¿Qué hora tenemos que ir a ese viaje?
Deo
Horas más tarde…
Dia del viaje
Ruby Moore es la única persona que me entiende, la única que me apoya en todos los momentos que necesito y no quiero perderla. Estar en el mismo lugar con ella es difícil porque tengo las ganas de darle un beso en los labios y hacerla mía. Ruby Moore es la mujer que he estado toda mi vida enamorado, tengo que protegerla a cualquier costo.
Por otro lado, pienso que los padres de esa mujer son unos verdaderos hijos de puta porque no saben cuidarla bien, ella no se merecer estar aquí con ellos. Ella se merece ser feliz.
Por otra parte, también pienso en que es una mala idea llevar en este viaje a ella. Se que sabe defenderse, pero tengo miedo de que algo malo le pase cuando no esté cerca de ella.
¿Qué debo hacer? Mi cabeza está echa un lio. No tengo idea de lo que haré ahora mismo.
— Tenemos que irnos — anuncia mi padre sacándome de mis pensamientos y suspiro asintiendo con la cabeza varias veces.
— Voy enseguida — digo y asiente varias veces. Escuchamos gritos de las mujeres en la casa, ellas se quedarán aquí en la casa mientras que Miles, Ruby, mi papá y yo nos vamos a esta misión.
— Llegaron — decimos los dos al mismo tiempo.
Salimos de mi habitación y bajamos las escaleras encontramos a mi hermana embarazada con su hijo en brazos y la vieja dama del presidente con sus pequeños terremotos, también observo que mi Ruby está en una mochila pequeña en su espalda.
Que nervios
— Tu — me señala mi hermana con el dedo índice.
¿Qué hice ahora?
— ¿Yo? — pregunto con miedo.
— Cuidarás de mi esposo porque te romperé la cara sino lo haces — me amenaza, su esposo me mira apenado con la situación.
Son las hormonas. Ella no me amenaza enserio.
— Yo cuidare de él, no te preocupes — contesto y asiente con la cabeza satisfecha con mi respuesta. Miro la hora, suspiro.
— Es hora de irnos — anuncia mi padre y escuchamos un sollozo por parte de mi hermana.
Hormonas de nuevo. Últimamente está muy sentimental.
— No te vayas — dice a Miles como una niña pequeña.
— Vendré dentro de unos días — le hace recordar mi cuñado, besa a mi hermana en los labios y se separan, ella me mira y hace una seña.
— Vámonos rápido antes que nos persiga — hablo asustado.
— ¿Nos vamos con las motos? — pregunta Ruby con emoción, observo a mi papá quien niega con la cabeza enseguida.
— Iremos con las camionetas, pero necesito que Deo vaya en una por cualquier acontecimiento — explica y asiento con la cabeza.
— Deo y Ruby irán juntos en la moto, Miles y yo iremos en mi auto - comenta. Dirijo mi mirada hacia mi cuñado que está muy pálido, río internamente.