Deo
Observo a mi mujer dormir, y una sensación de paz me invade. En esos momentos, solo existimos nosotros dos. Su respiración suave, me llena de tranquilidad. Debo admitir que confesarle mis sentimientos fue lo mejor que pude hacer.
Por otro lado, tengo que admitir, tengo miedo de que mi corazón se haga pedazos en algún momento. No quiero arriesgarme a perderla porque Ruby no es solo mi pareja, sino también mi única amiga durante muchos años. Ella me conoce mejor que nadie. Perderla sería perder una parte esencial de mí mismo, y ese pensamiento me llena de temor.
No quiero perderla, y no quiero que ella me pierda a mí. Ella es mi compañera, mi confidente y mi mayor apoyo.
Minutos mas tarde…
Llegamos rápidamente a Piratas King. No quiero despertar a Ruby; No tengo razones para hacerlo. Prefiero que siga descansando en lugar de enfrentar las miradas o comentarios de los hermanos que están aquí. Suspiro y me quedo embelesado mirándola hasta que mi papá toca la ventana, haciéndome sobresaltar.
— ¿Te asusté, princesita? — pregunta Killian con un tono de burla mientras observa a Ruby recostada en el asiento del copiloto.
— No me asustaste, solo estabas intentando ser gracioso — respondí con una sonrisa leve, sabiendo que Killian no deja pasar ninguna oportunidad.
— Bueno, alguien tiene que mantener el humor en esta familia. —Replica Killian, riendo, bajo del auto y miro que Dereck y Zion están aquí.
— Esa mujer te tiene completamente envuelto, amigo. Deberías tener cuidado — comenta Dereck con seriedad desde el otro lado de la habitación, en
— Ella es especial, Dereck. No es como los demás. Y tú sabes — expreso con seriedad.
— No se puede confiar en ninguna mujer, son todas iguales — interviene Zion, el hermano mayor.
— No hay generalidades, Zion. Ruby es diferente. Ha estado a mi lado en los peores momentos — afirmo, sintiendo la necesidad de defender la relación que tengo ahora mismo luego me percato de que no están hablando de mi relación.
— ¿De qué están hablando los dos? — Pregunto confundido. Se miran entre sí y niegan con la cabeza, observo a los dos esperando una respuesta, Dereck me mira y rasca su nueca.
— La novia de Zion es una mujer muy... complicada — comienza a decir el presidente, tapando la boca de su hermano y mirando a su alrededor para asegurarse de que nadie nos escuche.
—No digas esa palabra, ella podría escucharnos —susurra Zion, y Dereck asiente en acuerdo.
—Lo mejor entre nosotros es que tenemos trabajo que hacer. Despierta a tu mujer —dice mi padre, y yo asiento con la cabeza varias veces.
Minutos más tarde...
Es absurdo que una mujer se enoje por estar despertada, pero desde que entramos a la oficina de Zion, Ruby no me ha dirigido la palabra. La veo ahora en el sofá, sentada, claramente exhausta. Se acomoda para dormir.
— ¿Estás siquiera escuchando lo que estamos diciendo? — pregunta mi papá, visiblemente molesto. Ruedo los ojos, miro a Killian.
—No — admito, con un nudo en la garganta al enfrentar la realidad.
—Tenemos que enfocarnos en encontrar a tu hermano, hijo —dice mi padre, su voz cargada de desesperación mientras sus ojos buscan los míos en busca de consuelo.
El tiene razón. Tengo que enfocarme en encontrar a Eros.
— Lo sé, y estoy enfocado en eso. Lo siento — hablo apenado. No puedo evitar mirarla, Ella está cansada y no puedo dejar de pensar en eso.
— Zion necesito una habitación — confieso. Los tres hombres me miran confusos
— Ruby está cansada, necesita una cama o le dolerá la espalda — explico con mucha paciencia.
— ¿Por qué trajeron a una chica a una misión importante? — pregunta Dereck, cuestionando la presencia de Ruby.
— No es importante contar eso — interviene Miles y asiento con la cabeza para que sepan que tiene razón.
— Nosotros no queremos hacer una misión con secretos. ¿Qué pasa con esta chica? Quiero que me digan ahora mismo o no habrá más tregua — habla con seriedad el presidente de los Piratas Kings, exigiendo.
— Ella también está en peligro. No puede quedarse en el club ni en casa, porque la buscarán — explica Miles, mostrando preocupación por la seguridad de Ruby y la necesidad de mantenerse.
— ¿Quiénes? — interroga a Zion, con una mirada severa que denota su preocupación y determinación.
Sus padres, Zion. Ellos la buscarán de nuevo y para ella será peor -comento.
"Recibió numerosos mensajes de mi esposa. Me cuenta que ayer y antes de ir, su padre vino furioso a su trabajo y también a mi casa", interviene Miles, destacando la gravedad y la frecuencia de los incidentes recientes.
He recibido miles de mensajes por parte de mi esposa. Me cuenta que ayer y antes de ir, su padre vino furioso a su trabajo y también a mi casa – interviene Miles. destacando la gravedad y me observa fijamente.
¿Por qué no me había dicho eso antes?