Cupido.
Una extraña mezcla de gracia y enojo invadía mi pecho. No podía creer que me encontraba en la casa de un contrabandista, recogiendo las heces de los animales de su negocio familiar. Aunque debía admitir que los especímenes eran asombrosos y que la ayuda de Theo hacía que el cansancio fuese mínimo. Además, en cierto modo, Dante estaba en lo cierto. Tenía una deuda con él, y si de esa manera lograba saldarla y regresar a mi vida, lo mejor era darme prisa.
A veces me sorprendía el hecho de que la magia fuese menos inquietante para mí que la forma en la que las demás personas actuaban. No lograba entender del todo a la gente que me rodeaba, y exceptuando a Tiberia, siempre que me encontraba en compañía de alguien, el vacío en mi pecho parecía incrementar, o al menos fue así hasta ese momento.
—¿Desde hace cuánto son amigos? —cuestionó Theo, una vez que terminamos de limpiar el espacio de Perita.
—En realidad no creo que él y yo seamos amigos, hace poco que nos conocemos —respondí, intentando no sonar grosero.
—Yo creo que sí lo son —debatió el más joven, observándome con atención—. Si no, ¿por qué te habría invitado? A él no le gusta que los extraños se entrometan en sus cosas.
—Veo que ya terminaron. —La voz de Dante hizo que desviáramos la atención hacia donde se encontraba.
—¿Con eso estamos a mano? —pregunté, aunque ya sabía cuál sería su respuesta.
—Eso solo saldó un cuarto de toda tu deuda.
Parecía divertido ante la situación y solo pude cerrar los ojos para contener mi frustración.
—Aunque por hoy es suficiente —añadió y asentí.
—Bien, entonces me marcharé a casa —dije y comencé a avanzar hacia el camino por el que habíamos llegado.
—Espera —pidió. —Iré contigo —dijo con tranquilidad y se volteó hacia Theo—. Gracias por echarle una mano; ya deberías entrar a la casa, la comida está casi lista.
El adolescente asintió mientras sonreía y después me miró.
—Fue todo un gusto, señor Cupido, espero volver a verlo por aquí —dijo y comenzó a correr en dirección contraria.
—Lo mismo digo —respondí, antes de que se alejara por completo. —No necesito que me acompañes —miré a Dante y de nuevo avancé hacia la salida.
—Vayamos al Centauro —habló llegando a mi lado—. Pediré algo de comida y algunos tragos.
—¿Al centauro? —cuestioné extrañado.
—El lugar donde estuvimos la otra noche —me explicó.
—Comeré en casa con mi hermana —respondí únicamente.
No entendía su insistencia por querer pasar más tiempo del necesario juntos. Para empezar, ni siquiera le agradaba. Me había dado cuenta de su actitud la primera vez que nos conocimos. Así que debía hacer aquello solo para fastidiarme o algo por el estilo.
—No creo que se vea muy bien que te haya hecho trabajar por varias horas, sin darte alimento o bebida —insistió, y finalmente salimos de su hogar. —Vamos, intento ser amable.
—¿Por qué el cambio de actitud? —cuestioné receloso.
—Porque al final resultaste ser más que el viejo aburrido que creí que eras cuando nos vimos por primera vez —admitió y levanté ambas cejas con asombro ante su honestidad—. Tú y tu hermana parecen divertirse mucho.
—¿Atraer problemas te parece divertido? —indagué con irritación.
—Sí. Bueno, en realidad los problemas me asustan la mayor parte del tiempo, pero sí, también los encuentro divertidos —admitió sin pena alguna.
—Estas loco —dije resignado—. De acuerdo, pero solo un rato.
Dante sonrió satisfecho y seguimos avanzando en silencio. Probablemente se moría por hablar, pero se abstenía de hacerlo para evitar que yo me retractara a último momento.
Cuando llegamos al Centauro, el sol ya se había ocultado por completo y las lámparas ya habían sido encendidas. Podía ver los focos amarillos del bar a través de la ventana, y cuando entramos, me asombró darme cuenta de que el lugar estaba rebosante de personas, que en su mayoría ya estaban ebrias.
Isaac sonrió al percatarse de nuestra presencia y levantó una de sus manos para indicarnos que avanzáramos hasta la barra, donde aún había algunos asientos disponibles.
—Parece que ya se llevan mejor —dijo el hombre una vez que estuvimos frente a él.
—No lo digas o Cupido se enojará —respondió Dante con diversión, y solo fruncí el ceño en su dirección. —Dos estofados y dos cervezas, por favor, Isaac —pidió el más alto.
—Enseguida —respondió el hombre y comenzó a trabajar.
El silencio nuevamente se hizo presente, y cuando estaba pensando en qué decir o hacer para que aquello no se tornara incómodo, un hombre sentado en la mesa más cercana a la barra se levantó de su lugar y se acercó hasta nosotros.
Lucía bastante ebrio. Su ropa estaba sucia de polvo y estofado. Su cabello café le llegaba casi hasta los hombros y se veía grasiento, al igual que su barba. Debía medir más de 1.80, pues era casi tan alto como Isaac.
Nos miró fijamente, mientras continuaba acortando la distancia. Su andar era algo torpe debido a su estado, pero sabía que incluso así, si decidía atacarnos, estaríamos acabados.
—Dime que no le hiciste algo en el pasado y ahora viene a cobrárselas.
Miré a Dante, quien también tenía su atención en el sujeto que nos observaba de manera amenazante.
—No —respondió con rapidez—. Bueno, no que yo recuerde —admitió y resoplé ante su respuesta. No pude hacer ni decir nada, pues el hombre ya se encontraba frente a nosotros.
Levantó una de sus manos, haciendo que Dante se encogiera en su lugar y yo aguantara la respiración esperando el impacto. Sin embargo, cuando finalmente su palma aterrizó en mi espalda, no fue con la fuerza descomunal que yo esperaba. Claramente, aquel golpe me había dolido, pero no lo suficiente como para considerarlo el inicio de una pelea.
—¡Cupido, amigo! —soltó el hombre con entusiasmo y no pude evitar fruncir el ceño confundido, pues no recordaba conocerlo—. Creí que no te volvería a ver por aquí, ni a ti tampoco, Dante. —Esta vez desvió su mirada hacia el menor, quien observaba la escena con desconcierto—. Soy yo, Boris, nos conocimos la otra noche, cuando ustedes decidieron cantar para animar el ambiente —explicó al ver nuestras expresiones.
#2493 en Fantasía
#470 en Magia
pasado drama, fantasa romance personajes sobrenatural, boys love bl yaoi
Editado: 10.12.2025