Faith (melodía de amor 1)

Capítulo 12

Ya casi terminaba una semana más y se acercaba con lentitud el día que estaría al lado de Eun-Ji. 

Salió del hospital acompañada de Lisa, se montaron en sus respectivos vehículos y pusieron rumbo a sus casas. 

La chica miró por el retrovisor empezando a sentir que se estaba volviendo loca y agarró el volante con fuerza. Tenía el presentimiento de que alguien la seguía, pero no estaba segura. 

Meneó la cabeza de un lado a otro, negando, y con una leve sonrisa en los labios al pensar lo tonta que era.

Frenó delante de la puerta de su casa, se apeó del vehículo y entró en el camino mientras se colgaba el bolso en el hombro. 

Solo estaba a dos metros de la entrada cuando sintió que alguien la agarraba por la espalda y le ponía un pañuelo impregnado con cloroformo en la boca y la nariz. 

Los ojos de la joven se cerraron en la primera bocanada de aire que cogió para gritar y quedó a merced de su captor. 

“Faith, has sido una idiota”, pensó antes de caer inconsciente en unos brazos fuertes. 

***

Seena, la madre de la fisioterapeuta, estacionó el coche delante de la puerta del garaje, se apeó junto a su hija adolescente y caminó hacia la entrada de la casa buscando las llaves en el bolso. Paró en el recodo que se cruzaba con el camino y algo llamó su atención. Se acercó al objeto y miró a su alrededor, extrañada. 

La mochila de su primogénita estaba tirada en el suelo, a pocos centímetros de su móvil, sin embargo, su coche estaba aparcado donde siempre. “¿Qué está pasando?”, se preguntó con el ceño fruncido. 

—¿Qué es eso, mamá? —Quiso saber su hija más pequeña que la esperaba en la puerta cerrada de la casa. 

—Vamos, adentro —le ordenó a paso ligero para abrir la puerta y subir con rapidez las escaleras hasta la habitación de su hija mayor—. ¿Faith? ¿Te estás duchando? —La llamó la mujer con la congoja atascada en la garganta. 

No recibió ninguna respuesta y buscó por toda la casa con las lágrimas resbalando por su mejilla y la respiración agitada por la carrera y la preocupación. 

—¿Qué ocurre, mamá? —Se interesó la adolescente al ver la histeria de su progenitora que no paraba quieta en ningún lado. 

—No está. 

—¿Quién? 

—Tu hermana Faith. No está. 

—Se habrá entretenido con Lisa —opinó la joven sentada en el sofá. 

La mujer no quería preocupar a su hija, así que, solo asintió ocultando los objetos que había encontrado en el camino de entrada a la casa y llamó a su marido. Éste intentó tranquilizarla, pero no pudo. Sabía que algo le estaba pasando a su hija y no se calmaría hasta que la viera en casa, sana y salva. 

***

Las horas pasaron y Faith no había entrado por la puerta de la casa. 

Ya había anochecido y la chica nunca llegaba tarde sin antes avisar. 

Seena y Horace, sus padres, no podían quedar quietos. Recorrían la casa de arriba abajo buscándola con la esperanza de que la chica no los hubiera escuchado al llamarla. 

Hyacinth y Maedow se quedaron sentadas en el sofá para distraer a su hermana pequeña. Sabían que Faith era la debilidad de la adolescente y no quería que se preocupara por lo que podría ser solo un malentendido o una falsa alarma. 

El móvil de la fisioterapeuta sonó en la mano de su madre y ésta se puso más nerviosa al ver la foto de Eun-Ji en la pantalla. No era una llamada de voz, sino de vídeo. 

—¡Por los dioses! ¿Qué le decimos? —Le preguntó Seena a su marido con las lágrimas resbalando por sus mejillas sonrojadas. 

—La verdad. Es su novio, tiene derecho a saberlo. Además, puede que con sus contactos nos ayude a encontrarla más rápido —opinó el hombre quitando el aparato de la mano de su esposa para descolgar—. Buenas noches, yerno. 

—¿Suegro? —Estaba sorprendido de verlo en la pantalla y, mucho más, al llamar a su novia—. ¿Dónde está Faith? 

—Hay un pequeño problema con ella. 

—¿Problema? ¿Qué problema? ¿Qué ha ocurrido? —La preocupación se reflejaba en su voz. 

—No sabemos dónde está. Mi esposa ha encontrado su mochila y su móvil en la entrada de la casa, incluso el coche está aparcado donde siempre, pero ella no. La hemos buscado por todos lados y no está —le explicó intentando no atragantarse con la congoja que tenía en la garganta. 

—¡Por los dioses! ¿Habéis hablado con su amiga Lisa? Tal vez esté con ella. 

—La hemos llamad y no contesta. Supongo que estará con su novio descansando y ha silenciado el teléfono para que nadie la moleste. No sabemos dónde vive. 

Eun-Ji se llevó la mano a la cabeza y se despeinó el pelo intentando pensar en aquel angustioso instante. Miró a la pantalla con los ojos vidriosos y dijo:

—Voy para allá. Me pondré en contacto con las autoridades oportunas y seguid llamando a su amiga. Tendrá que contestar en algún momento. Nos vemos tan pronto como pueda llegar. 

—De acuerdo. Gracias. 

La video-llamada se cortó y el cantante se sentó en la cama con los codos apoyados en los muslos y pasando sus manos por su pelo, despeinándolo. Estaba intentando controlar sus instintos depredadores cuando sus compañeros entraron riendo a carcajadas que se desvanecieron al ver el rostro serio y preocupado de su amigo y algunas lágrimas resbalando por sus mejillas. 

—¿Qué ocurre? —Quiso saber TaeYang caminando hacia él y observando la tensión de sus hombros. 

—Me voy a Notbosa de inmediato —contestó su compañero enjugando las lágrimas mientras se levantaba para abrir la ventana. 

—¿Por qué? ¿Qué ha pasado? —Se interesó Seung empezando a preocuparse de verdad por la actitud de su amigo. 

—Faith no aparece. Mi suegra ha encontrado su mochila y su móvil en el camino de entrada a la casa, pero no a ella. La han esperado toda la tarde y sigue sin dar señales —informó Eun-Ji saliendo a la terraza de la habitación. 




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