Los gritos son cada vez más agudos, me duelen mis oídos, siento que algo se escurre dentro de ellos, el dolor es insoportable, pero no puedo moverme. Me encuentro en una sala de hospital, hay cables conectados a mis piernas, mis muñecas, mí pecho y algo que apreta mí cabeza, una presión leve, no llega a lastimarme, escucho a gente hablar al rededor mío, pero no veo a nadie, solo a mí atada a esa camilla con todos esos cables que dictan mí ritmo cardíaco.
-No parece ser peligrosa, pero hay que prevenirnos
- Dijo una voz masculina, de repente sentí una descarga eléctrica que recorría todo mí cuerpo, todo se volvió negro, ahora solo escuchaba voces.
- Ella y otras niñas serán mandadas a otro laboratorio
- Y las que no superaron la prueba?
- Sedadas y al crematorio
- Tenemos que salir de acá, HEY
Lo negro se volvió una habitación blanca, mis ojos vieron a un chico parado en la puerta, este me miraba preocupado, pero no asustado. Se acercó a mí lentamente y agarró mis manos, yo estaba aterrada, temblaba del miedo.
- Estaremos bien, hoy vamos a salir de acá -me dijo mientras apretaba mis manos con las suyas, sus ojos eran verdes y su pelo estaba bien peinado- Gabriela, deja de temblar
- No puedo, tengo muchísimo miedo Dylan -Dylan, de repente mire mis manos, nuestras manos que eran pequeñas ahora eran de un tamaño normal, mis ojos volvieron a los suyos y ahí estaba Dylan, el verdadero- Dylan -dije sorprendida, él tragó saliva-
- Sos solo mí imaginación -dijo cerrando sus ojos- déjame solo -me dijo enojado, soltó mis manos y se las llevo a la cara tapandola-
- No, Dylan -le dije intentando agarrar sus manos, él se echó para atrás, su espalda chocó con la pared, se rehusaba a mirarme- Dylan, por favor, soy yo -dije tirándome al piso, no sentía mis piernas, hice un esfuerzo para moverlas, pero era inútil- mierda -maldeci mientras golpeaba el piso con mí puño, me arrastré hacia donde él estaba, seguía con sus manos pegadas a la cara, parecía un pequeño niño asustado de mirar por si fuera un monstruo- Dylan, te lo ruego, mírame, te encontré...por fin te encontré -mi mano derecha toco su mano izquierda, él se sacudió para que lo dejara- DIOS DYLAN, MÍRAME, ESTOY ASUSTADA, NO PUEDO MOVERME, NI SÉ DÓNDE ESTOY, NO SÉ QUE ME PASA, AYUDAME DYLAN, SOY YO, SOY GABRIELA, SOY LA QUE TE MOLESTA, LA QUE ES UN DOLOR EN EL CULO PERO QUE AMAS IGUAL, DIOS DYLAN YO TE AMO -le grité con todas mis fuerzas, sentía como me quitaba un gran peso de encima, ahora era yo la que lloraba, estaba muy asustada-
- ¿Holmes? -me preguntó, quito sus mano de sus ojos y sonrió al verme- sos vos, realmente sos vos
Él se acercó a abrazarme, por primera vez desde hace semanas lo tenía ahí, estábamos juntos. Su cabeza descanso un momento sobre mí cuello y la mía en su hombro, esto parecía tan real que temia que fuera mentira.
- Un momento ¿cómo estás acá? -me preguntó alejándose de mí-
- No lo sé...solo recuerdo que veníamos con el grupo a rescatarte a vos y Thomas, y ahí es una laguna mí mente -el agachó la cabeza y negó mientras llevaba sus manos detrás de la nuca-
- Nos tienen -dijo parándose, estaba por preguntarle que pasaba, pero mi desesperación crecía porque era incapaz de mover las piernas-
- Dylan, no puedo -dije golpeando mis piernas y llorando, él se dio vuelta y volvió a sentarse a mi lado tomó mi mano y sostuvo mi barbilla para que lo mire- -
- Está bien, solo intenta de a poco, tenés que tener control sobre tu mente -miré sus manos y estas sostenían las mías con delicadeza, posó una de sus manos sobre mi pierna derecha- solo inténtalo -dijo suavemente, calmado-
Suspire y cerré los ojos, intentaba mover las piernas, pero sentía que no podía, sentí el tacto de la mano de Dylan acariciando mi rodilla y me concentre en eso, en su tacto, pronto sentía como mi pierna derecha se iba despertando y recuperaba su movilidad, cuando volvió a la normalidad miré a Dylan con una sonrisa que el ya tenía.
- Tenemos que salir de acá -dijo él ayudandome a levantarme, se encaminó a la puerta y se fijó por la perilla de la puerta el exterior-
- Dylan, que pasó? -le pregunté, él se relamio los labios y se tocó la nuca-
- Estamos conectados a unas máquinas donde nos hacen vivir nuestros recuerdos, estamos dentro de nuestras mentes -dijo apurado, empezo a caminar por la habitacion mientras se tocaba la nuca-
- ¿Como que a nuestras mentes? -le pregunte siguiéndolo, el me miro enojado y yo me encogi de hombros, siguio caminando como si estuviera nervioso, me apoye sobre la pared-
- Hace años que intentan probar esto, y nosotros somos los primeros participantes, solo no caigas en las trampas- dijo llevandose la mano a la boca, se empezo a comer las uñas, hice una mueca- oh no me juzgues -dijo sacandose la mano y llevandolas detras de la espalda-
- ¿Que trampas? -le pregunte llevando mis manos a mi boca ¿que estaba haciendo? las aleje rápidamente-
Editado: 13.04.2019