Fallens

Capítulo #33 (enemigo inesperado)

-Vaya, tu si que eres un tonto optimista Kensel, conoces la capacidad de maldad que tienen esos seres oscuros. Sabes de lo que son capaces de hacer, ahora ya, no descansaran hasta acabar con todo lo que, amenace sus planes. Tu aun no controlas tus habilidades, ni sabes manejar esa fuerza extraordinaria que radica en el interior de tu espíritu. Esos enemigos que nos aguardan; ellos nadan como los peces en el agua, conocen sus fuerzas, ya que ellos provienen de ese tipo de naturaleza oscura etérea. En ningún momento olvides que tú no eres un ser superior completo, eres como una especie de híbrido.

 

--Por un lado está, tu parte mortal humana, que te hace vulnerable, por el otro lado esta, tu parte no angel osea la parte sobrehumana la que te da el poder y las habilidades para luchar como uno de ellos; Pero te has puesto a pensar que a medida que avancemos más en este plano, nuestros enemigos seran más poderosos y despiadados. Como hombre mortal ¿qué tanto crees, tú que podrás tolerar tu cuerpo? Hasta antes de llegar a su límite y colapsar. Eres fuerte sí, pero no hay que desconocer que el poder y las fuerzas superhumanas que ahora tratas de controlar, estan y van más allá quizás de tus límites.


-Lirian todo lo que me has dicho es verdad, pero no pienso detenerme, lo que vamos a hacer es regresar a la ciudad de Magedons a ver de nuevo a Gaia; quizás él sepa o puede encontrar una; forma de que yo, pueda utilizar todas estas habilidades al máximo sin que mi cuerpo tenga que sufrir tanto daño. --Esa parece ser una buena idea, si hay alguién que puede ayudarte a encontrar una solución a esta situación es Gaia.-Bien entonces pasado, mañana regresamos a la ciudad de Magedons. Has hoy todo lo que debes hacer en esta ciudad Lirian, porque después ya no regresaremos.

 

--Lirian me miró, por un momento con expresión interrogativa, yo guarde silencio y salí de su habitación. Después de hablar con ella, entre a mi habitación y me sente en la cama cerca de la ventana, veía como algunos trenes iban y venían en las vías férreas. La estación de trenes de esta ciudad es muy concurrida, toda su estructura está, hecha en acero y metal reforzado, su techo es de cristal por el cual desde su interior se puede ver el cielo y los alrededores. En ese momento, recordé esa extraña y abandonada iglesia en la cual había visto a Lirian. Saque el estuche de guitarra que guardaba bajo la cama y lo abri, tome la funda que contenía la espada.


--Salí dispuesto a resolver ese interrogante que me inquietaba y que se había metido ahí, como una astilla en mi mente. Que era lo que Lirian sabía de ese lugar que me estaba ocultando. Las horas transcurrieron, pronto ya iban a ser las 5:00 p.m cuando me encontraba frente a las puertas de aquella vieja y abandonada edificación en ruinas. Sin vacilar ni pensarlo, entre al interior del recinto. En su interior solo reinaba un silencio tenebroso y una calma abrumadora. Los cúmulos de sillas habían desaparecido y en medio del salón había un hombre sentado en el piso, con los brazos abiertos, dándome la espalda.-¡Ah, eres tu de nuevo forastero! Dime ¿qué es lo que buscas? ¿Porque hozas romper la tranquilidad de mi simetría?.

 

--Que haces en un lugar solitario como este. ¿Acaso te oculta?.-No tengo porque hacerlo este es mi hogar, dime ¿en que puedo ayudarte? ¿Puedo ver que no eres de por aqui No eres de por aquí verdad?. Sé que andas en busca de algo; lo sé porque puedo sentir la intranquilidad en tu espiritu. Exclamó levantandose del piso, luego giro su cuerpo, hacia mí; su vestimenta era la de un clérigo o cura, en ese momento me miro directamente a los ojos, su apariencia era la de un hombre inofensivo, nose porque dejó escapar una sonrisa a medias, una sonrisa maquiavélica. Empezó a caminar despacio hacia mí, entonces empecé a sentir, ese tipo de percepción maligna extra evidente. Podía ver como el entorno del lugar se hacía cada vez más pesado, como oscuridad cristalizada; manifestaciones de voces y ruidos de naturaleza demoníaca se comenzaron a escuchar en todos lados de aquel recinto.


-¡jajaja! ¿Qué sucede extreño? Sabias que la muerte es un asunto solitario, y que en cualquier momento o lugar la puedes encontrar.-eso lose predicador, pero a qué viene, tu expresión; no sé que tienes en mente, pero sé que alguna vez fuiste un hombre de fe, ¿qué sucedió contigo?.-Nada solo abri mis ojos y descubrí la verdad que se esconde entre el cielo y el infierno. Si te encuentras del lado del bien te perseguirán y sufrirás como loscondenados malditos sin redención. En cambio, si estás, del otro lado; tú serás quien haga sufrir a todo miserable que se cruce en tu camino.

 

-pero que tonterias estás diciendo tengo que hacer el mal para no sufrirlo. Tal parece que este encierro, te ha vuelto loco predicador. La verdad nose que pasa contigo, pero puedo ver sentir una gran energía oscura y maligna emanando y queriendo manifestarse en tu ser. ¿Quién eres en realidad? Muestrate ante mí, como realmente eres. Exclamé tratando de retoceder, pero mi cuerpo estaba paralizado, mire mi entorno y aparecieron ante mí, rodeándome muchas hojas de papel blanco que contenían un signo dibujado en el centro.




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