Capítulo Ocho:

La verdadera defensa es la capacidad de anticiparse al peligro antes de que llegue.

La brisa fría de la noche hace que me estremezca. Estoy esperando a Scar que venga por mi, a lo lejos veo que se acerca un Jeep Grand cherokee azul que se estaciona enfrente de mi casa, el vidrio del acompañante se baja dejando ver a Scar.

—Sube, siento la demora —se disculpa una leve sonrisa se dibuja en sus labios.
Me subo al vehículo y Scar lo pone en marcha.

—¿Por qué tardaste? —juego con mis dedos intentando tranquilizar mis nervios.

—Tenía que resolver unos asuntos —admite, su mirada permanece en todo momento observando la carretera.

—¿Cómo cuáles? —inquiero con curiosidad.

—Asuntos que no son de tu interés Firesight —da por finalizada la conversación, dirijo mi mirada hacia la ventana.

No sé cuánto tiempo pasa cuando vuelvo intentar otra conversación con él.

—¿Puedo hacerte una pregunta?

—Puedes, lo otro es que la responda —comenta con sarcasmo, la esquina de su labio se alza levemente.

—¿Qué te sucedió en el rostro? —no me atrevo a mirarlo a la cara, así que me mantengo observando su reacción a través del vidrio, aprieta con fuerza el volante.

—Recuerdos que te deja el trabajo al ser un cazador —responde tajante.

El ambiente comienza a sentirse un poco pesado e incómodo; no se si deba contarle lo del mapa que hice en clases o debo mantenerme en silencio, me mantengo en un debate internó, hasta que el vehículo se detiene.

—¡Sal de vehículo! —ordena Scar, pestañeo un par de veces, hasta que captó que ya hemos llegado y Scar yace de pie junto a la puerta abierta del acompañante, con una mirada calculadora y fría.

Salgo del auto con las mejillas sonrojadas por la vergüenza que acabo de vivir, lo sigo por todo el almacén, hasta llegar a la puerta metálica en dónde hace el mismo procedimiento que le ví hacer a Blaze, llegamos nuevamente hasta la habitación en dónde estuve anoche, le doy un vistazo de nuevo con más tranquilidad al lugar, me percató en Blaze no se encuentra aquí.

—Sígueme —ordena.

Scar camina con pasos apresurados, suelto un suspiro antes de comenzar a caminar detrás de él, me guía por el mismo pasillo por dónde lo ví salir ayer. Al final de este se divide en tres, Sacar se dirige al pasillo derecho, ambos caminamos en silencio, las paredes están decoradas por runas doradas, junto con algunas especies de armas puestas como en exhibición.

Scar se detiene enfrente de una puerta tallada con el mismo sello de los cazadores, Scar la abre de un empujón, está emite un pequeño chirrido, él se voltea a verme y una sonrisa ladeada se forma en su rostro.

—¡Veremos de qué estás hecha! —murmuró con sarcasmo.

Ambos nos adentramos a la habitación, algunas lámparas de estilo industrial cuelgan en puntos estratégicos, para dar un ambiente rústico, las paredes están revestidas con paneles de madera oscura con detalles de acero, dando una sensación de fortaleza y seguridad. En algunas secciones, hay compartimentos para armas y equipo.

El espacio es amplio con colchones de artes marciales en el suelo para absorber el impacto, hay soportes para escudos, espadas de entrenamiento y diferentes tipos de armas de cuerpo a cuerpo. Varios sacos y maniquíes de goma para practicar golpes, algunos maniquíes tienen unas características extrañas.

A lo lejos hay una especie de gimnasio, equipado con pesas, barras, cintas de correr y otros aparatos para mejorar la fuerza y resistencia. También cerca del gimnasio hay una pared completa dedicada a diferentes tipos de armas desde ballestas, cuchillos, arcos y flechas, hasta armas de fuego modificadas, cada arma está cuidadosamente etiquetada y mantenida en perfectas condiciones.

En la pared izquierda está cubierta de cabezas y pieles de criaturas sobrenaturales que adornan como una especie de trofeo de recordatorio de las batallas pasadas símbolo de victoria. En las vigas y columnas del lugar tienen inscripciones rúnicas y símbolos grabados.

—¿Qué son esos símbolos? —señaló las columnas, Scar permanece cerca del Gimnasio quitándose su chaqueta, al escucharme dirige su mirada hacia mí.

—Son runas y símbolos de protección —confiesa, comienza a sacar algunas cosas de sus bolsillos del pantalón.

Continúo girando sobre mi eje analizando todo el espacio, dejo mi mochila cerca de una de las columnas, escuchó las pisadas de Scar venir en mi dirección, me volteó para encararlo, se detiene frente a mí dejando un espacio considerable entre ambos. Mantiene una expresión neutra, las luces fluorescentes del lugar le dan sombras a partes de su rostro dándole un toque de aire valeroso.

—Hoy, nos enfocaremos en lo fundamental, postura y equilibrio, vamos a tomarlo paso a paso —explica con voz firme.

—No sé si podré hacerlo, nunca he luchado, pero daré lo mejor de mi —admito con un poco de nerviosismo.

—Todos comenzamos desde cero en algún momento, hoy aprenderás a moverte con equilibrio, la postura es la clave de todo lo demás —expresa con una sonrisa ladeada.

—¡Estoy lista! —asiento lentamente.

—Bien, también te enseñaré algunas técnicas básicas de defensa, es importante que sepas cómo protegerte —añade—, no solo para enfrentarte a enemigos, sino para sentirte segura en cualquier situación.

—¿Y si no soy lo suficientemente fuerte y ágil? —mi inseguridad comienza a susurrarme en el oído.

—La fuerza es importante, al igual que la agilidad, pero la técnica y la estrategia son lo que marcan la diferencia —explica mirándome con intensidad a los ojos—. Aprenderás a usar tu cuerpo de manera eficiente, recuerda, también practicaremos cómo usar tu grito de manera controlada y a tu favor.

—Entiendo ¿Qué más haremos? —interrogó con más confianza.

—Quiero que estés en la mejor forma posible para enfrentar cualquier desafío.

Además, discutiremos el entorno y cómo utilizarlo a tu favor. Cada lección será un paso hacia convertirte en alguien capaz de protegerse —comenta cruzándose de brazos, haciendo que sus músculos se marquen.