Falsa Ilusión

CAPÍTULO 4

17e8b0fb43c5b354198568337594.jpg

-¿Si sucede eso que harás?

-No lo sé Nora, no se me ocurre ninguna otra opción.

-Si regresas podrías inscribirte en la universidad, en la mía aún quedan plazas.-ofrece Nora desde el otro lado de la pantalla.

-Podrían hacerlo, pero sabes qué pasa si regreso, mi fracaso no me dejaría ni mirar a mis padres, llore para que me dejaran salir del pueblo como para regresar de esta manera.

-Lyon y Adel no les importaría eso, es más le agradecerían al cielo.

-A mí si me importa, me gusta este lugar, aún hay tiempo, dejaré que pensar así y encontraré alguna forma de mejorar.

-Sé que lo harás, pero asegúrate que esa forma no acabe contigo.

Continúo hablando por Nora hasta que Mara y Jim pasan por mí, esta noche iremos a la fogata.

Pero antes estamos cenando en uno de los restaurantes locales.

-¡Mmm! Esto está riquísimo-afirma Mara tomando otro bocado de su planto.-tienen que probarlo.

Mira a Jim y este entreabre sus labios aceptando la comida que Mara le ofrece de su tenedor.

-¿A que sí?- interroga Mara.

Jim por su parte a notado mi atención en el gesto por lo que se ruboriza.

-Sí, tienes razón.

La intención de Mara de repetir el gesto que ha hecho con Jim ahora conmigo es notorio.

Prefiero tomar la comida con mi tenedor.

-Lo haré con- antes de que termine de expresarme parte de su platillo ya yace en mi boca.

Los condimentos de las papas y la carne asada derriten mi paladar.

Está muy bueno.

Con mi tercera bocanada casi me atranco al escuchar que me hablan.

-¡Aurora!

Verlo ahí parado junto a nuestra mesa casi hace que me atore a la velocidad con la decido ingerir lo que queda de comida en la boca.

- Jace, como estás!- respondo levantándome de la silla.

¿Pude haberlo saludado mejor?

No lo creo, encima más retirando con mi puño las migas de mi boca.

-Todo bien, ¿son tus amigos?-dice mirando a mis compañeros

No dos desconocidos que acabamos de recoger de la calle.

Ey, no es momento para que hacernos la graciosa.

- Mara y Jim.

-Soy Jace-dice extiendo su mano en saludo.-¿estarán en la fogata?

-Si en un rato iremos.-respondo.

-Jace!- gritan alguien desde el otro extremo de la sala.

Es la chica de la anterior ocasión.

Existe unos segundos se silenció donde ambos intercambiamos mirada, supongo que en esta parte nos despedimos.

Como él no da el paso decido darlo yo.

-Bueno, nos veremos en la ...

Su mirada viaja un par veces de nuestra mesa a la mesa de sus amigos.

-¿Quieren unirse a nosotros? También iremos a la fogata.

Miro a Mara y Jim, pues he venido con ellos por lo que espero conocer su opinión antes de decidirme.

Ellos afirman a la par.

Sí, bien iré con Jace

-¿Sí?-me pregunta Jace observándome.

-Claro porque no.

En un par de minutos en nuestra mesa hay tres personas más.

-Aurora, estos son mis amigos, Martina, Aidan y Demian.-los presenta Jace

-Que tal- saludo un poco nerviosa.

Corrección un poco más nerviosa porque nerviosa ya estaba.

-Chicos ella es Aurora mi compañera de piso y Mara, Jim, sus amigos.

Los temas de conversación salen a flote con naturalidad, son muy simpáticos y no tardan nada en llevarse bien con Mara y Jim.

-En esta semana Demian y yo-habla Martina-participamos en combate con una de las clases de primer rango.

Escuchar aquella línea activa todas mis alertas prestando más atención a lo dirá.

>>Y no es por ofenderlos a ese grupo pero fueron muy flojos, no había tenido enfrentamientos tan fáciles antes, un compañero le dijo a Demian que alguien del grupo se desmayó, qué patéticos.

Trago grueso ante aquella mención sin duda de quien habla es de mí.

Tengo muchas ganas de hablar y corregirles que estuve a punto de desmallarme, más no sucedió eso.

Bajo la mesa recibo un cálido apretón más arriba de mi rodilla, de quien procede es de Mara.

Me observa y disimuladamente me sonríe.

-Qué mala suerte la de ellos, nosotros aún no tenemos la desgracia de su visita, seguimos en entrenamiento previo.-responde Mara observando a Jim.

Quien a su vez afirma con su cabeza, y agrega algo que hace más veredicto el argumento de Mara.

Creer que la intervención de Mara provocaría el cambio del tema me convierte en una ilusa.

Porque ahora tengo que escuchar como Martina narra su experiencia y su alto desempeño y el sus compañeros durante su primer año.

Aunque el cielo se apiada de mí al no permitir que comparta el mismo auto que nos llevara a la fogata ya es demasiado tarde para evitar no sentirme mal al recordar mi fracasado desempeño.

Los conferencistas motivacionales se equivocan al creer que tener aptitud era todo lo necesario para poder lograr algo.

Yo tenía la aptitud, pero no el suficiente valor para silenciar el pesimismo que me atacaba en momentos inoportunos como este.

Al lugar al que llegamos es un bosque de altos árboles que la noche oculta sus cimas, caminamos por la guía de luces enredadas entre las ramas llegando al gran grupo presente que comparte el momento entre risas y bebidas.

Tomo asiento en la manta que anteriormente desplegué, me dedico a escuchar aquellos que han decido exponer su talento esta noche tocando sus instrumentos o demostrando sus habilidades.

Cuando el reloj marca las diez anuncia que pronto iniciara la fogata por lo que muchos van en busca del artefacto necesario para efectuar esta ceremonia.

Dicho artefacto es una rama.

Me separo de Mara y Jim al ir por una rama perfecta, busco una rama a punto de quebrarse de un árbol, una que se encuentre tambaleando entre su tronco y el viento.

Una vez que la tengo entre mis manos me dispongo a regresar con los demás aun cuando identifico a Jace junto al pequeño lago.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.