Falsa Ilusión

CAPÍTULO 8

-¿Como te encuentras?-tantea Jace.

-Un poco cansada, pero puedo aguantar más.-me paro para retomar nuestro cardio.

-Aún no acaba el descanso, vuelve sentarte-lo hago notando como su mirada se encuentra fija en su botella de agua.

Y sus dedos juega con la etiqueta de esta.

Se ve tan tierno.

Me pregunto cómo era de niño, ¿seguirá manteniendo rasgos del infante que fue algún día?

Que tengo con maquinar de repente pensamientos innecesarios.

-Me refería a-hace una pausa.-tu ánimo.

A que viene la pregunta, si me he mostrado estable durante nuestros entrenamientos.

Sabes que no se refiere a eso.

Lo sé, sin embargo, a que viene la pregunta si no le he dado razones para cuestionarme.

Ya.

-Me siento-confundida, cansada y estresada-bien, sí bien.-sí lo repito sonaré más segura.

-¿Segura?-alza la mirada volviéndome su centro de atención

No me mires a los ojos que me es más difícil mentirte.

-Sí, ¿por qué?

Una vez que respondo, direcciono mi vista al campo atardecido.

-No por nada, cambiando el tema, ya no entrenaremos.

Su confesión me toma por sorpresa, esquivarme de sus ojos ya no me importa.

Lo reparo, intentando hallar aunque sea una pizca de broma en esto.

Sin embargo, su mirada y todo su rostro se ha vuelto perder ahora en el suelo.

>> solo será por unos días.-¿cuántos en específico?- eso creo -balbucea aquello, pero lo siguiente es más firme- si deseas puedo pedirle a Martina que te ayude, practicarían lo mismo, o puedes tomarte este tiempo para descansar, ¿Qué prefieres tú?

¿Qué prefiero yo?

Yo prefiero de una vez por todas entender lo que me sucede.

Es decir no me gusta nada idea de saber que no entrenaré con Jace, pero podria caerme bien ese tiempo para aclarar mi mente,

Tenerlo en todas parte no me ayuda para nada.

¿Por qué debo complicar mi existencia de esta manera.?

-La ayuda de Martina me caería bien.-finalmente contesto.

Al terminar de entrenar desisto de la invitación que Jace me hace para acompañarlo a la cena que tiene con sus amigos con vagas escusas.

Lo que queda de la noche me la paso en mi habitación reconsiderando las cosas.

De nada me sirve, pues vuelvo al punto al que inicié y más confundida que cuando empecé.

Al despertar salgo cautelosamente como lo he venido haciendo durante casi una semana.

Tomo el desayuno con Mara y Jim para luego dirigirnos a nuestra primera clase.

Las clases pasaron bastante rápido, casi ni las sentí o creo que todo fue gracias a la descarga de serotonina que recibí en clase informativa y adicionalmente en clase de idiomas.

Tuve un excelente en lección y exposición de estas.

De camino al piso voy pensando a quien le debo de avisar primero de este significativo avance, a mis padres o a Nora.

Podría hacerlo a la vez, reenviar el mensaje a todos los destinatarios aun así el orgullo que me abarca es más grande como para hacer eso simplemente.

Estoy tan orgullosa porque todo pinta que las cosas al fin me irán bien.

La tercera figura se cola en mi mente es:

Jace, tengo que contárselo primero a él.

Puedo estarlo medio, casi, poco, evitando no obstante no quiero ser desagradecida cuando fue con él con quien practique mi exposición de francés.

Sí, practique una exposición con Jace, me porte completamente neutral y siempre mantuve el tema de mi estudio, aunque al finalizar recibí un cumplido por su parte lo ignore hasta que lo olvide.

O eso intente.

-Tienes que saber que el piso desde ahora seremos tres: tú, yo y mi increíble sobresaliente, te aviso para que no sientas envidia por tanta atención que le daré.

Grito de camino a su habitación.

-Jace-otro golpe a su puerta-Jace.

Por unos segundos me quedo inmóvil para detectar mejor si existe señal de su presencial.

No lo hay, aun así llamo una última vez..

No está, recuesto mi cabeza en su puerta, sacando mi celular.

La hora que me refleja en la pantalla, indica que Jace ya debería estar aquí, normalmente a esta hora ya lo veo rondando por el piso.

Paso de inmediato a revisar mis mensajes, y en efecto entre los cinco chats pendientes que tengo está el de Jace.

Doy clic en su foto de perfil antes de leer sus mensajes.

Sin planear mis labios se van elevando a medida que observo más la foto, sonrió por ver a Jace de lo que se supone disfrazado de Flash.

Paso a los mensajes:

El mensaje me aflige porque eso se traduce a:

El mensaje me aflige porque eso se traduce a:

"Me he ido ya y esta es mi despedida".

Ni un hola, en serio, bueno eso no es lo que me importa.

Creí que se despediría en persona, aunque no fuéramos al entrenar o cenar, yo qué sé, me hubiese conformado con pocos minutos incluso con segundos de su presencia.

Debes estar bromeando.

Te atreviste a creer aquello cuando eres consiente de comportamiento que has presentado con él.

Como siempre teniendo la razón, insoportable conciencia.

Soy una tonta.

La suprema grandísima más tonta que puede existir en la tierra.

Toda esta semana no hice más que rechazar a Jace, de toda las formas posibles.

¿Y todo por qué?

Por una mendiga compleja confusión.

Porque pensé que apártame de él haría que la respuesta que busco salga por sí sola.

Pero lo único que he logrado es confundirme más y por como pintan acabar con mi vida social.

Independiente de lo que esté cultivando por él en mi corazón, Jace ha sido muy agradable desde nuestro primer encuentro.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.