Desde que desperté esta mañana, todo va de maravilla. clases, no resultaron nada mal , estuvieron relativamente entretenidas incluso la clase del capitán Russo, fue suspendida a media clase por se tuvo que retirar.
-Que lastima, con lo tanto que nos estaba gustando la clase.-exclamo Mara.
-Mis piernas ya estaban preparadas para continuar escalando.-hace un puchero Jim.
-Y con lo motivada que habia venido hoy.-les sigo el juego.
-No debemos desperdiciar este tiempo de calidad ni este gran salón que hay.-sonríe con malicia Mara.
Y fue así como de dieciocho pasamos a tener cinco años, y aparentar que el salón de entramiento era un cuarto de juegos.
Las colchonetas, el trampolín, el cuadro de rin, y todo implemento útil para optimizar nuestra diversión fue útil.
Admito que por instantes era consciente de las miradas que nos observaban, me ponían nerviosa pero la energía de mis amigos me hacían olvidarlo aquello. Y creo que todo mejoro cuando lo más criticones del salón se marcharon.
-Tenemos que enseñarle nuestro mejor acto de la gimnasia.-exclamo Mara.
Jim parece dudar por unos momentos aun así responde:
-Sola una vez.
-Solo te digo que vas a quedar boquiabierta.- me dice Mara.
Jim se inclina un poco, flexiona sus piernas, toma las manos de Mara, por su parte ella apoya un pie en su muslo y luego en sus hombros, usando el agarre de Jim para impulsarse hacia el aire con gracia.
Su único soporte como ya lo he dicho son sus manos entrelazas a la Jim, sonríe, y el siguiente movimiento casi hace que me de un infarto pues en segundos veo su silueta caer, pero al parecer todo es parte del espectáculo.
Jim la sigue sosteniendo de sus manos y en lo bajo, toma el impulso y Mara vuelve a estar en el aire con sus pies a nivel de sus manos, es un arco en el aire.
No podía creer lo que veía. Mara tenía razón: quedé completamente boquiabierta.
Jim se comienza a mover aun con Mara en sus manos, pronto esta de rodillas y luego.
Carajo, está haciendo un slipt.
Mara continúa cambiando de posición de arco a estirarse completamente como al principio. Con un último movimiento, Jim extiende sus brazos hacia los lados, y Mara desciende con la gracia de una pluma, ocupando el espacio que su amigo ha creado. Ella aterriza en sus brazos con una elegancia que me deja sin palabras.
Observa la manera en la ambos permanecen juntos, me desconcierta, sentía que sobraba en la escena.
Se veía como un momento tan íntimo para los dos que, tal vez, si tocaba el violín, podría perfeccionar el ambiente y ayudar a que la joven pareja consumiera la tensión creada por su cercanía.
Así como en el películas de romance, un momento efímero cargado de pasión y deseo.
Solo para ustedes voy a admitir que esa fue la primera vez que note la química que había entre Jim y Mara.
Los aplausos llenaron el salón, y se vieron obligados a separarse, aun así no percibí incomodidad en el par, siguiendo el juego tomados de la mano dieron una reverencia a los espectadores.
La jornada habia pasado tan rápido, que no había notado las horas transcurrir , para cuando fui consciente del día, ya estaba de vuelta en el piso, lista y arreglada para lo que creo que fue el motivo de haberme sentido tan bien el día de hoy.
Volvía a entrenar con Jace, y lo mejor era que nos concentraríamos en el combate.
Por cómo me fueron las cosas la última vez que lo practiqué, decidí que era mejor entrenar en el piso, dejar la sala libre antes de humillarme en público.
Nunca comprendí la inclinación que nos surgía hacia ciertas prendas de vestir cuando otra persona las usaba hasta esta tarde al ver a Jace usando una camisa de compresión.
Y con el chándal que completaba le iba de maravilla.
Quizás el tiempo que no entrenamos o el despertar de esas mariposas me producían esta fascinación de observar cada paso que daba en el salón.
¡Limpieza en el pasillo 15, alguien ha dejado un charco de baba por culpa de su roomie!
-Decías-repito intentado dejar de lado mis pensamiento.
-Enséñame todo lo que sabes hacer-Ordeno Jace.
Cuando quieras.
!Basta, concentrémonos por favor !
-Y te corregiré cuando sea necesario
Tras debatirlo unos segundos tire mi primer golpe hacia el lado izquierdo de su mejilla.
-Aurora, no puedes tirar golpes con los ojos cerrados.
-Lo-o siento, no sé cómo decirlo, si te pego en serio, entonces te hare daño.
-No lo suficiente como que ya me han hecho en misiones anteriores.
-Jace.
-No, si quieres que esto funcione, tienes que simular que esto es real y olvidar que esto es un entrenamiento.
Y también que probablemente te gusta.
Asiento, y vuelvo a lanzar otro golpe, presenciado lo rápido que Jace se mueve para esquivarlo.
Sucede lo mismo un par de veces hasta que me pide que me detenga.
-No puedes esperar a que tu rival se recomponga de tu ataque para lanzar el siguiente golpe, míralo como jugar pin pon y no como ajedrez, entre más desgastes la energía más probabilidades ganar tienes.
-De acuerdo, lo hare.
-Sé tú quien control de la situación.
No pase de cinco golpes para detenernos de vuelta.
-La posición de tus manos en puño, puedes lesionarte, la de tu cuerpo, no te permite moverte bien.
-¿Cuál es la forma correcta?
- No te muevas.-pide.
Sigo con mis ojos a Jace, que me mueve en mi eje analizado mi postura.
Que por cierto saber que me observa inquieta hasta la última célula de mi cuerpo.
-Permíteme-dice cerca de mí.
Una corriente que me pone los pelos de punta se planta al sentir sus manos en mis caderas, las gira ligeramente.
-Para una postura correcta es esencial que siempre estés recta.-explica subiendo sus dedos sobre toda mi columna, me estiro de inmediato.
Un solo roce para despertar las sensaciones de aquel sueño que tuve hace un par de semanas atrás.
El trayecto no ha terminado, sus manos continúan recorriendo mis hombros y a poco llegan a mi mentón
-Mirada firme, te dará seguridad al golpear.
Tenía a Jace tras de mí y tan cerca, que podía si retrocedía menos de un paso chocaría con su pecho, sentiría su calidez al completo.
Y el tono en él me hablaba, estaba matando. Era una deliciosa tortura que me hacía estremecer.
-Tus brazos-benditas sean sus manos que se movían delicadamente a la vez que lo explica-cuando vayas a dar un golpe deben estar en un ángulo recto
Sus brazos son un poco más largos que lo míos pero se detienen perfectamente para cubrir mis manos con las suyas.
-Tus dedos va adentro menos el pulgar ,este abajo, cuando ataques debes presionar el puño el momento más cercano a tu rival para tener mejor al impacto.
Nos movemos aun con nuestras manos enlazadas, y no puedo evitar sonreír.
Sé que trata de enseñarme, pero su tracto y la manera en la me enseña me es fascinante.
¡Que nos siga enseñando así!
-Te noto muy tensa Aurora, relájate.-susurra en mi oído.
Como le explicaba que el origen de mi tensión era nuestra cercanía, su tacto, mis sentimientos, mis nervios, el recuerdo de un sueño despertaban los instintos lascivos de mi cuerpo.
-No pue……-me veo interrumpida …
-Shhh, esa palabra no existe, solo ataca, sin piedad ni limite.
Sus manos dejaron las mías y comenzaron nuevamente a recorrer mi espalda.
Disfrutaba tenerlo cerca aunque como repito me estaba muriendo de los nervios.
Esa una sensación alegre pero a la vez extraña.
Una oleada de algún sentimiento que ahora no sabría como llamarlo, me invadió desvaneciendo toda atadura que me confinada a disfrutar de esas sensaciones que florecían en mí.
Jace se movió sin embargo en ningún momento rompió la distancia, estábamos frente a frente
Dos pasos para obtener eso que deseaba.
Un beso.
Me atreví alzar la mirada, encontrándome con esos ojos que me enviaban cargas electicas cuando me miraba, bajé a sus labios, los mismo que me ahora mismo me parecían irresistibles.
Me puse de puntillas, apoyando mis temblorosos dedos en su camiseta.
-Hazlo Aurora.
-En-enserio?-titubeé mirando.
Asiente para decir:
-Aléjate.
-¿Ah?
Como si mis oídos hubieran estado sellados y de pronto se destaparan, volví en mí, escuchando y observando con nitidez la realidad que me rodeaba.
-La cercanía puede lastimarte.
-¿Por qué?
-Eres una nueva aprendiz.
-Soy una novata.
-Esa etiqueta no me gusta, eres una aprendiz reciente, la cercanía puede causarte solo desventaja y permitir con más facilidad que te neutralicen, ¿entiendes?
Doy dos pasos, rompiendo con la aproximación que me habia ilusionado.
La desdicha que me asechaba aun no me abandonada por que dar ese par de pasos provocaron que perdiera mi completo equilibrio.
Mi cuerpo se balanceo hacia atrás, exponiendo lo frágil que una interpretación me habia dejando y lo inútil que podía llegar a ser en ciertos momentos.
La gravedad reclama mi cuerpo, por naturaleza extiendo mis brazos intentado que mi fuerza sea mayor, aun así ya presiento que estoy cerca del suelo.
Sus manos firmes se aferran a mis brazos, despidiéndome del impacto que me esperaba.
El alivio me recorre mientras esa sensación de estar al borde de un gran desastre se esfuma, me incorporo aún con sus manos sobre mí.
Antes de que pueda reaccionar, sus manos me sujetan con firmeza y me atraen hacia su pecho. Siento su respiración tranquila contra mi cabello mientras sus brazos me envuelven en un abrazo que no me atrevo a rechazar.
-Del caos nacen las almas más fuertes.
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NOTA DE AUTORA:
!HAHAHAHAH Que fue ese show que se montaron esos dos!
Y me refiero a Mara y Jim 🙈. Que bueno aquí entre nos cada personaje tiene su pasado talentoso, que obvio vamos a ir descubriendo poco a poco.
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Editado: 26.04.2025