Era domingo por la mañana, el sol caía sobre mis pies descalzos, estaba en pijama (si así se podía llamar a la camisa de mil años del closet, al pantalón más flojo y cómodo de todos) sentada otra vez más en el sofá observando como mi compañero de cuarto preparaba algo en la cocina.
Mi presentación tenía una explicación, cuando quieres una respuesta de inmediato no importa qué hora es, ni como luzcas, cuando leí la nota bajo mi puerta, salí casi volando.
-Café para mí, té para ti.-me pasa la bebida para sentarse al otro extremo del sofá.
Quería preguntarle el porqué de su citación, aunque ya lo sabía ocupaba escucharlo de su propia boca.
-Primero perdón por marcharme de tal manera ayer.- bebió un sorbo de su café.- no quería soltar lo primero que se me cruzará a la mente, ¿comprendes?
Asentí, lo escuchaba y miraba atenta. Su postura era relajada pero había algo que lo hacía ver formal, como si esto se tratara de una reunión de negocios.
-Estaba pensado en que lo hablamos, en lo que sentimos, y en lo que quieres y en lo que yo quiero. Me gusta y te gusto.-intento reprimir mi sonrisa.- pero tambien tienes miedo de que tus sentimientos por mi reemplacen tus objetivos, yo tampoco quisiera eso, sin embargo analizando el situación no creo ser capaz de seguir ocultado mi sentimientos por ti ahora que lo sabes, entonces
-¿Entonces? – susurro, ¿ahora se mudará o algo por estilo?
-¿Qué tal si tenemos una cita?-hace una pausa.-solo una, como para cerrar esto y luego prometo que volveremos a lo siempre.
-¿No te mudaras?
-No, si no hay necesidad.
-¿Seguiremos siendo amigos?
Un silencio sepulcral por unos minutos
-Me será imposible, pero lo intente.-alza los hombros restándole importancia.
-¿Cuándo sería la cita?
-Hoy.-afirma.
¿Tan pronto?
-¿Hoy?-estaba segura de que casi lo dije gritando.
-Si, no tienes planes, claro.-negué con la cabeza-¿puedo traducir eso como un si aceptas?
¿Qué sí aceptaba? Nene ya lo sabes desde el primer día.
-Sí.
Pese a que acepte había una pequeña voz que susurraba que me estaba equivocando, no quise hacerle caso por lo que intentaba pensar en lo bueno de mi decisión. Era cierto que tenía miedo pero tampoco quería dejar pasar la oportunidad de experimentar mi primera cita.
Me arrepentía de no haber traído algo lindo en la maleta, bueno tampoco es como que pensé que tendría citas mientras empacaba, lo más rescatable que pude encontrar fue unos vaqueros negros junto a un top de tirantes que caían sobre los hombros, encima de esta me puse la chaqueta de mezquilla que Nora me había dejado.
Aun olía a su perfume y cuando desee que ese momento estuviera conmigo hablándome de como tendría que comportarme, qué hacer ante cualquier circunstancia o que tema podría sacar mientras caminamos. Era una inexperta necesitando a su mejor amiga.
Sali de la habitación no sin antes mirarme al espejo por quinta vez, estaba Jace en la puerta, con unos pantalones azules, una camisa blanca y un cárdigan verde, se veía guapo, como siempre.
Camine en su dirección y cuando llegue me pidió que fuera pedir el ascensor mientras él iba por algo.
El ascensor sea abrió, entre y estuve por dos minutos esperando, asumí que arrepintió y se fue a su habitación a esconder.
Ese truco es tuyo no de él.
Y fue cierto, apareció como si creer eso lo hubiese invocado de nuevo. Se había cambiado el cárdigan por una chaqueta de mezquilla del mismo color que la mía.
-Así combinaremos.-dice golpeado levemente nuestros hombros.- y esta cita no se verán tan improvisada.
Sonreí mirando nuestro reflejo en el espejo, lucíamos bien, estupendamente bien.
……
Manejó hasta una cafetería, íbamos a desayunar antes de oficialmente empezar la cita, el lugar era un lugar retro pero agradable para servirte tu primera comida del día con tranquilidad.
-¿Puedo preguntar algo?-hable por primera vez desde que salimos de fism.
-Todo lo que tú quieras.
-¿Por qué decidiste que hoy debíamos salir?
-Llevamos dos semanas sin hablarnos, creí que si la postergaba continuaríamos así hasta que fuera el día, en cambio sí era hoy, mañana volveríamos a la normalidad.
-¿Enserio crees que mañana podremos volver a la normalidad?
Un silencio se forma de nuevo arrepintiéndome por completo de haber hecho esa pregunta.
-Eso espero aunque sinceramente no lo sé.-cuando nos trae las bebidas, desenvuelve un popote y lo pone sobre mi vaso.
No vuelvo hablar hasta que el mesero se retira.
-¿Podemos poner reglas?-pregunto, creyendo que es la herramienta más eficiente y utilizada para casos que requieren mucho autocontrol.
Porque sí, autocontrol es lo que más necesito en estos momentos para terminar escapando. Los nervios nublaban mi visión haciendo de días fantásticos recuerdos malos. No quería eso.
-Si con ellas te sientes más cómoda, sí, pero máximo cuatro o cinco para que tampoco dejemos de un lado disfrutar de este día por seguir esas reglas.
Asiento, creo que es adecuado que le otorgue el beneficio de colocar al menos dos reglas a Jace.
-Lo tengo muy claro. -dice limpiándose las comisuras de los labios con la servilleta-Vamos a vivir este día sin preocuparnos ni preguntarnos que pasara mañana.
Touch directo a mí por sobre pensar siempre.
-Bien, segunda regla-mi turno- tenemos que ser sinceros sin importar nada.
Esa regla la he puesto porque presiento que esta cita podría bien termina siendo una cita ideal o un caos completo por la falta de comunicación.
Si esta va a hacer mi primera cita, quiero que sea una cita honesta y cómoda para ambos.
-No vamos a escapar-dice Jace meditándolo unos segundos después.- si algo surge mal o nos incomoda, lo hablaremos, nos daremos nuestro espacio pero no podemos escapar, ¿de acuerdo?
Segundo touch del día y esta va directo para mi orgullo.
#18204 en Novela romántica
#1950 en Detective
#466 en Novela policíaca
friendstolover, milicia y mafias, amor y traicion y misterio
Editado: 08.10.2025