CAPÍTULO 19

-Compañera de Jace.

Escucho a lejos.

-Amiga de Jace.

-¿Cuál era tu nombre?- la voz se vuelve más cercana .- Ey, como sea soy Aidan, ya puedes salir.

Abro los ojos de inmediato, no recuerdo haberme quedado dormida, lo último que hice fue agacharme como lo indico Jace.

-Ahí estás, vámonos.-camina Aidan de vuelta a su auto.

Enciende la radio y es el único sonido que se escucha hasta que estamos en la academia.

-¿De dónde vienes Jones?- pregunta el agente que custodia la entrada.

-De la fiesta a la que faltaste.-suelta sin pisca de humor alguno.

-Ni me lo recuerdes, debió estar increíble, ya le diré a Andy que me cuente todo.

-Si lo logra recordar.

-Tan buena se puso, hubi….

- Si-lo interrumpe.- como sea, necesito subir ya.

-Ya veo.-apunta con su linterna directo a mi cara, cegándome la luz.

-No- su voz suena tan brusca que me ofende.- solo le di un aventón porque su novio desapareció.

-Siempre puede aparecer uno mejor que el anterior.- sonríe dicho agente.

Tras devolvernos las identificaciones, el auto sigue hasta el estacionamiento, intento buscar el auto de Jace pero todo se ven tan iguales y la noche tampoco ayuda para encontrarlo.

-Gracias.-agradezco a Aidan y este se limita a sentir con la cabeza marchándose.

Busco a Jace en todo el piso y no hay ni una sola pista de su presencia. Pienso en escribirle aun así no lo hago cuando llegan a mi mente varios escenarios donde mi mensaje es su delator.

Soy una paranoica.-es lo último que me digo antes que me vuelva a invadir cien pensamientos más del final de Jace.

………………………….

Golpean la puerta con tanta insistencia que debo salir corriendo abrirla, pienso al fin llego Jace.

La esperanza se desvanece cuando la imagen tras de puerta es de Aidan y a su lado Martina. Al verme, ella se lanza a mis brazos de inmediato y retrocedo por el peso de ambas.

Tengo que sujetarla con fuerza cuando su cuerpo empieza a temblar, mi hombro se humedece, mis sentidos parecen regresar con el sonido de su llanto, intenta hablar, pero no comprendo ni una sola palabra, me apretuja más que es difícil soltarme, busco a Aidan con la mirada.

El la separa ,con dificultad, pero lo logra, ahora esconde su rostro en su pecho, no entiendo nada, pido explicaciones, Aidan responde pasandome su celular. Al ver la desgarradora fotografía, siento como todo mi cuerpo tiembla igual que el de Martina, no tengo equilibro ni control, presiento mi caída mientras las lágrimas salen por si solas.

-Aurora.

Despierto de golpe, mi visión toma segundos para aclararse. Llevo las manos al rostro y siento la humedad que quema en mis ojos y resbala por mis mejillas.

-¿Estás bien?¿Tenías una pesadilla?.

Me pellizco el tobillo, respondiendo al dolor que me emito compruebo que el Jace que está sentado a mi lado si es real y está vivo.

-Lamento que nuestra cita tuviera que terminar así.-habla cuidadosamente, su rostro está lleno de pesar.

-No es tu culpa.-tomo sus manos.

-No puedo evitar sentirme parte de lo que ocurrió.

-No lo eres, tú no enviaste a que nos persiguieran.

-No directamente.-su frase me deja confundida.-el auto en el que íbamos no era el mío, sino el de Demian.

Recojo mis piernas, descansando mi cabeza sobre mis rodillas, Jace se sienta junto a pies.

-Los detenidos declararon que los contrataron para que darle un susto, no tenían información suficiente más que las características del auto, por eso cuando nos rastrearon nos siguieron sin verificar la identidad.

Mis alarmas se encienden imaginando que pudimos ser asesinados en nuestra escapada.

Mi primera cita y casi se vuelve en la última.

-¿Nos rastrearon? ¿Saben que estuvimos en New York?

-Hackearon las cámaras de tránsito, nos localizaron y empezaron a seguirnos aproximadamente desde que salimos de Nueva York, cuando entramos en vía interurbana, los note, recline tu asiento por si traían binoculares, no lo tenía ni mucho menos parece que te vieron, así que técnicamente saben que iba solo.

-Pero si la central rastrea tus movimientos me van a identificar.

-No lo harán, el ataque esta siendo investigado para descubrir al principal porque quienes nos seguían hablaron de que fueron contratados por alguien en internet.

-No sabía que se podía hacer eso.

-Y muchas cosas más nefastas también.-ambos nos quedamos en silencio unos segundos.-me

-Jace.

Ambos hablamos a la vez chocando nuestras frases, con una seña me indica que hable yo primero.

-¿Por qué incluso me ocultaste de la central?-solté a fin la pregunta que había guardado desde que me bajé de su auto.

Volvíamos al silencio otra vez, sin embargo, es diferente al de hace poco, imagina que debía estar pensando Jace ahora mismo.

Ya saben siempre sobre pesando todo.

-Eres de primero, era de seguro que te preguntarían tantas cosas, que tan solo cruzar la puerta de interrogatorio ya sería motivo para que te conocieran en los pasillos, imagine que no querías eso.

-¿Ese es el verdadero motivo?.

-No.

Lo miré esperando más respuesta.

-Sé que te estás preparando para ser una agente, y decir esto es estúpido porque siempre estarás en riesgo, pero no quiero que sea tan pronto, me entiendes.

No, bueno, no por completo, preferí pasar de tema, calmar mis pensamientos y de seguro los de Jace también.

-¿Qué ibas a decir?.-le dije a Jace recordado su turno de hablar.

-Me alivia saber que estás bien … ue ambos los estamos.-dice tomando mi mano.-Aunque, la verdad, parece que ya se está volviendo tradición que nos algo nos pase cada vez que estamos juntos.

-Espero que no sea así ahora que estamos saliendo, porque con la suerte que corro, no estoy segura de que podamos salir bien de todas.

-¿Cómo?

-Sí, nos salvamos de esta por suerte pero la …

-¿Estamos saliendo?