Falsamente tuya

Capítulo 44: NUEVO AMANECER

Aren.

Miro a los hombres frente a mí, todos reunidos y esperando a que hable.

Me pongo de pie en mi sitio, mirando a Zaak a mi lado quien me da un asentimiento de cabeza.

—Me presento, Aren Russell —miro a todos y cada uno aunque mis ojos se posan en el hombre que está sentado en el otro extremo de la mesa, me mira de la misma manera.

Su cabello está completamente canoso, el blanco y gris le predominan en la cabeza, su piel blanca muestra la piel también arrugada, los años no parecen haber sido muy condescendientes con él. Nuestras miradas coinciden y los ojos verdes que poseen me recuerdan a la mujer que amo.

Aurora tiene sus ojos pero hay diferencias entre ambos. Los ojos de Louis Hogue muestran maldad, oscuridad y malicia. Los ojos de Aurora muestran todo lo contrario, paz, felicidad y vida.

—Mi cliente, el señor Russell, está interesado en adquirir Hogue Asociation —comienza a hablar Zaak, poniéndose de pie también y dirigiéndose a los hombres en la reunión. Me sorprende que toda la asociación de Louis sean hombres, no hay ninguna mujer aquí—. Hace un par de meses el señor Russell recibió una oferta de parte del señor Hogue, misma oferta que ahora mismo nos interesa tomar.

Arreglo mi saco y tomo asiento lentamente.

—No lo entiendo —la voz del hombre que encabeza la mesa resuena. Louis se dirige a mí—. ¿Por qué le interesa comprar mi compañía ahora cuando meses atrás se negó a mi oferta?

Levanto los hombros, despreocupado.

—Soy un hombre al que le gusta el poder —respondo con aires de grandeza—. Siempre que tenga la oportunidad de hacer crecer mi imperio, lo haré.

Louis mira al resto de los hombres que están aquí con él.

—¿Estás seguro de esto, papá? —un hombre rubio y de ojos verdes está a lado de Hogue, no puedo evitar mirarlo, trago saliva al saber que ese hombre es medio hermano de Aurora ya que al parecer es hijo de Louis y la esposa que Kelly y León mencionaron.

—¿Tenemos alternativa? —pregunta Louis de mala manera hacia su heredero, el rubio se encoge en su lugar, tener a Louis Hogue de padre debe ser un martirio, eso es lo que él da a entender.

—La oferta sigue en pie, señor Russell —habla uno de los hombres en la sala—. Estaremos dispuestos a escuchar si tiene alguna otra propuesta.

—Tengo un par —comienzo, después de que Zaak me da la aprobación para hablar—. El señor Hogue me ofreció el cincuenta y uno por ciento de la empresa a cambio de la cantidad de quince millones, esto me volvería socio mayoritario de la empresa —Zaak comienza a repartir documentos y papeles—. Yo vengo con otra oferta: veinte millones de dólares, por la empresa completa.

Todos me miran de inmediato. Asombrados y con los ojos bien abiertos.

Louis Hogue se pone de pie.

—No habla en serio —cuestiona ofendido—. Mi empresa no vale veinte millones.

—En realidad, señor Hogue, estoy siendo condescendiente, su empresa actualmente está bajando números, esto ocasiona que el valor de la empresa cada vez disminuya —señalo los papeles que Zaak ha repartido—. Veinte millones por una empresa que en cualquier momento va a desaparecer es un trato justo.

El rostro de Louis se llena de ira y lo entiendo, si yo estuviese en su lugar me ofendería de la misma manera que intenten arrebatarme mi patrimonio, legado e imperio de una manera tan cruel.

—No quiero ser socio mayoritario, quiero la empresa completa —aclaro. Los ojos verdes de Hogue llegan a mí, me fulmina y arde en cólera—. Veinte millones por la empresa entera o nada. Esa es mi oferta.

Louis parece que explotará en cualquier momento y aunque sus hombres también se han mostrado molestos, saben que deben aceptar o terminarán perdiendo más de lo que ya están perdiendo.

—¿Es la última oferta que tiene, señor Russell? —pregunta el hijo de Louis quien al parecer es el único tranquilo y no explosivo como el resto.

—Es mi última oferta —afirmo, en mi sitio relajado.

El hijo de Hogue mira al resto de los hombres mientras Zaak llega a mi lado y toma asiento, dándome un asentimiento.

—Creo que deberían aceptar la oferta del señor Russell —habla el rubio.

—Cállate, Harry —ordena Louis mirando de mala manera a su hijo quien de inmediato cierra la boca.

A comparación del padre, el tal Harry no parece ser una mala persona, por el contrario, parece que tener a Louis de padre le ha arruinado la vida.

—Tomen en consideración que al señor Russell no le gusta perder el tiempo —habla Zaak—. Y sean conscientes también de que propuestas como estas no cualquiera las trae a la mesa.

Veo como Louis traga saliva.

Saben que tienen que aceptar, nadie estará dispuesto a comprar el cincuenta y uno por ciento de una empresa que está desmoronándose, nadie se arriesgaría a ser socio en una empresa que está a nada de desaparecer. Si no aceptan mi propuesta y me venden la empresa entonces deben prepararse para la ruina completa.

—¿Entonces? —pregunto con cierto tono de aburrimiento—. ¿Me darán una respuesta o paso a retirarme?

Todos se miran entre sí mismos hasta que terminan posando la vista en Louis Hogue quien da un suspiro pesado y resignado.

—Acepto la oferta, señor Russell —habla el hombre, logrando que una sonrisa se pinte en mis labios—. Le venderé Hogue Asociation.

Me pongo de pie animado, no puedo evitar sonreír mientras miro a Zaak quien sonríe satisfecho también. De inmediato mi mejor amigo se apresura a tomar los papeles que le da a Hogue.

—Solo debe firmar —aclara Zaak pero aún así les damos el tiempo necesario para que lean todo, su abogado está también ahí, asegurándose que esto sea completamente legal aunque, no tenemos ninguna intención de estafarlos, eso no es lo mío.

Se nota que a Hogue le duele perder esta empresa pero sabe también que no tiene otra opción.




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