Un gusto conocerlo

—¿Profesor?

Alexa se quedó sorprendida, estaba segura que esa voz era la misma que contesto la llamada, no pudo apartar la mirada de aquel profesor. Un hombre alto casi de dos metros, hombros anchos y vestido con aquel traje negro de seda que solo él sabia portar, una mirada fría con una sonrisa forzada, pero a la vez seductora, era lo que caracterizaba a aquel profesor.

Las personas decían que las mujeres tenían un sexto sentido y el sexto sentido de Alexa le advertía que ese hombre le traería problemas.

Alexa veía al profesor con una mirada desafiante, apretando su puño soltó un suspiro para relajarse y solo espero que la charla terminara. Había todo tipos de rumores de aquel profesor que era millonario, que era guapo, que venía de una gran familia otros que era un amargado, un arrogante pero el que más destacaba era que es el hijo de un diputado, lo cual era cierto.

Adán Cris diputado de la Asamblea Nacional, ex Abogado Penalista reconocido en toda la facultad de Derecho. Se casó a los 25 años y tiene un solo hijo, Erick Cris.

¿Qué cómo sabían que era el hijo del diputado y toda esa información? Pues entres los profesores también había rumores y nunca faltaba el informante.

Pasadas las horas, Alexa tenía que ir a buscar su horario de clases a seccional, pero, para su sorpresa en seccional no se encontraba nadie más que él famosísimo Erick Cris, sorprendida, e inconscientemente, lo llamó.

—¿Profesor?

Erick volteó cruzando la mirada, parecía sorprendido por alguna razón.

—¿Si? —Respondió.

—¡Oh! Disculpe ¿no se encuentra el secretario? Vine a buscar mi horario.

—Salió un momento, ya no tarda en regresar, así que pasa.

Respondió Erick mientras se desabrochaba su chaqueta para sentarse cruzando las piernas y poniendo sus dedos índice en la frente y el pulgar en su mejilla.

Alexa podía sentir aquella mirada fría observándola.

—¿De qué facultad eres? —Preguntó Erick.

—Soy estudiante de Derecho — Alexa no se iba a dejar intimidar por su mirada y le respondió con firmeza.

—¿Semestre?

"¿Es esto un interrogatorio? ¿Por qué le importaría en qué semestre estoy? "

Pensó Alexa.

—Tercero.

—Que casualidad, yo le voy a dar clases a tercer semestre de Derecho —Respondió mientras sonreía y se acomodaba el cuello del suéter. dejando ver marcas de besos y mordidas.

"¿Chupones?"

Alexa se sorprendió recordando a Jone, cuando de repente llegó el secretario y este los presentó formalmente.

—¡Alexa qué casualidad! justo acabo de recibir los horarios, toma, aquí está el tuyo; y también te quiero presentar al profesor Erick fue uno de los mejores estudiantes de esta universidad como su padre.

El secretario era un anciano de 65 años, que aún seguía trabajando a pesar de su edad. Erick se levantó y volvió a brochar su chaqueta extendiendo su mano. Alexa no tuvo más opción que estrechar las manos.

—Un gusto conocerlo, profesor —Respondió con una mirada desafiante y un fuerte apretón de mano.

Erick la miró con frialdad y una voz indiferente.

—Un gusto, Alexa.

—Bueno, si me disculpan, me tengo que ir, me están esperando. 

Finaliza Alexa con una sonrisa para luego dejar el lugar.

Erick al escuchar que la estaban esperando no pudo evitar mirarla con asombro.

—¿Pasa algo profesor? —Preguntó el secretario.

Erick miró su mano y luego la apretó.

—No, solo que siento que he escuchado esa voz en alguna parte.

4:00 pm

Jone esperaba Alexa mientras veía su celular, en eso alza la mirada, ve Alexa que se acerca pensativa, desconcertada, casi molesta.

—¿Alexa, pasa algo? — Preguntó preocupado.

Alexa no escuchó su pregunta, evitando su mirada. Jone guardó su teléfono y tomó las mejillas de Alexa y suavemente las apretó, poniendo su frente contra la suya.

—¡Hey! Llamando a tierra ¿hola?

Alexa se sorprendió al ver la cara de Jone tan cerca, su corazón palpitaba como loco.

—Suéltame. Solo tuve un día agitado.

—Ok, ok.

Jone apretó fuertemente sus mejillas para luego soltarla. Subiéndose a la moto le dio el casco Alexa.

—Sube, te compraré helado para que se te quite.

Alexa aún se sentía confundida y no pudo evitar preguntar.

—¿Jone, estás saliendo con alguien?

Jone quedó desconcertado pero no era por la pregunta, era por la persona quien estaba detrás de ella.

"Un gusto conocerlo"

Fin