Falso Amor

Me alegra haberte conocido

*10 minutos antes*

*10 minutos antes*

Erick se encontraba cerrando su oficina, listo para marcharse a casa, cuando una mujer de ojos azules, cabello rojo y una sonrisa tan brillante como el sol se le acercó.

—¿Erick? O por Dios ¿eres tú?

Erick volteó a mirarla y quedó sorprendido al verla, sonriendo respondió.

—¿Laura? ¡Cuánto tiempo!

Aquella mujer llamada Laura se le acercó para darle un abrazo y Erick correspondió. Los dos se dirigían al estacionamiento cuando Laura se percató que había olvidado algo.

—¡Mierda! Se me quedaron unos documentos en la oficina, espérame en el estacionamiento mientras lo busco.

—Ok, te veo ahí.

Erick iba caminando cuando sus ojos se encontraron con aquel chico sentado en la motocicleta, los dos parecían ver visto un fantasma.

 Alexa se percató de la expresión de Jone, volteando así para ver lo que había visto.

—¿Profesor Erick?

Erick, al escuchar la voz de Alexa, volvió a sus sentidos, apretando el puño, y con una voz fría, respondió.

—Señorita Alexa, pensé que ya se había ido.

—Estaba a punto de irme.

Alexa notó que Jone aún seguía desconcertado y algo pálido. Se acercó y lo tomó de las mejillas para ver si estaba bien, cuando Erick vio que Alexa tomaba a Jone no pudo evitar arrugar el ceño.

—¿Estas bien, Jone? ¿Te due...? — Antes de que Alexa pudiera terminar de hacer su pregunta fue interrumpida por Erick

—¿Estas todo bien, Jone?

Los dos voltearon a verlo totalmente sorprendidos. 

—¿Se conocen? —Preguntó Alexa.

Jone tomó las manos de Alexa y las quitó de su rostro; con una voz algo nerviosa quiso hablar, pero Erick se le adelantó.

—¡Claro! Nos conocemos desde hace mucho tiempo. ¿No es así, Jone?

—Si... nos conocemos desde hace tiempo.

Alexa se sorprendió ante su respuesta, hundiendo su mente en preguntas.

"Entonces él..."

—¿Tú... ? ¿contestaste su teléfono?

—Así es.

Como un rompecabezas, Alexa iba uniendo las piezas.

—Tú.

Pero el rompecabezas fue destruido con la llegada de una mujer que tomó el brazo de Erick.

—Mi amor¿esperaste mucho?

Era Laura, tanto Jone como Alexa se quedaron desconcertados, Jone apretó fuertemente la mano de Alexa, que hacía ver que estaba molesto de alguna forma.

—No, de hecho estaba hablando con una estudiante y su novio. —Respondió Erick con una sonrisa hipócrita.

Alexa no pudo evitar sonrojarse ante su comentario.

—¿Qué? ¡No somos novios! — Gritó Alexa algo nerviosa, soltando la mano de Jone.

—Jajaj el amor juvenil es gracioso —Respondió Laura.

—¿Nos vamos? —Preguntó Erick.

—Por supuesto.  

Erick le abrió la puerta del carro a Laura, pero, desde principio a fin, las miradas de Jone y Erick estuvieron conectadas, ninguno podía apartar la mirada del otro.

Alexa soltó un suspiro, rascando su frente le preguntó a Jone

—¿Por qué no me dijiste que tu amigo era profesor de esta universidad?

—Yo también me estoy enterando ahorita.

—Yo también me estoy enterando ahorita

#memeculero*

Luego de eso, Jone llevó Alexa a su casa, pero antes haciendo una parada en aquellas escaleras, ahí se encontraban los dos comiendo un helado, mientras veían a la ciudad iluminarse.

—Sabes... mi papá una vez me dijo que si me sentía sola, contaras la estrella. Que si me sentía perdida las persiguiera, que ellas me mostrarían el camino que debía tomar. Han pasado nueve años desde que murió y aún no entiendo qué quería decir con aquellas palabras.

Habló Alexa mientras miraba el cielo con melancolía, como si anhelara algo; Jone la miró y acarició su cabeza mientras sonreía.

—Cuando era niño una mujer me dijo lo mismo, decidí creerle así que llevo 17 años persiguiéndolas, pero ese día cuando nos conocimos, las estrellas brillaban más que lo usual, cuando caminábamos sentía que me guiaban y sin darme cuenta termine viniendo todas las noches. Verte aquí esperándome me hacía sentir que no estaba solo, así que yo creo que las estrellas me guiaron a encontrarte.

 Alexa, al oír eso y ver su sonrisa brillar más que el mismo cielo, no pudo evitar abrazarlo. Se sentía feliz, su corazón bailaba al compás de las estrellas que iluminaban el lugar.

—Me alegra haberte conocido.

Luego de dejar Alexa en su casa, Jone se dirigió a la suya; una fuerte lluvia empezó a caer. Jone llegó mojado a su departamento, al entrar un perro de raza Golden, salió a darle la bienvenida.

—Hola, mi Kira preciosa, ¿Qué le pasa a mi niña?, ¿Quién es una niña buena?si...

Jone le hablaba a su perra mientras le acariciaba la panza.

—¿Dónde estará pudin?

—Pensé que nunca ibas a llegar —Resonó una voz desde las sombras 

Jone prendió las luces. Era Erick, quien se encontraba sentado en el sofá acariciando un gato blanco.

—Pensaba que estabas en una cita con aquella mujer —Respondió Jone mientras hacía puchero.

Erick río ante su comentario, soltando el gato se levantó y se acercó a Jone para acorralarlo ante la pared.

—¿Celoso?




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