6 meses después de la muerte de los padres de Jone.
—¿Ese joven de nuevo?
—¿Acaso no se cansa de venir todos los días?
—Por lo que escuche al paciente que viene a ver perdió a toda su familia, es el único amigo que le queda.
—Me pregunto cuanto tiempo aguantará venir a este manicomio.
Eran los murmullos de las enfermeras de un psiquiátrico que culminaron con risas frívolas, luego de aquel incidente Jone tuvo una crisis de estrés postraumático, lo cual sufrió ansiedad intensa, depresión, aislamiento social y hostilidad hacia las personas, Jone no podía volver a un orfanato, así que una corte decidió que fuera a un psiquiátrico hasta que fuera mayor de edad y pudiera recibir el tratamiento adecuado.
Erick lo visitaba todos los días, incluso los fines de semanas él estaba ahí. Jone poco a poco se fue recuperando, pero no era el mismo de antes, era como ver a un niño sin alma, lo cual le partía el corazón a Erick, aunque él tampoco había superado el trauma él siempre se mantuvo fuerte ante Jone. Al principio le costaba mantener una conversación con Jone, pues este se quedaba mirando hacia la nada y empezaba a llorar y Erick lo único que podía hacer era abrazarlo y llorar con él. Aunque en unos días hablaba como una persona normal, en otros días se quedaba completamente callado.
Los dos se encontraban sentados en el patio, Erick cortaba una manzana para Jone mientras este le contaba sobre su día, Jone solo se mantenía en silencio.
—Han pasado dos días… ¿hoy tampoco me vas hablar? —dijo Erick con tristeza.
—….
Erick tomó la mano de Jone y la apretó.
—No importa si no me hablas hoy, mañana lo volveré a intentar
Finalizó con una sonrisa luego de unos minutos Jone por fin habló.
—Hoy es tu cumpleaños.
Erick se sorprendió al escucharlo y con ojos llorosos y una sonrisa le respondió.
—Sí, hoy es mi cumpleaños.
—Feliz cumpleaños Erick.
Erick rompió en llanto al escucharlo.
—Gracias.
Erick cumplía 18 años ese día.
Fueron pasando días, meses y Erick seguía yendo todos los días a ver Jone, ya todos los conocían, incluso se hacía amigos de las enfermeras, de los doctores hasta de los pacientes. Erick siempre llevaba algo para Jone, cuadernos para que escribiera, libros, músicas, incluso bailaban juntos y con los demás ellos se convirtieron en la alegría de ese lugar. Un día Erick llevó una cámara lo cual despertó el interés de Jone, se sentía entusiasmado, pero no por la cámara si porque sentía que todos lo miraban a él cuando posaba para la cámara.
—¿Te gusta? —preguntó Erick a Jone quien revisaba las fotos.
—Me gusta, me hace sentir vivo. —Respondió Jone con una sonrisa, hace mucho que no sonreía así.
—¿te gustaría modelar?
—Claro, ya te dije me hace sentir vivo.
—No a mí, al mundo. —Erick sacó una revista y la mostró a Jone — ¿Te gustaría ser como ellos?
Jone se quedó sin palabras admirando las revistas.
—¿Crees que pueda ser como ellos? —Pregunto con ilusión
—Sí, si vuelves a sonreír como antes, estoy seguro que podrás hacerlo incluso mucho mejor. Solo tienes que dejar todo atrás. —Respondió Erick
—Si vuelvo a hacer como antes ¿podré salir de aquí?
—Sí, prometo sacarte de aquí.
Ese día Jone cambió.
Promesas
Fin
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Editado: 28.07.2021