Suelto una risita ante las palabras de Zarek y asiento.
—Siempre va a apetecerme tu compañía, Z.
La chica de antes vuelve y deja la botella con una copa frene a nosotros con la mirada agachada, para luego irse.
— ¿Sabes? Algún día tus impulsos van a meterte en problemas. Si no hubiese llegado tendríamos extensiones rubias por doquier. —Suelto una risita. — ¿Qué te pasó para que respondieras así?
Suspiro pesadamente. La verdad era que necesitaba desahogarme, pero Zarek a diferencia de mí no se detiene y es capaz de ir y golpear a Lev sin importarle nada en cuanto le diga cómo me ha tratado.
—Sólo estoy cansada, Z, ha sido un día agitado. —Me encojo de hombros y él enarca una ceja.
—Comprendo. —Me sirve un trago que tomo de un solo trago haciendo una mueca al sentir el alcohol quemar mi garganta y enarca una ceja. —Un día muy agitado por lo que veo. ¿Qué pasó?
Acabo de ver a mi amor platónico besando a la que parece ser su novia y de la que no sabía nada, después de tratarme de la manera más bipolar posible durante todo el día.
—Sólo fue el cambio de casa, ya sabes lo estresante que es. —Insisto y asiente encogiéndose de hombros.
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Rato después me encuentro muy mareada y entre Zarek y yo llevamos la tercera botella de Jack Daniel's.
Aunque la mitad de esta botella está en el suelo, culpa de las manos torpes del peli-azul, que deja caer el alcohol sin notarlo hasta que estallo en risas y le aviso.
Hemos pasado todo este rato hablando estupideces entre nosotros, riendo como los estúpidos que somos y distrayéndonos de la mierda que ha sido nuestro día.
¿Y dónde está Lev? Me he hecho esa pregunta cientos de veces en mi cabeza.
El castaño no vino a buscarme en ningún momento y creo que ni siquiera le dio importancia al verme desaparecer por las escaleras hace un rato.
¡Pero no me importa!
Que se largue a follar con la modelito o lo que quiera.
Me levanto de la silla queriendo ir al baño y al hacerlo me tambaleo, sintiendo el suelo moverse debajo de mis pies. Me rio como una estúpida ante eso y Z se levanta con rapidez para agarrarme, tambaleándose un poco también.
Me vuelvo a reír y él acompaña mi risa.
—Estás borracha. —Afirma y me vuelvo a reír.
—Pues déjame decirte, amigo, que tú no estás mucho mejor que yo. —Le digo tocando su hombro con mi dedo índice y vuelvo a reír tontamente.
—Volviste a ser risitas, Ames. —Se ríe provocando una carcajada de mi parte.
—Hace meses no me decías así.
—Hace meses no te veía borracha, risitas. —Me vuelvo a reír y trato de separarme, pero Zarek al ver que estoy por caer aprieta el agarre en mi cintura, pegándome a su cuerpo. —Oye, tranquila, vas a caerte.
—Quiero ir al baño, Z. —Digo y él asiente, soltándome lentamente haciendo que por alguna razón extrañe su tacto al no tenerlo sobre mi cuerpo.
Estúpido alcohol.
—Ve con cuidado. —Asiento.
Él mira mi bolso que permanece sobre la mesa de la barra y lo agarra, para luego hacerle una seña a alguien detrás de mí. Seguido de eso, sólo logro ver un brazo tatuado extenderse y tomarlo, supongo que de algún guardaespaldas suyo.
Me volteo lentamente teniendo miedo de caer de bruces contra el suelo y antes de caminar veo de reojo a Zarek quien sin disimulo alguno escanea mi cuerpo, por lo que volteo completamente hacia él de nuevo, provocando que desvíe la mirada aun sabiendo que lo he cachado.
— ¿Qué hacías? —Pregunto con una risita a lo que él me mira con una sonrisa ladeada.
—Diría una mentira, pero si preguntas es por algo... ambos sabemos lo que hacía, risitas.
Mi amigo de cabello azul se acerca a mí y toma mi cintura de nuevo, pegando mi cuerpo al suyo con una firmeza que casi me convence de que no estamos ebrios.
—Zarek...
—Shh. —Me calla subiendo su mano hasta dejar su dedo índice sobre mis labios. —Déjame hacerlo, Ames.
No respondo.
Sé claramente lo que quiere, pero no puedo, no puede, no podemos.
Zarek acaricia mi labio inferior con su pulgar mandando corrientes eléctricas por mi cuerpo que me hacen estremecerme y fijo mi mirada en la suya, que permanece mirando el roce de su dedo con mi labio.
Se acerca un poco más y yo entro en pánico, alejándome de él.
—No. —Sentencio sintiendo la alegría de hace unos segundos esfumarse. —Zarek, no puedes hacer eso, sabes que no. Si algo llega a pasar tu carrera se va a ir a la mierda y yo...
Me quedo callada al sentir como me atrae hacia él chocando sus labios contra los míos.
Los primeros segundos intento separarme.
Pero la familiaridad de sus labios, el sabor del Jack Daniel's, el despecho y la borrachera hacen de las suyas, provocando que rápidamente cierre los ojos y me rinda ante los movimientos de los labios de Zarek sobre los míos, siguiendo estos mientras llevo mis manos a su cabello, enterrándolas en este, provocando que mi amigo ponga más empeño en el beso que pasa de ser un simple movimiento de labios a una intensa guerra de lenguas al momento en el que pide acceso a mi boca y se lo concedo.
Sonrío entre el beso, recordando con cada movimiento las acciones del pasado.
Los constantes coqueteos cuando me conoció.
Las salidas a escondidas de mi padre y sus fans.
Las veces que nos quedamos hablando recostados en mi cama hasta que alguno de los dos se dormía.
Las peleas y los reproches cuando comenzó a cambiar drásticamente.
La razón por la que decidimos quedar sólo como amigos y no avanzar más de la cuenta.
La relación secreta que aunque ya no existe jamás dejó de ser eso; un secreto.
Cada uno de los momentos junto a Zarek se reproducen en mi cabeza mientras siento como sus manos dejan constantes caricias sobre mi cintura, dejando constantes y pequeñas mordidas sobre mis labios mientras el beso lejos de terminar se intensifica aún más, volviéndose arrollador, acabando con mi aire en cuestión de segundos, obligándome a separarme aunque no quiera.