Fantasmita

4. Mi muerte.

-Luego de mucho tiempo de dormir y ver tele como siempre.

El avión aterrizó. 

-Llegamos, llegamos. Gritaba con emoción y alegría.

Es un hotel inmenso, muchas habitaciones y pisos altos.

Conozco al fin que es una pisina, es como el riachuelo que esta cerca de casa. 

Es muy grande y hay mucha gente.

-Ven cariño.

-Dice mi mamá. Esta es la pisina adecuada para ti. 

Era menos honda pero igual de atractiva. 

-Subimos a las habitaciones.

-Este es tu cuarto, Charlie lo compartes con la nana.

A mi no me importo y seguido fui al balcón.

-Woo, Woo,  es el mar,  es hermoso, inmenso, infinito y tan azul.

Ya es Sábado pues el viaje fue muy largo. 

Es temprano como las diez de las mañana.

Entro a la pisina y juego, brinco, hago amiguitos nuevos.

El agua está calientita, me llega a la cintura y sirve para hacer ahogaditas, nunca me había divertido tanto.

La nana está con un muchacho muy guapo y entretenida no se acuerda que debe de estar cuidándome.

No me puso bocleador solar, no me da agua, solo unos tragitos que me dio uno de mis nuevos amigos.

-Es tarde y estoy cansado le digo a la nana.

Ella solo me lleva a la habitación y me dice que me acueste. 

Ella se va con el chico dejándome sólo.

Yo me subí a mi cama y me dormí mojado.

Me levante temprano hoy es domingo y voy a conocer el mar, no me di cuenta de que estaba enfermo y a nadie le importo.

La nana me llevó a desayunar, ella estaba con él chico aún.

Apenas comí un poco de frutas y jugo.

-Quiero ir al mar .... Jalaba la falda de la nana.

-Bueno niño molesto vamos... desallunaste.

-Al fin ni cuenta se dio si lo hice o no.

-Halo, halo de mi bracito fuertemente y me dejo en las puertas del hotel frente a la arena.

- Y dijo ahy esta el mar quédate en la orilla, o te mueres.

Estoy en la orilla de la arena brincando olitas, las que apenas llegan a tus pies, esas fueron las órdenes de la nana.

Para esta hora deben pasar el medio día, tengo mucha sed y mi cuerpo esta todo rojito, no puedo caminar estoy muy mareado y voy a vomitar.

-Ahhhyyy no, no me gusta vomitar. 

Camino unos pasitos y siento la arena en mi cara, no me puedo mover, no me puedo levantar.

-Estoy tendido en la arena y nadie se da cuenta.

 

 




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