Fantasmita

13. Otra Vez Solo.

-Adonde vas mami y porque te espera papá.

-Que paso adonde van.

-Hijo mio, te esperaremos en el cielo y vamos a hacer felices, como siempre debió ser pequeñito hijo mío.

-Y por qué no voy con ustedes ahora. Quiero irme con ustedes, no me dejen sólito otra vez.

-Mi amor te falta algo por hacer no puedes venir con nosotros aun.

-Pero te prometo que volveremos a vernos.

-Mamá, Papá ya se fueron.

Corri a la casa y había dos autos con luces rojas y azules además hacían mucha bulla, un chillido horrible que no me deja acercarme.

De lejos veo que sacan a papá y a mamá en unas camillas. A distancia los miro y me dicen adiós con las manos y mamá me tira un beso.

Se van los carros y para la bulla y el ruido, me puedo acercar a la casa y la cosinera llora a mares, llora y llora, no puede hablar.

El viejo jardinero se acerca le da un vaso con agua y la abrazaba para tranquilizarla.

-Hay mi chiquito tus padres se han ido..

-Y ha nosotros no nos queda mucho tiempo para acompañarte.

-Perdón, corazoncito, debes seguir solo mi amor, debes encontrar el motivo de estar aquí. Para que puedas continuar.

El Jardinero fue el primero en irse unos años después la cosinera vino a despedirse de mi.

Ahora si estoy sólito. Me acompañan conejito, las ardillas y los peces de colores.

Extrañamente siempre están conmigo no envejecen y no cambian nada. Es extraño.

Ya lo entiendo son espíritus igual a mi, sus cuerpos están en este cementerio por eso no se pueden ir.

Estan muertos como yo. Y no pueden avanzar, yo creo que cuidan de mi por eso no se van.

Han pasado sesenta años, lo se por la inscripción de mi lapida.

Durante ese tiempo compartí con todos y los vi morir uno a uno. Todos avanzan hacia la luz, se despiden y prometen que me esperaran. 

Ahora estoy muy sólito, nadie me visita y me están olvidando.

El Jardinero ya no está. La cosinera tampoco.

-Dice un jovencito que era su abuelo y que el ya no esta con nosotros y eso significa que el se encargarán de las labores del viejo.

-Dice que su abuelo le habló de mi y que el será mi amigo.

-Esta bien, contesto. 

-Era un chico con risos y jugué con uno de sus risos y el chico se asusto.

Comprendí que no sería mi amigo, pues me temía miedo.

 

 

 

 

 




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