"Me enorgullezco de mi capacidad de odiar de manera indiscriminada. En serio, veo al mundo desde un punto vista de igualdad total cuando se trata de lo más profundo de mi aborrecimiento. Si la vida fuera justa, seria honrada par mi tratamiento imparcial y la falta de favoritismo. Pero, la vida no es justa. La vida es cruel y disfuncional. Te da una patada en el trasero y Luego se ríe mientras colisionan contra otros, derrumbándolos contigo mientras caes. Y, es por eso que me encanta estar viva. Significa que consigo observar a todos ustedes tontos caer y descansar intranquilos; voy a desear la misma cantidad de dolor y monstruosidad en cada uno de ustedes Si tengo suerte; voy a llegar a ser la causa".-Desdémona.
-Dime, ¿por qué tengo que creer que estás dispuesta a traicionar a tu raza? ¿Por qué debería confiar en un Fae? Pregunto Mona
Mona miró a la figura encapuchada que estaba frente a ella.
-Hera ha sido una espina en mi costado durante demasiados siglos. Ya he terminado de permanecer en su sombra. He terminado con recibir órdenes de un Dios que se preocupa solo por los lobos y no tiene ningún respeto por mi gente. Ella espera que saltemos, rescatemos a sus niños débiles, y es hora de que alguien haga algo al respecto dijo el Fae
-¿Y ese alguien eres tú?-Mona se cruzó de brazos- Si eres tan valiente, entonces, ¿por qué no te revelas ante mí? Dijo Mona
La Fae rió.
-¿Honestamente crees que te mostraría todas mis cartas a la vez? No soy tonta. Piensa en lo que te he dicho y decide rápidamente. No eres mi única opción- dijo la Fae. Y entonces la Fae se había ido.
Mona cerró los ojos y extendió su voluntad para intentar seguir el camino que la Fae había tomado, pero no había ningún rastro. Desde el momento en que la persona había aparecido con el disimulado disfraz, Mona había estado sutilmente tratando de desenmascararla. Pero, ésta era una de gran poder, capaz de bloquear sus intentos. Eso por sí mismo le decía algo muy importante. De modo que, alguien en lo alto en el consejo Fae estaba buscando su salida, no había duda de disensión entre los Fae Una debilidad había sido expuesta solo era cuestión de tiempo antes que la debilidad se llevara todo abajo.
Mona soltó una carcajada.
-Ni siquiera necesito levantar otro dedo para destruir a mi enemigo. Ellos van a hacerlo por mí con su falta de lealtad- dijo Mona. Si había una cosa que Mona sabia, era que aun la defensa más fuerte podría caerse si una pequeña grieta surgía.
Jason cerró los ojos y buscó a Piper, su Piper, no la imitación que estaba sentada frente a él, rota y con miedo. No sabía cuánto tiempo él y sus compañeros de manada habían estado en su propio infierno personal, pero se estaba haciendo cada vez más difícil tener momentos de claridad, como el breve vistazo que estaba experimentando ahora. La única cosa que le había permitido ganar esta visión fue recordar el primer momento en que el la había sentido a ella. Había sido como un vaso de agua en una tierra seca y árida y le había traído una cantidad minúscula de alivio. Luego desapareció. Con cada momento que se vio obligado a soportar la tortura incesante de ver morir a su compañera, torturada, violada, desgarrada y tomada de él, oro por un segundo de la presencia real de su compañera. Sabía que estaba luchando no solo por su vida, sino por la de ella también. Era una pelea que se negaba a perder
Empujó con todo en él, llegando a través del vínculo, delgado como era, para atraerla hacia él. Jason contuvo la respiración mientras esperaba que ella respondiera. Un latido, dos latidos, su corazón bombeando en su pecho y entonces, allí estaba. Su gitana de ojos marrones y toda la ternura que ella poseía.
-Piper mía -susurró Jason, con los labios agrietados.
-Jason. Dijo Piper
Por un momento, se imaginó que podía oírla gritar su nombre. Aguzó el oído, escuchando el sonido de su voz.
-Jason. Dijo Piper
Allí estaba
-Aquí estoy, Piper-hablo Jason a pesar de que sabía que era imposible que él estuviera realmente hablando con ella. Si esto era todo lo que podía tener, entonces, lo tomaría y ejecutaría por tanto tiempo como pudiera.
-¿Cómo puedo escucharte?- le preguntó Piper.
-Tú no eres real-respondió Jason.
-¿Y tú lo eres? Pregunto. Piper
Jason escucho a la Piper ante él, la que él sabía que era falsa, gritar. Apretó los ojos y apretó los dientes mientras trataba de concentrarse en la voz tranquila y sin tortura de su compañera.
-Soy real, mi amor. Real, asustado, y tan vacío sin ti.- Dijo Jason. Sa voz sonaba desesperada, incluso a sus propios oídos, pero al diablo con su orgullo. Estaba asustado y vacío. Era inútil negarlo.
-Estamos tratando de encontrar una manera de conseguir sacarlos a todos, lo estamos haciendo tan rápido como nos es posible. Te amo, Jason. Te amo y necesito que pelees- Suplico Piper a su compañero, aunque sabía que podría estar pidiendo lo imposible.
Jason luchó por aferrarse a la conexión entre ellos, pero era cada vez más débil. La Piper torturada recostada delante de él, una vez más, comenzó a hacerse cargo de su realidad y Piper, su completa y dulce Piper se le estaba escapando.
-¡NO!-grito Jason en la desolación del Limbo. Abrió los ojos y miró a la vista horrible delante de él, diciendo a sí mismo una y otra vez que no era real. No era suficiente para convencerlo. Su lobo lucho por liberarse, para rescatar a su compañera y Jason sabía que la batalla que se libraba en su interior se estaba convirtiendo en demasiado. Estaba perdiendo y sin importar lo mucho que luchara, la voluntad de su lobo se hacía más fuerte y más insistente, Jason no podía hacer al lobo entender que lo que estaban viendo no era real. Todo lo que su lobo veía era a su compañera, rota, devastada y aterrada, sentada delante de ellos, buscándolos a ellos, tocándose por ayuda. Echo la cabeza hacia atrás y un perforante aullido con toda su alma desgarró un pecho, pero no había nadie para escucharlo