CAPÍTULO 1:

Pasan tres años después de la tragedia ocurrida en Fuyuki, y también de la “Tragedia” pongo entre comillas que nos ocurrió a Midas y a mí, ya que después de que nos cayeron el líquido del santo Grial, altero las partes de nuestros cuerpos, aun no le pregunte a Midas que fue lo que le afecto aunque dice que quedo ciego de su ojo derecho a mí no me convence mucho lo que dice.

Estamos caminando al centro de Fuyuki, por petición de Midas, dice que tiene un plan que me puede agradar o algo por el estilo, aunque a veces los planes de Midas resultan comprar para caridad

-Bien, Alexander Midas –comente rompiendo el silencio de la caminata –que es lo que me tienes en mente que “TANTO” me interesa.

-No seas tan desespera…

-¡ME TIENES DOS HORAS CAMINANDO!- interrumpí de forma abrupta su hablar, era de mala educación, pero la paciencia no son mis fuertes

-este solo rio de forma tranquila para así señalar un local a lo lejos –Ya casi llegamos al local donde hablaremos, tranquilo, la paciencia tienes sus bondades.

Solo me toco suspirar, lo seguí hasta el local donde me había comentado, un local de café victoriano, típico de los ingleses, tienen más café en las venas que sangre. En ese local estuvimos conversando, bien,  yo escuchaba sin responder como Midas hablaba de la guerra pasada, a lo cual ya estaba un poco desinteresándome al punto de levantarme de la mesa, hasta que Mida coloco un objeto extraño envuelto en una manta

-Que tal… ¿Si nos unimos a la guerra del Santo Grial? –comento Alexander de forma repentina viendo con su sonrisa

-me quede viendo el objeto unos segundos sin responder hasta ver a Midas nuevamente -¿Unirnos? Somos prácticamente árbitros proporcionados por la torre del reloj, además…

-¿Qué tal si entramos invocando a Ozymandias? –Interrumpió nuevamente, tomando el control de la conversación –Vamos… la última guerra quedo inconclusa y hasta dejo muchas muertes a su alrededor ¿No te da curiosidad que fue lo que ocurrió? Sabemos que en este lugar se repetirá la guerra del Grial, gracias a las observaciones de la torre del reloj y al estar en Fuyuki ¿Por qué no investigamos por nuestra cuenta que ocurrió, para evitar que pase de nuevo y volver como unos ganadores?

-solo me quede pensando en todo lo que este dijo, no tenía esa idea tan descabella hasta volver a ver a Midas con una sonrisa macabra -¿Invocar a Ozymandias?

El silencio se quedó un par de minutos en la mesa del café yo esperando la respuesta de la invocación del Servants pero este estaba más serio que yo, cuando por fin se dignó hablar, fue un error…

-¡DESPUÉS DE TODA LA EXPLICACION DADA! ¡¿SOLO RECUERDAS LA PARTE DE OZYMANDIAS!? –grito a casi querer meter un cuchillo en mi cuello, a lo cual le respondí con una risa de burla

-Está bien, no te alteres, amigo. –Me senté nuevamente para discutir los puntos de la entrada en la guerra –Según tu ¿Cuánto falta para la próxima Guerra aquí?

-este dio un sorbo de café y saco su mini laptop colocándola en la mesa –según lo que estaba investigando y por los seguimientos de los maestros de la torre, seria en 7 años aproximados.

Me sorprendió lo que dijo, por como hablaba, debió estar investigando desde el día que nos trajeron de Fuyuki a Londres, la última guerra debió márcalo al punto de llegar a ofrecerme esta idea.

-Bien, pero ¿cómo conseguiste un Objeto Ozymandias? ¿Vendiste tu cuerpo…? –Dije viéndolo fijo en forma de burla
-¡¿Q-Q-QUE?! ¡NO!... ¿En serio eres compañero mío?

-Obviamente, soy el que más te entiende, ven, ya deja tu café y sigamos hablando en otro lugar

Antes de salir me acorde del artefacto dejado en la mesa, lo tome y le pregunte nuevamente donde lo encontró, solo este uso un ademan de silencio con sus dedos.

Salimos y nos dirigimos a la residencia dejada a cargo por la torre del reloj, y aun este no me daba respuestas del que era el objeto, además de hostigarlo de ir a Egipto cosa que aún no cedía. A la media hora conseguí las maletas hechas en su cama, un tanto extraño ya que este no tenía nada más que viajar

-¿Mmm? ¿Vas a venderte por otro objeto?, niñito… -dije de forma burlona, en realidad, Midas si era un poco menor que yo, pero tenía más experiencia en cuanto a magia

-¿Humm? ¿Cuándo vas a hacer las maletas? Reymond, tenemos que volver a Londres en 3 horas –dijo este de forma sorpresiva

-Espera, espera, espera ¿Volver a Londres? –dije un poco alterado y confundido con lo que decía, hasta que me interrumpió lanzándome el objeto anterior de la cafetería

-Si –respondió este aun terminando las maletas –Iremos a Londres a buscar la reliquia de mi Servants, no creas que tu solo vas a tener tu Servants ¡Ah! Y antes de que preguntes es… ¿Dónde se fue?

La verdad no me quede escuchando las palabras de Midas, solo con lo que dijo de mi Servants, ya sabía de quien estaba hablando pero hubo algo extraño en ese momento, al tocar ese objeto me dio una descargar eléctrica leve, tampoco la abrí, solo la guarde mientras ayudaba a Midas con lo del vuelo.

Pasaron 4 horas, ya estábamos en el avión de ida a Londres, si podía pensar ya casi a mitad de camino, Midas estaba con una laptop investigando la reliquia de su Servants

-Hey, midas, ¿Cuál es el Servants que quieres elegir? –pregunte intentando ver la pantalla de su laptop

-Es un secreto ¿Aun conoces a la chica de la biblioteca de la torre del reloj?

-¿Rika Sakamoto? Mmm… creo que fue delegada, pero si la conozc…

-¡PERFECTO! –Dijo este con una alegría cerrando mi laptop –Solo faltan 7 años para la Quinta Guerra