Fatum Velaris: Even in Arcadia

Capitulo 4 - El Conflicto Interno

Klaus Auren finalmente levantó la vista de sus pantallas, su expresión ligeramente tensa. —Curioso. Greta vino a verme hace unos minutos. Dijo que usted y la señorita Sokolov la estaban acosando sin motivo mientras intentaba realizar sus tareas.

Anika sintió un escalofrío de incredulidad y enojo. —¿Acosando? ¡Eso no es cierto! Ella no estaba en su puesto, estaba discutiendo sola en el pasillo y luego fue grosera y desafiante tanto conmigo como con Elif. Le di una orden directa de volver a su trabajo.
Klaus se recostó en su asiento, evitando el contacto visual directo. —Ya veo. Bueno, investigaré ambos lados de la historia.

Anika sintió la frustración crecer en su pecho. Él parecía restarle importancia a lo que ella le estaba contando. —¿En serio? Ella fue directamente a mentirle.

Klaus suspiró, volviendo su atención a su consola. —Anika, estoy un poco ocupado con estas lecturas de los sensores. Las fluctuaciones que mencionó Naomi… son cada vez más pronunciadas.

Anika se sintió ignorada. —¿Así que eso es más importante que el comportamiento inapropiado de un miembro de la tripulación?

Klaus se detuvo, aunque sin mirarla. —No es eso. Solo estoy tratando de entender qué está pasando. Este viaje ha ido tan bien hasta ahora… no esperaba problemas internos.

Anika lo miró, esperando una disculpa o al menos un poco de reconocimiento. —¿Está usted bien, capitán? Parece… distante.

Klaus dio una respuesta evasiva, sus ojos fijos en los datos. —Estoy concentrado en la misión, subcapitana. Es mi prioridad.
Anika sintió una punzada de tristeza. Él no parecía tomarla en serio, ni a ella ni a sus preocupaciones. Se dio la vuelta para retirarse a su estación.

—Anika… —dijo Klaus suavemente, justo cuando ella llegaba a la puerta—. Lo siento si soné brusco. Estoy un poco preocupado por estas lecturas. No quise… ignorarte.

Anika asintió en silencio, sin mirarlo, y salió del puente con el corazón apesadumbrado. Al salir, se encontró con Aida Lovell, quien la esperaba con una expresión comprensiva.

—¿Todo bien, Anika? Parecías un poco… tensa cuando saliste del puente.
Anika suspiró y le contó a Aida sobre el encuentro con Greta y su frustrante conversación con Klaus, sintiéndose incomprendida y ligeramente dolida por la indiferencia del capitán. Aida escuchó con atención, ofreciéndole una palmada reconfortante en el hombro al final de su relato.

Una hora después, algunos miembros de la tripulación comenzaron a reunirse en las zonas comunes, buscando un respiro de la rutina y la inmensidad del espacio. Noa Nakamura contemplaba en silencio una imagen proyectada de un campo de trigo mecido por el viento. Tamar Eswein conversaba en voz baja con Vadim Volkov sobre las últimas lecturas de los sensores de Velaris. La vida a bordo del Odysseus continuaba, marcada por la rutina, las pequeñas tensiones y la silenciosa anticipación del destino que les esperaba.

En las zonas comunes, la mayoría de la tripulación buscaba un respiro del trabajo, creando un murmullo constante de voces y risas apagadas. Anika, sin embargo, se sentía ajena a esa atmósfera relajada. Su tristeza por la conversación con Klaus la había llevado a un rincón más tranquilo, cerca de una de las grandes pantallas que proyectaban imágenes relajantes del espacio profundo. Contemplaba una nebulosa distante, sus colores vibrantes contrastando con la oscuridad de sus propios pensamientos.

Aida Lovell y Ylen Gauthier, notando su aislamiento y su expresión melancólica, se acercaron a ella con discreción. Intercambiaron una mirada antes de dirigirse a su amiga. Aida fue la primera en hablar, su voz suave y cargada de genuina preocupación.
—Anika —dijo, acercándose un poco más y bajando la voz para no ser escuchada por los demás—. Te noto… distante. Sé que hablamos brevemente antes, pero aún pareces preocupada. ¿Hay algo más que te molesta?

Ylen asintió, siguiéndola y posando una mano suavemente en el brazo de Anika. Su tacto era ligero, ofreciendo consuelo sin ser invasivo. —Sí, Anika. No tienes que cargar con esto sola. Si quieres hablar, estamos aquí para escucharte. Vayamos a la sección de observación, estará más tranquilo para conversar.
Anika suspiró, apartando brevemente la mirada de la nebulosa. La idea de un lugar más privado donde poder expresarse sin reservas la atrajo. Asintió con un pequeño movimiento de cabeza.

Las tres mujeres se dirigieron a una sección menos concurrida de la nave, la sección de observación. Amplias ventanas ofrecían una vista panorámica del cosmos, un telón de fondo majestuoso para su conversación. Una vez allí, encontraron unos asientos apartados y se acomodaron. Anika se sintió un poco más cómoda en ese ambiente tranquilo, lejos de las miradas curiosas.

—Es solo que… la conversación con el capitán después de lo de Greta… me dejó una sensación extraña —comenzó Anika, su voz aún un poco tensa—. Sentí que no me tomaba en serio. Le conté lo que pasó, la actitud de Greta, su falta de profesionalismo… y él pareció restarle importancia, como si fuera una nimiedad. Luego mencionó que Greta le había contado una versión completamente diferente…
Hizo una pausa, pasando una mano por su cabello con frustración. —Simplemente sentí que no me creyó, o que no le importó. Y luego su… su distancia cuando le pregunté si estaba bien… fue como si estuviera completamente absorto en sus datos y yo no fuera importante.

Aida escuchó atentamente, su rostro reflejando comprensión. Ylen apretó suavemente la mano de Anika que descansaba sobre su pierna, ofreciendo un apoyo silencioso.
—Anika —dijo Aida después de un momento—, Klaus a veces puede ser… reservado. Está muy centrado en la misión, lo sabemos. Pero eso no significa que no le importe lo que sientes o lo que sucede a bordo.

Quizás estaba preocupado por esas fluctuaciones de las que hablaba Naomi. A veces su manera de lidiar con el estrés es… aislarse un poco.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.