Favelas bajo fuego: La guerra oculta en Brasil

Capítulo 1: El nacimiento del crimen organizado en Brasil

Brasil no siempre fue un epicentro del narcotráfico y la violencia urbana. Sin embargo, en la década de 1970, en plena dictadura militar (1964-1985), se sentaron las bases del crimen organizado que hoy domina las favelas. Las políticas represivas del gobierno y las duras condiciones carcelarias fueron el caldo de cultivo para la formación de grupos criminales que, con el tiempo, tomarían el control de los barrios más pobres del país.

El Comando Vermelho: crimen y revolución

El Comando Vermelho (CV) nació en la prisión de Ilha Grande, donde criminales comunes compartieron celdas con guerrilleros de izquierda que se oponían a la dictadura. La ideología revolucionaria se mezcló con la mentalidad delictiva, dando origen a un grupo con una estructura organizativa sólida. A diferencia de otras pandillas desorganizadas, el CV operaba como un verdadero ejército: tenía jerarquías, códigos de conducta y un objetivo claro: controlar el narcotráfico en las favelas de Río de Janeiro.

En la década de 1980, el CV ya dominaba gran parte de la venta de drogas en Brasil. Utilizaban las favelas como refugio y empleaban a jóvenes sin oportunidades para expandir su red de distribución. Con un enorme poder de fuego, comenzaron a desafiar abiertamente a las fuerzas del Estado, marcando el inicio de una guerra que continúa hasta hoy.

El Primer Comando de la Capital: la evolución del crimen

En la década de 1990, en São Paulo, surgió otro grupo que redefiniría el crimen organizado en Brasil: el Primer Comando de la Capital (PCC). A diferencia del CV, que nació de una mezcla de criminales y militantes políticos, el PCC fue creado por reclusos que buscaban "justicia" dentro del sistema penitenciario. Su lema era claro: "Paz, Justicia y Libertad". Sin embargo, con el tiempo, se transformó en una de las organizaciones criminales más violentas del continente.

El PCC se expandió rápidamente gracias a su estructura descentralizada y su capacidad para infiltrar instituciones gubernamentales. Sus operaciones no se limitaban al narcotráfico; también controlaban secuestros, robos a bancos y extorsiones dentro y fuera de las cárceles.

Las favelas como campo de batalla

Con el CV dominando Río de Janeiro y el PCC expandiéndose en São Paulo, las favelas se convirtieron en zonas de guerra. El Estado, incapaz de contener la situación, respondió con operativos policiales que a menudo terminaban en masacres y aumentaban la desconfianza de la población hacia las autoridades. La geografía de las favelas, con calles estrechas y caminos irregulares, dificultaba las incursiones policiales y favorecía a los criminales, que conocían el terreno a la perfección.

Mientras tanto, la población civil quedaba atrapada en el fuego cruzado. Los jóvenes sin oportunidades eran reclutados por las facciones criminales, que les ofrecían dinero, protección y un sentido de pertenencia. Para muchos, entrar al narcotráfico era la única salida de la pobreza extrema.

Conclusión: el inicio de una guerra sin fin

El nacimiento del crimen organizado en Brasil no fue un evento aislado, sino el resultado de años de abandono estatal, desigualdad y represión. Lo que comenzó como grupos de autodefensa y resistencia en las cárceles, evolucionó hasta convertirse en redes criminales con influencia nacional e internacional. Hoy, el narcotráfico sigue siendo una de las principales fuentes de violencia en el país, y las favelas continúan siendo el epicentro de una guerra que parece no tener fin.

En los siguientes capítulos, exploraremos cómo se vive el día a día bajo el dominio del crimen organizado, el papel de la policía en este conflicto y las historias de quienes intentan resistir en medio del caos.




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