A lo largo de las décadas, el gobierno brasileño ha implementado diversas estrategias para combatir el narcotráfico y la violencia en las favelas. Sin embargo, muchas de estas políticas han resultado en fracasos rotundos, exacerbando aún más el conflicto.
Las intervenciones militares: una solución temporal
Desde 2018, el ejército ha sido desplegado en varias favelas para "restaurar el orden", pero sus incursiones han sido criticadas por abusos y ejecuciones extrajudiciales. Estas operaciones ofrecen resultados momentáneos, pero no atacan las causas estructurales del problema.