Gemma no es el tipo de mujer perfecta.
No lleva tacones, traje de secretaria y tampoco un maletín con todas las cosas que hará.
Ni siquiera tiene una empresa para comandar.
Lo que tiene es intelecto, fuerza, defensa, sensibilidad, cariño y humanidad, además de dos cosas que hacen que todo el mundo la llame de una manera diferente: un overol y unas botas.
Álvaro es el tipo de hombre perfecto y sin defectos delante de todo el mundo.
Maneja una de las empresas de autos más importantes de Estados Unidos y se siente a gusto con ello.
Es la herencia de muchos años en su familia.
Él no carga con un overol o unas botas, pero sí porta un traje de empresario y un maletín.
¿Qué le falta? La felicidad. Eso que olvidó que existía desde hace un tiempo.
Sin ninguno saber del otro, terminan en un dilema que los lleva a prejuicios y muchos sucesos que ponen la vida de ambos de cabeza.
¿Qué tan fea puede ser la vida, para llegar a unir a estos dos seres?