- ¿una cita? – preguntó Abery más sonriente que el gato de Alicia.
- El ni siquiera me dio opción.
- ¿eso no es bueno?
- ¿el machismo?
- Nena, ¿estas nerviosa?
Asentí efusivamente antes de que ella me golpeara la cabeza para que no me moviera o el maquillaje se correría.
Claro, apenas le había mencionado la palabra ``cita´´ había comenzado a dar vueltas por mi habitación buscando ropa mientras me preguntaba por los detalles.
- Ni siquiera es justo.
- ¿por?
- ¡No ganamos el partido!
- Pero el volverá a jugar así que es lo mismo.
Me crucé de brazos sin poder objetar nada.
Es cierto que no habíamos ganado el partido, quedamos con una diferencia de dos puntos, pero el entrenador quedó tan impresionado por el desempeño de Alex lanzando a otros jugadores que-no-sean-logan que decidió ponerlo en los siguientes partidos oficiales.
Abery cepilló mi cabello con rudeza apresar de todos los quejidos de mi parte hasta desenredar el nudo.
- tu ropa no sirve, June - resopló y rodé los ojos.
- sí, bueno, es mi cita así que me pondré lo que yo quiera
Ella se cruzó de brazos.
- ¡bien! Si es la única manera de que me dejes maquillarte y peinarte... Pero nada de camisas polo u overoles.
- Mis overoles se están lavando.
Ella río como si hubiera Sido un chiste y prosiguió a cepillarme el cabello aún con más fuerza.
Al final lo termino en una bonita trenza francesa hasta la mitad de la cabeza y el resto en rizos dejando algunos mechones sueltos en el frente para enmarcar el rostro o lo que sea que haya dicho Abery.
Como sea; me gusta.
Puso algo de base y maquillo un poco las cejas, pero aparte de eso no le dejé hacer nada más en mi rostro y opté por vestirme con algo cómodo pero fuera de lo usual.
No iba a admitirlo, pero quería verme bonita.
Me decidí por un jean de estilo desgastado, un suéter color negro y unas bailarinas del mismo color.
Lo sé, es algo muy simple, pero eso ya es muy fuera de usual para mí.
En especial por el jean que es ajustado así que solo me lo pongo una vez al año.
5 minutos antes de la hora acordada el claxon de su auto sonó fuera de mi casa.
Abery chillo de emoción y yo cerré los puños con fuerza. Las puntas de mis dedos estaban heladas a pesar del calefactor de mi casa.
- no quiero ir - dije de repente y ella sonrió con dulzura.
- recuerdo mi primera cita con Connor. También estaba muy nerviosa así que te daré un consejo; Sonrie mucho, eso los distrae.
- ¿Eh?
- adiós cariño - canturreo antes de empujarme fuera.
Avancé a pasos pesados hacia el lujoso auto y entré con suavidad.
Tuve que obligarme apartar la mirada después de saludarlo.
¡Estaba guapísimo!
Dios, parecía Zeus personificado; el actor con el que todas suspiran al ver la película; el príncipe con el que tendrías un final feliz aún si viven bajo un puente.
O tal vez solo soy yo y mis nervios creando ideas absurdas.
Aun así; estaba guapísimo
Tuve el impulso de pedirle que me espere mientras corría a casa a cambiarme de ropa o a pedirle a Abery que me pusiera todo su maquillaje mágico en la cara.
- ¿En qué estás pensando? - preguntó de repente y su voz me hizo reaccionar
Maldita sexy voz.
Dios mío, en qué piensas, ¿June?
- nada... Sólo pensaba que te habías arreglado mucho solo para ir por un helado.
- ¡hey! No soy el único que se arregló de más... - murmuró
- no estoy arreglada de más
- no, pero estás preciosa
Abrí la boca para responder, pero al final giré la cara abruptamente sin saber que más hacer.
- no... Esta vez - comencé a contar hablando más rápido - Abery no me maquillo casi nada y la ropa la elegí yo así que no creo estar tan... Diferente como la última vez.
- ¿Te refieres a la fiesta? Bueno, estabas diferente, pero me gustas más así.
Me miró de reojo mientras conducía y agradecí a Dios que la carretera estuviera ahí al frente para impedir que me mirara abiertamente.
- ¿Cómo van las prácticas? - pregunté cambiando de tema.
- muy bien, los chicos del equipo preguntan por ti, quieren volver a verte.
- ¿Ah sí?
- sí, el entrenador Wilde puso mucha atención a ellos después de ese partido y quieren agradecértelo. Claro que sigue idolatrando a Logan.
Rei
- ya veo, ¿Cómo te ha ido con Logan?
- bien, es mi hermano después de todo; ese día en la cancha me dijo que lo estaba haciendo bien. Hay veces que si me dan ganas de darle pases a ese tipo ¿sabes? - rio.
Él está actuando tan normal y yo aquí tan a punto de vomitar.
La conversación siguió con normalidad y finalmente aparco frente a la heladería más grande que había visto jamás.
Editado: 12.01.2021