Empecé a tener pesadillas y me levante, me asome en el gran balcón de la habitación. No aguante, necesitaba estar en casa, revisar las cosas de mi madre, saber por qué nunca dijo nada.
Use el transportador y regrese a casa. Aparecí directamente en mi departamento. Todo parecía intacto, podría ser que yo recién llegara del colegio y mi madre entraría en cualquier segundo por la puerta. Entonces fue en este momento cuando empecé llorar.
Luego de que me calmara, entre en la habitación de mi madre, donde empecé a llorar y sollozar mientras caminaba, agarre la foto de su mesita de noche, donde estaban mis padres y yo de pequeña, la saque del portarretratos la guarde en mi bolsillo. Mire debajo de la cama y en el closet, no sabía exactamente que buscaba, pero tenía que haber algo que me diga quién soy o si quiera si en realidad era categoría 4, si de alguna forma servía en esta guerra.
Al entrar en su closet encontré su abrigo negro favorito y me lo puse, aun olía a ella. Quizás no volví para saber quién soy, sino para tenerla cerca.
Seguí buscando entre su ropa, cualquier indicio y ahí estaba, todo mentiroso tiene sus secretos escondidos. Había una puerta detrás de los zapatos. Era casi imposible de abrir así que me encogí, así como Alicia en el país de las maravillas y al entrar volví a crecer. Era una habitación, como una bodega y dentro solo había una maleta, la cual agarre. Volví a salir de la habitación de la misma forma en la que entre, para seguir buscando, pero estaba casi segura que no encontraría nada más.
Llegue, donde Sam y Thomas se encontraban detrás de la puerta, viendo por la mirilla.
Thomas recoge sus cosas y Sam empieza a llenar una bolsa con todas las cosas del refrigerador pequeño. Cuando nos juntamos todos para transportarnos Thomas agarra mi brazo y me hace girar hacia él, estando muy cerca, sintiendo su aliento mentolado, habla.
Perdimos tiempo mientras discutíamos como los adolescentes adultos que somos. La puerta fue tumbada y hombres entraron inmediatamente, eran alrededor de 8, active una especie de campo alrededor de nosotros, pararon sus armas de fuego y sacaron otras, las del mundo mágico, estas no te herían como las armas de fuego, era como un rayo eléctrico, que inhibía la magia por un instante y obviamente dolía mucho.
Nos dieron el primer impacto y los tres caímos al suelo sentados, gimiendo de dolor. Los agarro a ambos para intentar salir de aquí, pero el segundo impacto llego y el dolor me tenía aturdida. Tenía que moverme para que no me disparen más y seguir usando la magia. Como pude me arrastre fuera, claro sin escaparme de recibir otra más.
La posición 2 por lo que vi, era la mitad de ellos con armas de fuego y la otra mitad con las mágicas. El efecto se había pasado y use todas mis fuerzas para generar un ola de viento y lograr que todos cayeran para atrás, por su lado Thomas los desarmo, les robo las armas, volviéndolas diminutas y metiéndolas en su maleta. El primero en reincorporarse se abalanzo contra Sam y el segundo contra mí, lo derribe fácil, sin armas y yo con magia esto era pan comido. Pero necesitábamos estar juntos para lograr salir de aquí. Otro hombre se abalanzo en mi contra y este si me hizo caer. Thomas lo tacleo y me ayudo a incorporarme. Sam se acercó inmediatamente y una vez juntos logramos transportarnos inmediatamente.
Quizás había sido una mala idea mantenernos en un solo lugar, después de todo.