Los suministros de comida se estaban acabando por lo que Sam y Thomas se transportan al puerto donde comprarían más comida. Había practicado un par de veces más lo de transportarme y lo hacía muy rápido, lo que quería comprobar Simon era si lo haría con la misma velocidad en distancias más grandes, aunque aún no era muy seguro hacerlo.
Empezaba a visitar frecuentemente al director, pero por lo general pasaba en la oficina dando cartas por escrito a los súbditos y no sabía que más hacia, quería ver quién era el jefe, al verle la cara, podría saber cada uno de sus movimientos como un espía invisible, pero aún no lo hacía.
El desayuno estuvo bien y Simon sugirió practicar casi a medio día, pero algo no salió bien. Un barco de la policía se acerca a nosotros, todos nos mantuvimos cerca por si era necesario hacer un viaje espontaneo.
Simon parece estar familiarizado con yates, pues encuentra los papeles del propietario inmediatamente y usa magia para cambiar los nombres del verdadero propietario por los suyos. Le intenta dar los papeles al oficial, quien por no poder alcanzarlos se cruza a nuestro bote con una especie de escalerilla, lo que nos pone más nerviosos.
No fue una hora después que nos dimos cuenta que había sido una trampa. El policía quizás trabajaba para ellos o quizás era un policía de verdad y los brujos habían logrado tomar las redes de comunicación para saber sobre nosotros. Un yate repleto de personas armadas y un helicóptero.
Seguíamos de pie en el yate. Simon se encontraba totalmente expuesto en la parte de arriba donde Thomas y yo habíamos mantenido aquella conversación un tanto romántica, Sam y Thomas estaban en la punta del yate, yo me encontraba recostada en un sofá y Pamela dormía en una de las habitaciones. No los vimos llegar hasta que una ola sacudió el yate y fue porque aparecieron por medio de lo que supongo yo un transportador.
Aún no habían atacado, solo nos observaban.
De pronto un hombre aparece justo en el centro frente a mí.
La mochila de Thomas, él había guardado las armas de aquellos hombres, cuando nos atacaron en el hotel de las vegas.
La conversación fluye e intento buscar la mochila de Thomas, haciendo visible, lo invisible para mí, solo con magia. Y la encontré, como una suerte del destino, la mochila esta junto al sofá que estaba a mi derecha, donde Thomas estuvo durmiendo estos días. Entonces la abro y la vació en el piso, se escucha el ruido ligero, pero la conversación de odio que llevan ambos no les permite percatarse.
Las agrando y las vuelvo visible, la mirada de Simon se desvía inmediatamente y casi simultaneo, empiezo a ver como las armas se van alejando, pensé que era George dándose cuenta, pero era Sam, Thomas, Pamela y Simon agarrando cualquier arma para poder defenderse.
Simon le dispara a la cabeza a George, el sonido me aturde, escucho el golpe vació que hace el cuerpo de ese hombre al caer al piso y concuerdo silenciosamente conmigo que no podré dormir. El sonido parece servir para advertir a los demás que todo salió mal y es momento de atacar. Hago lo que mejor se hacer usar la magia.
Cuando pienso en un plan, sé que es momento en que yo viva y ellos mueran, el plan se ejecutó sencillamente cuando comprendí que todos debían morir.