Capitulo I

Suena mi alarma a las c

inco de la mañana después de unas increíbles vacaciones vuelvo al instituto y me siento como si un carro gigante me ubiera pasado encima pero igual dejo a mi compañera de aventuras en este caso mi cama y me paro de ella para poder empezar mi dia.

Luego de bañarme me pongo el uniforme del instituto, si, tenemos uniforme y también sudadera pero los primeros días vamos con uniforme.

-¡Abigail! Se te va hacer tarde- grita mi mamá desde la cocina que está en el primer piso de la casa.

-Ya voy- digo en voz alta desde mi habitación que se ubica en el segundo piso de la casa.

Me doy un último vistazo en el espejo llevo el uniforme que consiste en una camisa manga larga con una corbata negra, una jardinera que va desde los hombros hasta maso menos hasta arriba de las rodillas, unas medias blancas hasta la rodilla, unos zapatos negros, con cordones y finalmente un saco con el logo del instituto. Mi cabello está suelto este es un negro castaño y en algunas partes es un poco rubio claro muchas personas dicen que mi cabello es algo que me resalta por ser tan hermoso yo no lo creo pero es lo que siempre dicen, este mismo cae por mi cintura busco en mis cajones y encuentro una cinta roja y la pongo en mi cabello, cojo mi mochila y salgo de mi habitación al salir bajo rápidamente las escaleras de las que casi me caigo como raro caerme -nótese el sarcasmo- y cuando estoy bajando el último escalón suena un pito de un bus ¡oh no!

-No pude comer nada- le digo a mi mamá.

-Abi, cielo, te lo he dicho te demoras mucho bañandote- me dice dándome un beso en la frente- Llévate una manzana y unas galletas para que comas en el camino y pórtate bien, no quiero que me llamen del instituto a darme quejas de ti- 

-Mama sabes que yo siempre me porto bien- le doy una sonrisa y ella me mira seria- Vale, no me porto bien pero no prometo nada con portarme mejor- y con esto dicho salgo rápidamente de la casa no sin antes asegurarme que llevo mi celular, las llaves de la casa y mi mochila con algunos paquetes con comida chatarra, un cuaderno y algunos plumones y esferos.

Cuando voy saliendo de mi casa miro la casa del lado en donde vive una de mis mejores amigas ella también está saliendo de su casa, al verme cruza su patio delantero en un tiempo récord me abraza como si no me ubiera visto en años aunque paso solo un dia.

Ana es mi amiga y vecina es más alta que yo aunque eso no es una novedad todo el mundo es mas alto que yo. Vale exagere un poco bueno con muy pocas personas yo soy la alta pero es lo que ahí, ella es totalmente rubia oscuro, tiene ojos verdes pequeños pero hermosos, sus pestañas no son tan largas, su nariz es un poco respingada sus labios son gruesos y resecos, ella a sufrido mucho y yo soy testigo de eso.Cuando nuestro abrazo termina subimos ambas a nuestro medio de transporte al subir veo algunas sombras no se ven muy claras debido a la hora de la mañana pero las conozco a todas, vamos a la parte de atrás con Ana en el cual ahí solo dos puestos desocupados de los cuales deberían ser cuatro ahí dos personas sentados en las sillas pero que carajos está pasando, esos son nuestros lugares. 

Oigo un carraspeó detrás de nosotros y es Martha la encargada de que todo esté en orden en el autobús.

-Ana, Abi ellos son Zack y Leonardo son nuevos tanto en el insituto como en el autobús así que decidieron sentarse aquí, no hay problema con esto ¿oh si?.

-Pues no me gusta la idea pero tendríamos que hablar con los demás- le digo a lo que ella asiente con su cabeza.

Ana y yo nos sentamos en los mismos puestos que han sido por un año y ahora dos. En cuanto a mi grupo de amigos que es demasiado particular y muy variado en realidad somos hombres y mujeres juntos un grupo de doce personas Adrián y Adán quienes son hermanos, Luis, Carlos, Emily, James, Oliver, Cristina y Nicolás quienes también son hermanos, Ian, Ana y finalmente yo todos nos conocimos desde incluso antes de nacer debido a que nuestras mamás se conocían desde la preparatoria sin embargo los mayores solo por un año de diferencia son Adrián, Luis, Carlos y Nicolás pero después de todo somos como una mini familia de hermanos que es bastante grande siempre los ocho hombres de nuestro grupo nos han cuidado y protegido pero como en toda familia ahí problemas en la de nosotros también y es que ahí o ubieron ciertos sentimientos entre nosotros. 

Por lo general las mujeres siempre nos hacemos en los últimos asientos junto a Adrián y Adán quienes se hacen en un mini almohada que ahí entre las dos parejas de asientos pero ahora con nuestros nuevos y queridos compañeros -notese el sarcasmo- todos nuestros planes de estar sentados juntos y hablar por la hora de viaje este día no puede empeorar más.