Feelings [deemo]

Prólogo

El hermoso solo de piano hacia eco en todos lados, era lo único que Deemo, podía escuchar desde, siempre, no sabe que es, no sabe donde esta. Solo sabe que su nombre es Deemo. 

Aquel ser negro, como una sombra, de altura descomunal, de largos brazos que terminan en unas extrañas manos algo aterradoras, unas largas piernas que sostenían su largo y delgado cuerpo y un moño blanco eran lo que él era. 

Pero tal vez esto ni siquiera le importaba. ¿Pero cómo saberlo? Si su cara no expresaba nada. ¿Como saber qué sentía? Si lo único que habia en su rostro, eran dos grandes círculos blancos que aparentaba ser sus ojos, pero emanaban una mirada penetrante y profunda.

No habia boca que expresará sonidos, que hablara o emitiera una voz. No había labios que expresarán que sentía, que dijeran si estaba triste, feliz o enojado. No había cejas que le ayudarán a expresar lo que sentía. No había nariz, ni siquiera cabello. Solo sus ojos. 

Sus cinco exageradamente largos dedos le eran de ayuda para tocar el único instrumento que sabe: El piano. Y así combatir y opacar el único sonido que, además del piano, Deemo conocía en ese ingrimo lugar: El silencio. 

Tocaba con presicion cada nota. Y aunque no su rostro no pudiera expresar ni decir nada, su música hablaba por él, expresaba todos sus sentimientos. Era como si con tan solo escuchar la música, pudieras saber que es lo que sentía Deemo.

Toca su música, siendo iluminado por un reflector natural, una pequeña ventana de lo que el creía era "un techo". Que emitía una tenía y cálida luz que se vuelve el reflector personal de Deemo, y solo señalaba a un lugar: su blanco piano de mármol. 

Entonces, de esa ventana se oyen sonidos del "exterior": voces indistintas, pasos, charlas incomprensibles. Es lo que acompaña a la melodía de Deemo. 

Esto hace que sus notas emitan más pasión y sentimientos, se puede sentir la emoción y fascinación que Deemo tiene al escuchar esos sonidos.

Porque, Deemo improvisa y compone sus propias melodías. El compone cada una de sus canciones. Y cada tonada se escribe mágicamente en unas hojas blancas que él deja en el atríl del piano. Finalmente, cuando él termina, toma las hojas y les pone un nombre. Y al finalizar esta melodia tomo las hojas entre sus manos y escribió en las hojas: Dream

Y dejó que las hojas flotaran hacia un pasillo oscuro, directo a su biblioteca. 




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