Felicidades, Ganaste

Prologo

La música sonaba de fondo… el olor de mi perfume llenaba todo el coche. El volante en mis manos que tenían un manicure perfecto, mi cabello brillaba bajo la luz del sol. Probé mi bebida con el popote, era de fresas con avena. Miré mi reflejo en el pequeño espejo sonreí.

UNIVERSIDAD DANTH-CYA

El letrero era imponente en el jardín, algunos caminaban por los andenes de piedra sofisticados. Otros se fotografiaban, deje de verlos al entrar al túnel subterráneo que daba con el garaje de la institución. Las luces eran blancas, había múltiples autos de todos los colores, diseños y marcas. Entre ellos, algunos ferrari, bugatti, y los clasicos lamborghini. Mi padre me quizo regalar uno asi, me negué en ves de eso pedi un mercedes-benz CLA.

Estacioné mi auto, quité mi cinturón tomando mi bolso, era color café elegante. bajé alisando mi falda, y ubicando mis gafas sobre mi cabello, mi madre dice que siempre debemos lucir sofisticadas y de gran valor. Y eso es lo que hago.

Subí las escaleras automáticas y el murmullo habitual me envolvió. La universidad era un desfile diario, los pasillos estaban llenos, unos corrían como en un maratón. Al ver mi presencia todos se apartaban. Saben quien soy, y el poder que tengo sobre ellos. Es la ventaja de ser multimillonaria.

– Casy – murmuraron a mis espaldas.

Me detuve y volteé encontrándome con una chica, llevaba dos trenzas, además de grandes anteojos cuadrados, su uniforme estaba lleno de arrugas

– ¿Qué quieres? – pregunté tajante.

– Y-yo soy tu fan – su voz delataba su nerviosismo – y te traje esto.

Mostró una pequeña caja que temblaba en su mano. Algunas miradas estaban sobre nosotras. Doble los ojos y tomé la caja, sin mucho cuidado quité el lazo rojo que tenía, quité la tapa, y de inmediato lo dejé caer limpiando mis manos.

– ¿Que-que pasa? – preguntó asustada.

– ¿Me quieres matar o qué? – reprendí alzando un poco la voz – soy alérgica a las nueces

– Yo-yo no, no sabía.

– ¿Qué te pasa tonta? – la vos de Elanys interrumpió

Los ojos de la chica se volvieron rojos, igual que su rostro y salió corriendo, algunas risitas se armaron en el lugar. Bufé…

– ¿Qué te hizo la idiota de Anny? – preguntó pateando la caja a unos chicos que estaban cerca.

– ¿La conoces?

– Si, es quien hace mi tarea de economía 4

– Debes dejarla dormir – bromé aplicando gel en mis manos – la pobre tiene ojeras.

– Lo que digas Cas… - meneó su cabellara rizada - ¿ya vienes? te estamos esperando en el campo

– Voy a cambiarme. – abrí mi casillero metiendo mi bolso, tomando mi uniforme de porrista.

– ¿Ya viste lo que subió Elkyn? – pronunció a mis espaldas. – está saliendo con Francis, la morena de psicología.

Cerré el casillero, aun de espaldas y suspiré. Ese maldito no esperó dos meses antes de publicarse con la… pobretona de Francis. relamí mis labios, no iba a dejar que esa noticia arruinara mi dia, hoy iniciaría a ser la capitana del equipo.

– ¿Cuál es el problema? – respondí finalmente – si el quería estar con esa mugrosa, no es mi asunto Ela.

Ella solo sonrió, mostrando sus perfectos hoyuelos – ¡esa es la Casandra que conozco!

Me abraza, solo suelto una risa. Hemos sido amigas desde muy pequeñas, nuestros padres hicieron muchos negocios juntos. Y desde ahí solo fuimos ella y yo. Aunque nuestros físicos eran diferentes, ella era piel bronceada, y cabello rizado largo, ojos marrones, buenas curvas. En cambio, yo siempre he sido clara, ojos verdes, como los de mi padre. Mi cuerpo no era tan sexy como el de ella, pero nada que el gimnasio no pueda arreglar. En cuestión de la altura yo le llevaba un centímetro, pero gracias a su cabello eso no se notaba.

Nos dirigimos al baño. Ambas nos cambiamos en silencio, lo hacemos desde siempre, así que dejó de ser incomodo hace años. Me ato el cabello en una cola, mientras ella se hace una trenza. Nunca se como lo hace tan rápido y le queda tan bien.

– Oye cas. – me llama, rompiendo el silencio

– ¿Uhm?

– ¿Qué planeas para este año? Es decir, ya es el último.

Me siento en la banca que hay. No lo había pensado de esa manera. Tomo mis tenis, ella sigue frente el gran espejo.

– Por ahora obtener un buen promedio. – hablé finalmente

– Eso lo sé Cas. – se gira aun con las manos detrás de la cabeza. – pero, yo digo lo divertido.

Me rei un poco al recordar el ultimo reto. Dany, tenia que hacer que la profesora gina se fuera de la universidad. Y lo logró.

– No lo había pensado. – la miré, se había sentado a mi lado – debe ser bueno.

– ¿Si, y adivina que? – sonrió mordiendo su labio inferior

– ¿Que?

– Te toca cumplir el reto a ti – chilló emocionada.

Joder, eso no lo recordaba. Debí cambiar mi expresión brutalmente, por que ella me dio un golpecito en el hombro.

– Relájate, o… ¿tienes miedo? – inquirio

– ¿Miedo? – me levanté de un brinco– yo cumplo lo que sea y lo sabes Ela.

– Entonces no pongas esa cara de niña asustada. – se levanta poniendo sus ligas en las muñecas. – nos vemos en la cafetería.

Ella mostró una sonrisa y caminó hasta su casillero guardando las cosas que se había quitado. Ella ya sabia cual era mi reto, de eso estaba casi segura.

– Elanys – la llamé - ¿sabes cual es mi reto?

Ella no volteó, así que confirmé mis sospechas.

– No, no sé – murmuro de espaldas – aun no lo hemos decidido.

– ¿Está segura?

Conocía bien a Elanys, no sabía mentir. Además, que evitaba el contacto visual. Me acerqué a ella y la hice girar, tenia los ojos abiertos.

– Dime, de que se trata. – supliqué.

– No, no yo no sé nada.

– Dimee – dije sacudiendo sus hombros.

– ¡Ya está bien! – exclamó finalmente alejándose de mi. –Tiene algo que ver con flores.– masculló tomando su termo.

¿Flores? Querían que fuera a las amazonas a buscar una orquídea ¿o qué? le quizé preguntar mas, pero no pude preguntar más a Ela, por que salió corriendo del vestíbulo




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