-¡Hey!, ¡pásame la pelota, rara!
-¿Cuál pelota?
-Esta…- el chico aventó la pelota y me golpeó el rostro
-JA JA JA que tonta eres, ¿Por qué siempre estás sola?- se acercó a mí
-Porque quiero estar sola- contesté
-¿No tienes amigos?, todos dicen que estás loca…
-Aléjate de ella Mark, te puede contagiar lo que tiene
Todos los chicos comenzaron a reírse
-Yo no tengo nada- susurré
-Adiós rara… - el chico corrió hacia donde estaban sus compañeros y siguió jugando fútbol
Me quedé sentada en el suelo mirando a los chicos jugar, un poco más atrás se encontraba Tiana y su grupo de amigas las cuales me miraban y se reían.
Hace algunos meses Tiana había sido la única niña que de verdad me había comprendido, una buena amiga y una persona excelente. Ella era la única que me quería y no me molestaba, pero comenzó a juntarse con Brit y dejó de hablarme.
El receso pasó y todos entramos a clase, toda la clase solo pase mirando el reloj, quería que se terminara ya y poder irme a casa.
El timbre sonó, todos los chicos se levantaron y con rapidez salieron del salón de clases, yo tomé mis libros y los guardé en mi mochila con tranquilidad.
-Felicity, ¿Podemos hablar?- me llamó la profesora
Tomé mi mochila y caminé hacia el escritorio de la profesora.
-¿Qué pasa profesora?
-¿Estás bien Felicity?, te he notado muy rara, en las clases no pones atención, tus notas han bajado, siempre te veo sola… ¿Necesitas hablar de algo?
Me quedé callada mirando a la señorita Besnier
-No pasa nada Srita. Besnier- contesté finalmente
-Recuerda Felicity que si en algún momento deseas hablar con alguien aquí estoy para ti, solo pon más atención a las clases, por favor.
-Gracias Srita. Besnier, le agradezco mucho.
-Anda, ya puedes retirarte.
Salí del salón y caminé hacia la salida. Tomé el autobús escolar y me senté al final mirando a la ventana. Había llovido nuevamente, el piso estaba mojado y el aire era frío.
Finalmente llegué a casa y el autobús me dejó justo enfrente de ella, bajé y caminé hacia mi puerta. Abrí y ahí me encontré a mi madre y a mi padre. Mi madre se secaba las lágrimas del rostro y mi padre con su vestimenta de Marín blanca la abrazaba.
-¿Hola, papá?, ¿qué está pasando?, ¿por qué hay maletas?
-Hola mi niña, ven aquí- me dijo extendiendo sus brazos
Me acerqué a él y me abrazó fuertemente.
-Tengo que irme Felicity, tengo que irme a trabajar en el barco y es posible que tarde en regresar.
-No quiero que te vayas papá, ¿Con quién voy a pintar por las tardes?
-Lo sé amor, pero este es mi trabajo, nuestro país me necesita. No te preocupes te prometo que voy a regresar contigo y con tu madre, vamos a vivir tranquilos, ya que pase la guerra, vamos a estar juntos los 3.
-¿No te vas a morir verdad?- pregunté
-¡Felicity!- gritó mi mamá
-Déjala Sara… Te prometo que no me voy a morir Felicity, ven acá tú también- le dijo a mi madre y nos abrazó fuertemente a las dos- Las amo, cuídense mucho, saben que son mis mujeres favoritas y que van a poder estar unos días sin mí. Aquí estaré para cuidarlas por siempre…Te amo Felicity, te amo Sara, no lo olviden.
Él se separó de nosotras, tomó sus maletas y caminó hacia la puerta. Me dio un beso en la frente y a mamá la beso fuertemente en los labios.
-Por ningún motivo se dejen caer, cuídense ambas… las amo
Se puso su gorro y caminó hacia el coche que le esperaba, se subió y nos mandó un beso.
-Papá, promete que vas a regresar para mi cumpleaños- grité antes que el taxi tomara marcha
-Te prometo que voy a regresar mi amor, te traeré un gran regalo. Te amo, Felicity
El automóvil arrancó y mi padre se alejó mientras con su mano nos decía adiós a las dos.
Mi mamá comenzó a llorar fuertemente y yo solo lo vi partir.
Editado: 19.07.2021