Caí en el suelo duro y mojado, la cara y las manos se me llenaron de tierra mojada y hojas secas. Con trabajo me incorporé y sacudí mi vestido de la escuela, miré hacía enfrente y me quedé callada con la boca abierta.
Frente a mí se encontraba un bosque lleno de árboles enormes, del tamaño de un edificio. En el piso unas extrañas plantas crecían, nunca antes había visto algo igual.
-¿Hola?- dije en vos alta esperando que alguien contestara, pero no fue así.
-¿Cómo rayos llegué aquí?, ¿por favor alguien que me ayude?- un nudo se empezó a formar en mi garganta y una lágrima se formó en mis ojos
Las lágrimas comenzaron a caer y con manos y pies temblorosos caminé entre aquellos enormes árboles y todo tipo de plantas extrañas.
-¡Ayuda!, ¿hay alguien aquí?
Mis pasos se comenzaron a hacer más rápidos, mi respiración empezó a agitarse cada vez más. Frente a mí voló una pequeña criatura, era como una libélula, pero una libélula muy extraña.
¿Qué cosa eres?- dije acercándome un poco a ella
Mi mirada fue acercándose cada vez más hasta que pude ver que aquella cosa no era una libélula.
-¿Qué cosa eres?
Aquel animal se volteó y pude ver un rostro parecido al de un humano con grandes orejas, nariz picuda y ojos negros. Solté un gran grito de horror y corrí lo más rápido que pude.
Solo podía escuchar mi respiración agitada y el sonido de las ramas y hojas que a mi paso pisaba. A un costado de mí, por entre los árboles vi algo moverse rápidamente.
-¿Quién anda ahí?- me quedé paralizada con el corazón latiendo al mil por hora
El lugar se quedó completamente en silencio, comencé a escuchar sonidos de ramas y pasos por todos lados, ya no sabía a qué lado debía voltear. Mis manos estaban temblando el miedo que sentía era inexplicable, el estómago me dolía del esfuerzo y de los nervios.
Frente a mí entre dos árboles se vio una figura pequeña y delgada, aproximadamente de mi estatura, debido a la sombra de los árboles no se podía distinguir nada.
-¿Quién eres?, ¿Dónde estoy?-pregunté en voz baja
Me quedé en silencio pero aquella figura no contestó
-¿Por qué no sales?, ¿Por qué no hablas?
Aquella persona salió de las sombras despacio, dejando verse en un pequeño rayo de luz que se colaba entre los enormes árboles.
-¿Quién eres tú?- contestó mirándome fijamente
Frente a mí una persona como yo, pálida con cabello corto y pelirrojo, delgado y con un pantalón y una especie de blusa pegada me miraba.
En su frente tenía un pedazo de tela amarrado a su cabeza, el cual le caía frente a su rostro. Sus ojos eran oscuros y sus labios eran delgados y pálidos.
-Ho...Hola, mi nombre es Felicity, no sé cómo llegué a este lugar, quiero regresar a casa, estoy perdida y asustada.
-¿Felicity?, que clase de nombre es ese- se acercó a mí y me rodeó mirándome de pies a cabeza
-Mucho gusto, ¿Tú quién eres?
-Mi nombre es Peé- dijo sonriéndome
-¿Peé?, ¿Qué clase de nombre es ese?, ¿Eres un niño?
-Oh no, claro que no...- dijo frente a mí con mirada seria
-¿Entonces eres una niña?
-Oh no, claro que no... -Repitió mirando mi vestido.
-Estoy un poco confundida, pareces un niño pero también pareces una niña. No eres ninguno de los dos, ¿Entonces qué eres?
-Soy un habitante de Xiam, y solo soy una persona... No tengo sexo.
-¿Xiam?-pregunté confundida-¿Qué es eso?
-Es la tierra de donde yo vengo, la tierra de Xiam se le conoce como la tierra del bosque, todos sus habitantes vivíamos en las ramas de los árboles.
Actualmente soy el único sobreviviente de Xiam, hace unos años mi gente fue corrida de los bosques cercanos a la ciudad de Andarg.
Solo quedé yo, nunca supe que fue lo que pasó con mi familia y ahora yo cuido al Reino de Andarg como agradecimiento a que me dejen vivir aquí.
-Estoy muy confundida... ¿cómo puedo llegar a Londres?
-¿Londres?, ¿dónde se encuentra ese lugar?- preguntó sorprendido
- Se encuentra en el continente Europeo, en la tierra.
Él se quedó mirándome en silencio por unos minutos tratando de comprender lo que le había dicho.
-¿Quieres decir que vienes del suelo?- respondió finalmente
-¿Qué?, No... ¿Por qué dices eso?
-Acabas de decir que vienes de la tierra...
- No, Pero no de la tierra del suelo, vengo del planeta tierra.
-Wooow... vienes de otro mundo, es increíble. Nunca había conocido a alguien de otro mundo, ¿Cómo llegaste aquí?- con emoción y ojos saltones comenzó a preguntarme
-No lo sé, estaba leyendo este libro, pero me comencé a sentir mal, la vista se me nubló y un fuerte dolor en el pecho hizo que cayera al suelo… no recuerdo nada más
Le mostré el libro a Peé y él lo miro detenidamente, su rostro se palideció aún más, sus ojos se abrieron lo más que pudieron y sus manos temblaron
Editado: 19.07.2021