Félix

1

 

 

Félix un joven apuesto, de un peculiar cabello color gris y ojos azules, amable y de buena posición. 

Hana bella joven, amable, humilde, de ojos avellanas, cariñosa, de cabello negro, de buena posición. 

Ambos comprometidos desde antes de nacer, que contraería nupcias, que, por ser de la alta sociedad, se deben casar para convertirse en un solo imperio. 

Aunque no se conozca deben casarse. Lo bueno es que el día que se conocieron sus corazones se amaron y su matrimonio no sólo sería por conveniencia, sino también habría amor, el más puro amor. 

 

La terrible noche del dolor. 

 

Ambas familias celebraban una bonita boda entre los primogénito, Félix y Hana. 

Ambos se encuentran muy felices porque después de todo, el amor a primera vista existe, así como el amor verdadero también. Planeado su vida, su futuro, tener a sus hijos del fruto de su amor. Pero al parecer el destino de ellos es no estar juntos, porque, así como existe lo bueno existe la maldad. 

Cómo puede una mujer tener tanto odio, el no ser Correspondida puede crear oscuridad en su corazón. y preferir la destrucción de aquél que nunca le dio alas y correspondió a su obsesión, si porque amor nunca fue. 

Rubí una hermosa mujer de ojos negros, Rubia, egoísta, egocéntrica que traía a todos los hombres a sus pies, bueno casi a todos, menos a uno, Félix era el único que no caía antes sus encantos, que a pesar de que siempre fue Cortés y amable cada vez que le decía No. Ella no podía aceptar que él no cayera antes sus encantos y su sexual cuerpo. Por eso decidió que, si él no era SU hombre, entonces no sería para nadie, prefería verlo mil veces muerto que en los brazos de otra. 

Por eso esa noche, la que se supone debió de ser la más feliz para la recién pareja de casados, pero que, por los celos de una mujer despechada, se tiñeron de rojo.

 

—Vaya, vaya, pero si es que lamento llegar tarde a la boda, pero no importa, al fin y acabo, he llegado —dando una malévola sonrisa.

 

Al ver esa expresión de la mujer rubia, daba a entender que nada bueno podía venir de ella.

 

—Tal parece que mis encantos no fueron suficientes para que tu mi querido Félix te quedaras junto a mí.

 

—Señorita debería tener mas respeto, una dama decente no debería decir tales palabras —dijo un hombre mayor.

 

—Señorita Cabot, es bienvenida, la fiesta aun no ha terminado —dijo el, peli gris de una manera amable, para evitar problemas en su boda.

 

—Hay querido, si vine es porque quiero ver y ser testigo de sus muertes —señalándolos a la pareja de esposos.

 

—Que locura es esta, saqué a esta mujer de aquí, solo viene a incomodar —habló uno de los padres de los novios, mientras unos hombres se acercaban a obedecer tales órdenes.

 

Pero antes de que se acercaran a la rubia, esta comenzó a pronunciar palabras en otro idioma y al mismo tiempo el cielo se oscureció mas que la misma noche.

 

—Pero que esta pasado, esa mujer esta haciendo eso —gritaban y señalaban todos los invitados, ante tal caos.

 

—Félix Mason no vas a ser feliz a lado de Hana Overkill, ¡oh! Me disculpo, pues ahora es la señora de Mason, pero va a durar muy poco el gusto porque yo Rubí Cabot no lo voy a permitir. Si no eres para mí, no serás de ella.

 

—Que estas tramando Rubí —dijo angustiado Félix.

 

—¿Qué mal te hemos hecho Rubí? No ves que eso no es amor, solo estas encaprichada porque Félix no te hizo caso —dijo Hana.

 

—¡Cállate! Es tu maldita culpa que él no sea mío, claro que lo amo, por eso prefiero verlo muerto que a tu lado.

 

—No soy un juguete al que compras o pides por capricho. Yo nunca te di alas o esperanzas de algo, siempre fui claro contigo, la AMO a ella, no a ti, ¡entiéndelo!

 

—Pues mueran, porque no van a ser felices mientras yo viva, ja, ja, ja

 

Ambos, se tomaron de la mano en espera de su muerte, tal vez no sería malo después de todo, porque juntos se iría y tal vez se encontraría en el más allá o en otra vida.

 

—Para que vean que soy buena, Hana, querida Hana, si tanto amas a Félix, ¿lo dejarías vivir?, te prometo hacerlo muy, pero muy feliz.

 

—SI, déjalo vivir a él, yo moriré si es necesario, y —no pudo terminar porque su amado no le dejó.

 

—NO, prefiero morir mil veces a tu lado mi amor, que vivir sin ti, y mucho menos junto a ella —su mirada desprendía el más sincero amor.

 

Eso hizo poner mas furiosa a la rubia, quien de nuevo empezó a pronunciar un hechizo, que nadie podía entender.

 

—¡Bien! Si prefieres eso te lo concedo, pero sabes que mi amado Félix, ¡gracias! Porque me has dado una nueva visión de ver las cosas. Desearas haber estado a mi lado —empieza a reír a carcajadas dejando confundido a todos, y también a la pareja de enamorados.

 

De pronto todo empezó a cambiar, un humo espeso rodeo a la pareja, y gritos de dolor se oía, nadie podía hacer nada. Era como navajas que rasgaban la piel de ambos, pero no veían que los lastimaba.

 

Hana sufría no solo por lo doloroso que ella pasaba, sino el escuchar a su amado sufrir, ella en su ultimo aliento de vida, pidió un ultimo deseo, entregar su vida a cambio de la de su amado, su deseo de corazón fue escuchado por la madre luna, quien cumpliría ese deseo que venía de un corazón puro y sincero, que hizo un acto de amor verdadero.



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En el texto hay: mascota, magia amistas, magia y amor

Editado: 18.12.2023

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