Gwen.
A hora nos encontramos en el mes de octubre, que rápido pasa el tiempo. Este tiempo nos hemos familiarizado mucho con nuestro nuevo integrante Félix, el cual ha sido una buena mascota, no se tiene queja alguna de ese minino.
Es mi mejor amigo, mi confidente, quien me escucha cuando necesito charlar algo, sé que eso me hace ver rara, pero es mi secreto. Si le cuento algunas cosas a mi madre y me da sus consejos, pero hay cosas que no, también cuento con mi amiga Valeri, pero ella al igual que yo solo es una adolescente que solo desea ser amada, vivir aventuras para recordar en un futuro a sus nietos, no arrepentirse de lo que no pudo ser. Somos unas más de las chiquillas locamente enamoradas. Valeri es quien me dice que sea lanzada y que le demuestre mi amor a Iván con la dichosa prueba de amor. Porque en lo que se refiere a cuestión de amor no tengo suerte, solo sufro por el amor no correspondido de ese chico popular que ni me mira o da la hora porque solo soy invisible ante los ojos de Iván, pero no me atrevo a declarar mi amor y mucho menos dar ese gran paso de la prueba de amor, creo que ese momento debe ser especial y un maravilloso recuerdo. No así simplemente, eso para mi seria algo vacío y de lo que estoy segura me arrepentiré por el resto de mi vida, tal vez él no sea el indicado.
Soy tal ves una chiquilla fantasiosa que espera a su príncipe azul y vivir un cuento de hadas, pero es imposible, vivimos en un mundo moderno, donde antes era llegar pura y casta al matrimonio, ahora no lo es necesario. Todo cambia, y a veces creo que nací en la época equivocada, a veces es como me siento, que no pertenezco aquí.
Espero algún día poder enamorarme y ser correspondida, sigo esperando a mi chico ideal, aun recuerdo a esa señora mayor quien me leyó la mano para decirme algo de mi futuro. Aunque al principio me negué, ella me pudo convencer y solo dejé que hiciera su trabajo. Y luego me dijo que ese mismo día algo interesante me pasaría, me encontraría con el amor de mi vida, lo conocería, ella con su seriedad y su sonrisa me dieron a entender que si era cierto.
Y no pude evitar emocionarme y con la curiosidad quería saber ¿Y cómo es él? Y aunque me desanimé cuando ella respondió no saber, pero al mismo tiempo me dio esperanza cuando me describió dos rasgos de él. El color de sus ojos azules como el cielo, y su cabello como la luna misma. Fue sentir mi corazón alegrarse, como si ya supiera quien es. Pero también una tristeza, y emoción cuando escuché, que él lleva un dolor en su vida, pero soy su salvación, y él cambiaria mi vida.
Eso me hizo decir lo primero que se me vino a la mente —: Es maravilloso —y le di una leve sonrisa. Pero ella lo malinterpretó creyendo que no le creía.
No pude evitar sentirme nerviosa, y tartamudear, para salir de ese embrollo le di algo de dinero, regalé una sonrisa y seguí mi camino. Claro con un pensamiento en mente «será verdad, pero que digo, hace unos minutos no creía estas cosas, pero… sí años atrás existió la magia, y la historia de ellos fue real, entonces puede que…»
Pero nada, no me encontré con ese chico, solo fue una mentira. Pero lo único bueno de ese día fue conocer a mi minino consentido, a Félix. Eso fue lo mejor que me pudo pasar de bueno, gané más que una mascota un amigo, un confidente.
La vida está hecha de días que no significa nada, y momentos que significan todo.
El tiempo que se disfruta es el verdadero tiempo vivido.