23:15 pm
En vagado por las calles, ahora me dirijo a mi lugar, a mi refugio, lo que me conecta a mi pasado. Estoy de pie frente a la estatua, de nuevo mi mente vaga al pasado que no fue, el amor que perdí, la vida que no pudimos tener, como se pierde todo en un abrir y cerrar de ojo. ¿Y por qué? Así, todo gracias a una mujer loca, que no le importó destruir a otros, solo su egoísmo fue mas grande. A veces deseo matarla con mis propias manos, ¡Je, Je, Je! Incrédulo pensamiento, estoy muerto, MUERTO.
23:45 pm
Ha llegado la protagonista de mis desdichas, en persona la mismísima Rubì Cabot, al igual que yo solo es un fantasma, murió, ¿quién sabe cuándo? ¿Cómo? En fin, no importa, al parecer al igual tiene su propio calvario, hasta ahora es que le pongo la atención debida, antes ni la miraba nada más que con el odio que ella misma se ganó. Pero ahora que la veo, no puedo evitar cuestionarme ¿murió joven? ¿O gracias a sus hechizos se siguió viendo joven? A pesar de todo el mal que hizo ¿pudo hacer su familia? ¿serán igual de mala hierba los integrantes de su descendencia? ¿Qué fue de ella todo este tiempo? Ahora veo que esos ojos ónix no tienen ese brillo maligno o esa mirada arrogante junto a su sonrisa perversa, es que acaso ya se aburrió de verme sufrir ¡nah! Para ella es regocijarse en su propia vanidad. Pero parece que hay tristeza en su mirada, ¿¡Rubì está triste!? Como que esa oración juntas no va.
00:15
Nada ni un ruido, solo silencio entre ambos, no insultos, ni risas sarcásticas de su parte. Pasaron los minutos tan lentos como el silencio se profundizaba. Creo que lo que sucedió después ni en mis más locos pensamientos pasó por mi mente que sucedería. La rubia, esa que solo destilaba veneno no solo en cada palabra que daba, sino por todo su rostro; me dirigió palabras, pero esta vez, pude notar y confirmar mis sospechas, estaba triste. Tener una charla calmada, sin palabras rencorosas o reproches. Eso fue un nuevo inicio, para ambos.
—Tanto tiempo eh…Se que esto es l-loco —mirando al chico frente a ella—.
—Creo que lo que menos esperas es una charla conmigo, tu E-N-E-M-I-G-A, pero ha pasado el tiempo y… el siglo pasado todavía me alegraba verte en ese estado —señalando con el dedo a la dirección de Félix—. Pero esta noche ya no me es para nada satisfactorio.
—Entonces, ¿Qué nuevo maleficio me darás? ¿Qué te hará ser feliz de nuevo?
—Nada de eso, no hay nada de hechizo. Solo tu perdón
—Alzando una ceja gris y con recelo pregunta—: ¿Tu, Rubì Cabot quieres mi perdón? ¿Por qué hasta ahora? ¿Qué te ha pasado?
—Dando un gran suspiro—Sigh, S-si quiero tu perdón, y como me gustaría el suyo también —mirando a la estatua—. Pero lamentablemente eso no se puede. Y si ya se de eso soy culpable, lo siento, de verdad lo siento mucho, Hana no tenia culpa, pero fui una ciega egoísta que se dejó llevar por la ira y el despecho. Porque ahora lo veo con claridad, amor nunca fue lo que te tuve, solo fuiste un capricho, me encapriché contigo Félix Mason.
—¿Que te hizo cambiar? —en espera de su respuesta.
—Aunque no lo creas o quieras creer el amor, el verdadero amor—con una pequeña sonrisa, pero un brillo nunca antes visto en esos ojos ónix, esperanza, amor—. Ahora si puedo entenderlos, ese verdadero amor, no un intento iluso de amor. Creí que no era merecedora de algo tan valioso, pero se me fue concedido, pero estoy atada y fue mi propio mal.
—Estas, enamorada, en verdad eso fue o que te hace que tengamos esta charla—con algo de recelo.
—Si, ya se, en mi es algo falso de creer. Tal ves te estas cuestionando si las malas personas porque se lo merecen y sufren las personas buenas. ¿Créeme cuando te digo que me lo he planteado? —. Pero me fue dada una segunda oportunidad, y todo se lo debo a ella, si mi querido Félix, tu amada fue de corazón puro hasta en su último aliento de vida, que a pesar de que le arrebaté la vida, pensó en mí, Hana Overkill, me corrijo la señora Hana Mason pidió por mi alma. Al principio fui terca, testaruda, vanidosa, arrogante, puedo seguir con mas, pero no acabaré y el tiempo apremia. Hace dos siglos eso rodaba en mi cabeza, no quería aceptar que mi enemiga fue ilusa en creer que cambiaría, pero al final de cuenta tengo que tragarme el orgullo y las palabras.
El chico peligris escuchaba atentamente cada palabra que salía de la boca de la rubia, pero al mismo tiempo no perdía detalle de cada expresión de su rostro, algo que le diera inicio de que todo eso era palabras vacías, una vil mentira farsa, pero no fue así. Al contrario, se veía todo real, o al menos que la rubia fuera una actriz de primera, se llevaba el primer lugar.
—Respondiendo a tus preguntas anteriores ¿Por qué hasta ahora? ¿Qué me ha pasado? —jugueteando con sus manos—. Hasta ahora acepte esa segunda oportunidad. Después de esa noche nada fue color de rosa, tuve que huir como la vil asesina que fui, tu familia ni la de ella me dejaron de buscar, buscaban justicia, no importaba si era la ley o por sus propias manos. Daban recompensa por mi paradero al principio viva, ¡ja! Después no importaba si muerta, pero quería ver mi cuerpo muerto para ver que la causante de la tragedia pagaba. Mi belleza se fue, me convertí en una vil pordiosera, solo un estropajo quedo de mí. Por maldición, aunque no quisiera venir al pueblo, mi alma se presentaba ante ti, solo el verte desdichado me alegraba la vida, me olvidaba de la cruda realidad que era mi patética vida.
2:45 am
Por eso, aunque ellos me querían matar o llevar presa, no podía ya que solo era un fantasma. Pero al terminar volvía a mi propio infierno, quise hundirme en la magia negra pero no se pudo. Fui con una bruja, para que me ayudara, pero no se pudo, solo me leyó mi patético futuro. Fueron dos posibles, en una siendo la misma llena de odio que su patética vida seguiría en picada, por mas que me esforzara por levantarme nada, y morí a mis 25 años, pero mi infierno siguió, el descanso no llegó porque al atarte al mundo de los vivos me até de igual manera, mi alma podrida no merecía vivir en paz cuando lo que hice fue atroz, créeme ese infierno lo viví, claro por un estúpido orgullo. Cuando desde el principio pude elegir el otro futuro, ese en el que te pido perdón y me libero de las cadenas amargas. Te liberas tú, me libero también. Pero creo que todo sucede por algo, quizás tiempo atrás no lo hubieras hecho, estabas lleno de odio contra mí, por otro lado, ya no tenías vida, al igual que tampoco la tenía yo. Ahora es el momento pues ambos merecemos ser feliz y…