Felíz navidad Charlotte

Un nuevo Hogar

Los ojos de Charlotte habían paseado incontables veces por las casas del pequeño pueblo, pero se sorprendió al ver que el carruaje no se detenía, al contrario, siguió por un camino a través del cual vislumbró  casas mucho más grandes, hermosas mansiones en piedra distanciadas unas de otras por verdes Jardines bien cuidados.

Cuando al fin llegaron a la que sería su nueva casa, Charlotte no pudo menos que dar un grito de emoción,  la casa, era no solo inmensa, era una mansión como las otras casas que había visto en el camino, el césped estaba bien recortado y por un lado de la Mansión subía la vegetación cubriendo las paredes, era algo hermoso y digno de ver, frente a la entrada de la Mansión se encontraba también una fuente redonda en mármol blanco rodeada de las Flores más rojas que había visto en su vida.

Charlotte giró para ver a su padre que daba instrucciones al señor Marlon, el mayordomo.

-Es un lugar hermoso, dijo Charlotte

Su padre volteó con una sonrisa en la cara.

-Sabía que te gustaría hija, deberías dar un paseo por el jardín mientras terminan de arreglar lo necesario para que puedas descansar en tu habitación nueva.

Charlotte sonrió, tendría el resto de la mañana libre para pasear y conocer el nuevo terreno mientras los demás terminaban de sacar y organizar los muebles, aunque se sentía algo cansada, tenía curiosidad por conocer los jardines que había visto de lejos al llegar.

-Me retiro entonces padre.

-Ah, pero lleva contigo a Lucas, aunque es un pueblo pacífico, nunca está de más que lleves algo de compañía, además le hará bien estirar las patas después de un viaje tan largo.

Lucas era un ovejero inglés, de un carácter tierno pero protector, para Charlotte el perro era más como un amigo que otra cosa, era muy inteligente, aprendía y obedecía rápidamente lo que le convertía en el compañero ideal para los paseos.

Corrió hacia las perreras donde instalaban ya a los perros de la casa y llamó al señor Binns, le explicó que llevaría a Lucas de paseo por lo que el hombre lo alistó para salir. Acompañada, Charlotte caminó por los jardines y alejándose de la casa, se acercó a una zona llena de flores, la luz casi no se veía entre los árboles, pero era lo suficientemente luminoso para ella, descubrió una banca en medio de ese paraíso floral y frente a ella una fuente que en su tiempo debió ser preciosa, se notaba que esa parte del jardín aún no recibía la atención adecuada, se encargaría de comentarle a su padre para que lo arreglaran.

Charlotte se sentó en la banca y de pronto sintió el cansancio del viaje,cerró los ojos y empezó a dormirse, justo cuando habían pasado unos quince minutos sintió un fuerte ruido y seguido de eso, los gruñidos de Lucas, abrió los ojos sobresaltada, Lucas seguía gruñendo en dirección a unos arbustos llenos de flores.

-¿Hay alguien ahí?-preguntó temerosa.

Sintió un ruido más fuerte y un joven salió entre los arbustos, Charlotte estaba asustada, se aferró a la correa de Lucas y observó al muchacho, Tenía el cabello oscuro y los ojos grises que contrastaban con su piel blanca, era bastante apuesto, sus ropas estaban sucias, Charlotte pensó que debía ser algún pueblerino por lo que se armándose de valor le preguntó que hacía en el Jardín de la casa de su padre.

-Lo siento, dijo el muchacho con una sonrisa en la cara, olvidaba que los nuevos dueños venían hoy dijo mirando fijamente a Charlotte, debes ser la hija del nuevo dueño dijo dando un paso adelante.

Charlotte estaba asustada, un joven salido de quien sabe dónde, con las ropas sucias, acercándose a ella en la soledad del jardín, nada podía ser más negativo para su reputación.

-¡No se me acerque! Dijo con un hilo de voz

El muchacho la miró confundido y justo cuando estaba a punto de hablar, sintieron a alguien correr por los Jardines vecinos.

-¡Ethan! Gritaba la voz de otro joven, ¡Ethan!

Charlotte sintió el pánico recorrer su cuerpo, otro muchacho, ¿y si intentaban hacerle algo? Tendría que soltar a Lucas si se acercaban demasiado, para su sorpresa el joven de ropas sucias volteó hacia donde llamaba el otro joven, luego la miró a los ojos e hizo una pequeña reverencia.

-Le ruego me excuse, nos veremos en una próxima ocasión, y desapareció entre los arbustos.



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En el texto hay: navidad, amor, amor de epoca

Editado: 23.11.2018

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