Su cuerpo ha cambiado y las hormonas van a un nuevo ritmo.
Se instaló el temor cuando comprendió que dentro de ella se está generando vida.
Su madre ordenó que debía suspenderlo.
Buscó consuelo en su padre pero él no la apoyó.
No debía atraer las miradas, no sería parte de las especulaciones, la sociedad no tiene que conocer el fallo que fue como hija.
Tomó valentía de la pureza que albergaba su vientre y sintió que era posible.
Se marchó en busca de un nuevo hogar, convencida de que solo su nuevo amor importaba.