La escudriñan en la cocina, quieren encontrarla con su habitual sonrisa.
Andan por la propiedad intentando seguir su rastro.
Su habitación sigue vacía, pero su aroma está presente en cada rincón.
Ella huyó, nadie sabe porque se fue.
Les resulta imposible cuantificar todo lo que se llevó.
Y cada amanecer se hacen la misma pregunta, le sonríen a su fotografía, buscan su presencia.
Paulina solo existe en la mente, porque la vida es temporal.
Ella tiene vida adentro, porque al salir la desbarata el viento.