Ella estaba en contra de la legalización del aborto, hasta que presenció la realidad.
Recibe a niñas asustadas que no soportan su estadía en el lugar.
A la víctima que va parir al hijo de su violador, harta de escuchar comentarios absurdos, porque a un inocente ya le guarda rencor.
Los embarazos de alto riesgo, porque llegan preparadas para el funeral de su hijo. Y las comunes complicaciones, que van en aumento conforme menor es la madre.
Mujeres a las que les niegan la esterilización bajo el argumento de "luego querrás hijos y te arrepentirás de tu decisión".
La joven que dio a luz y al salir abandonó a su hijo en la primera oportunidad, porque no estaba preparada para cuidar de alguien más.
Luego de estar en primera fila fue capaz de entender que es un derecho; que puede ejercerse sin tomarse como deporte. Y ya considera el término pro-vida como incorrecto, debería ser entendido como pro-feto. Porque después del nacimiento se les olvida que alguna vez existió.