Como prisionero torturado
me heriste en mas de una ocasión,
sin dejar que recupere fuerzas
volviste al ataque.
No bastó con la pulsada en el corazón
usaste un fierro para abrirle más;
la piel a carne viva y sangrante
no dejó de pulsar.
Así, con tanto dolor me mantuve viva
afarrándome a cada sensación causada;
alimentando rabia con el pasar del tiempo
desplazando la tristeza y desasosiego.
Al final, creaste lo que un día
decías temer, un monstruo con ganas de vencer.
Siempre viste el lado bueno de mi ser,
dijiste que no serías cruel
¡maldito mentiroso!
cruel realidad me tocó ver.
Juré entre lágrimas de rabia hacerte pagar
entre fingida sumisión te dejaste engañar
ahora libre estoy, y mi plan empieza a funcionar
Prepárate vil espectro del infierno,
porque al Inframundo, no vas volver.
Mariángeles💖