Dos mil cinco, semanas después del entierro, Sebastián fue llevado a vivir con su padrinos, osea el amigo de su mamá y su esposa, dónde fue criado como un hijo, además de ser tratado como tal, y tener mucho cariño de parte de ambos, pues siempre quisieron un hijo, pero no podían, así que Sebas fue como un regalo para ellos.
Para dos mil quince, Sebas le pidió a sus padrinos, que lo metieran a clases de canto, dónde aprendió a cantar y conoció a la primera chica que le gustó, llamada María, una chica de tes blanca, de pelo café y ojos verdes, alta, y de su misma edad, casi que solo le ganaba por meses. Pero no fue lo único que le llamo la atención a Sebas, si no otras cosas también, entre ellas un libro de magia que encontró en la biblioteca.
Sebas llega a un parque, este era un parque casi solitario, pues casi nadie iba, perfecto para leer a la interperie, lo cual hizo, eso y practicar cada hechizo de magia, al principio el no creía que iba salir alguno, pues la magia para el no existía, hasta que un hombre tes afroamericana se aparece a sus espaldas.
Chico deberías dejar hacer eso - sugirió acercandose a Sebas
¿Por qué? - dijo después de voltear a ver a aquel hombre, jadeando de tantos intentos
Porque si sigues haciendo eso, nunca podrás salir de ese lugar - dijo incandose para acercarse más al adolescente
Hay por favor la magia no existe - dijo incrédulo
¿El hechizo de magia fue el de llamar a un ángel? - dijo dudoso
Si - dijo confundido
Entonces el hombre se pone de pie, y de su espalda le salen alas, como si fueran alas de ave
Imposible - dijo el niño incrédulo
El hombre solo sonríe y vuela, pero antes de irse voltea a ver al niño
Hazme caso niño, no te metas en estas cosas - dijo para después irse
El niño lo ve irse, y en lo primero en que piensa es en volver a ver a su madre, entonces ignora la advertencia del ángel y se mete lo suficiente a investigar sobre la magia.
Dos mil veintitres, dos días después, Pedro llega a fuera de la prisión, estaciona su coche y entra a la prisión, dónde un oficial de policía lo recibe.
¿A quién visita? - preguntó
Daniel Infante - dijo
Pase - dijo
Pedro pasa, lo revisan y lo dejan pasar, Pedro camina hasta una mesa de picnic dónde se sienta, un hombre entra al lugar cabizbajo, y se sienta frente Pedro.
Hola pa' - dijo
Sebas - dijo sin verlo a los ojos
Sabes bien que ya no me llamó así - dijo
Lo se - dijo
Antier fue su cumpleaños - comentó
¿Cómo está? - preguntó - ¿Ya me perdonó? -
¿No te dijeron? - preguntó extrañado
¿Sobre? - pregunto confundido
Ella falleció después de lo que le hiciste - dijo
No - dijo con los ojos llorosos - ¿Qué carajos fue lo que hice? -
La perdiste - dijo
Mierda - dijo sollozando
Pedro saca un cigarro y se lo pone en la boca y empieza a fumar
Pa' mirame - dijo
Daniel lo ve, Pedro sopla humo de su boca y dice unas palabras en latín, el humo hace una forma de un ojo, y se incrusta en la frente de Dani
¿Recuerdas que pasó el cuatro de marzo del dos mil cinco ? - preguntó
Estaba tomando con unos amigos y de repente me encontré en el baño y de un momento para el otro aparecí en la cárcel por abusar a Abigail - dijo como hipnotizado
Bien - dijo para después soplar otro poco de humo, para regresar asu padre a la normalidad - Gracias pa' - dijo para después salir sin soltar el cigarro, en la salida se encuentra con el mismo ángel de su pasado, el cual ahora era mujer y de tes blanca y ojos blancos y pelo negro, Pedro se acerca a ella.
¿Qué pasa Miguel? - dijo mientras fumaba y se acercaba a su auto
Está pasando algo en una casa al sur de aquí - dijo preocupado
Pues que llamen a un psicólogo - sugirió mientras se metía a su auto y cerraba la puerta
No se trata de eso y lo sabes Sebas - dijo asomándose por la ventana
Llévame a ellos - dijo después de suspirar
Claro - dijo para después sacar la cabeza del coche e irse volando
Pedro arranca el coche y sigue a Miguel hasta la casa, al llegar se baja del coche y se pone a fumar un cigarro nuevo, se acerca a la puerta de la casa, la cual toca el timbre, espera un rato, y la madre abre.
¿En qué puedo servirle? - pregunto intrigada
Investigador - dijo chasqueando sus dedos para que después aparezca una placa de policía en su pecho - me llamaron por ruidos provenientes en esta casa -
No hay ningún ruido aquí - dijo
¿Segura ? - preguntó asegurándose
Si - respondió - ¿Además usted porque viene vestido de charro? - preguntó intrigada
Me gusta vestir elegante - respondió para después abrirse paso adentro de la casa
Oiga no puede pasar - dijo molesta
¿Señora..? - preguntó intrigado, volteando a verla
Valeria - respondió
Señora Valeria vengo ayudarle a usted y a su familia - dijo acercándose
¿Va a ser gratis ? - preguntó intrigada dando un paso para atrás
Depende del fantasma - respondió con una sonrisa para después darse la vuelta
¿Cómo sabes del fantasma? - pregunto intrigada
No me pregunte cosas y dígame donde empezó todo - contestó
Por aquí - dijo caminando hacía el sótano
Pedro la sigue hasta el sótano, donde este se mete a checar la puerta y encuentra unos rasguños en la cara de la puerta que apunta al lado del sótano.
¿Eso estaba ayer ahí? - preguntó intrigado dirigiendo su mirada hacía Vale
No - dijo
Pedro entra al sótano, donde enciende la luz e inspecciona todo el lugar, poco después Pedro sale del sótano, apaga la luz
Señora si vuelve a pasar algo llámeme - dijo mientras le daba su tarjeta
¿Pedro Infante Fernández enserio? - preguntó curiosa
Que puedo decir somos parecidos - dijo para después marcharse junto a Valeria que lo acompaña a la puerta, mientras tanto en el sótano la luz se enciende de repente y un figura humanoide se formó a final de las escaleras, los ojos le brillaban color blanco