Sigo a mis amigas entre el gentío, hay tanta gente que casi me hace perderlas de vista pero llegamos sanas y salvas a la mesa o eso creo hasta que choco con un hombro sin querer provocando que a la persona se le caiga la bebida – ¡Lo siento tanto!- grito por encima de la música, recojo el vaso a la vez que el chico dice mi nombre.
-¿Alaya? ¿Eres tú?- frunzo el ceño, lo único que lo ilumina son las luces del lugar y tampoco es que pueda detallarlo mucho.
-Si… ¿Y tú eres?- le pregunto mientras hago un repaso mental por mis recuerdos, pero nada. No sé quién es.
-Soy yo, Javier Avila- frunzo el ceño, pero un recuerdo fugas llega a mi mente y le sonrió.
Por supuesto que me acuerdo de él.
-Oh Javier, hola ¿Cómo te va?- le pregunto, pero en eso mis amigas gritan mi nombre, les hago señas con la mano para que se esperen y le pregunto al chico frente a mí -¿Te gustaría sentarte con nosotras?- mira sobre mi hombro a mis amigas
-También vine con unos amigos, déjame buscarlos y nos sentamos con ustedes- asiento con una sonrisa y doy media vuelta para ir a la mesa.
-¿con quién hablabas?- me pregunta Katherine curiosa, abre una botella de agua de la mesa.
Dejo mi bolso de mano en mis piernas –Es un chico que conocí en uno de los cumpleaños de mi prima Ally- me encojo de hombros- Creo que les hable de él, se llama Javier, me escriba antes pero nunca llegamos a nada- ellas asiente.
-Sí, creo que nos hablaste de él- concuerda, nos quedamos en la mesa escuchando la música del lugar, visualizo a Sasha la cumpleañera a los lejos tomándose fotos.
-Buenas noches- dice Javier llegando a la mesa, dejo de mirar a Sasha y me hago a un lado para que se siente.
-Javier, ellas son Hanna y Katherine, mis mejores amigas- él les estrecha la mano.
Katherine se sonroja cuando le vuelve a preguntar su nombre- Es un placer chicas, mis amigos son los vienen allá- dice señalando un punto en específico.
Donde tres chicos se vienen acercando, son delgados de nuestra altura y vienen riéndose entre ellos. Llegan a la mesa y Javier los presenta –Ellos son Andrés, Frey y Oliver- los chicos nos dan un beso en el cachete a cada una, se sientan en la mesa y nos preguntan de todo un poco o bueno solo Andrés ya que es él que más habla.
Sus primeras preguntas son las más comunes como cuantos años tenemos, donde estudiamos y que hacemos, él y Oliver son amigos de Javier mientras que Frey es su primo que vino de visita por unos días, Frey nos cuenta que es dos años mayor que nosotras y su pasatiempo favorito son los video juegos mientras que Andrés y Oliver juegan futbol y tienen nuestra misma edad.
Suena una música y me sorprendo cuando Hanna agarra de la mano a Frey y lo lleva a la pista -¿Bailas?- me pregunta Andrés, miro a Javier y le digo –Deberías sacar a Katherine- niega y dice que no sabe bailar, ruedo los ojos pero no me sorprende que diga eso pues muchos chicos de nuestra edad no saben realmente bailar, acepto la mano de Andrés.
Nos movemos en la pista al lado de Hanna y Frey y me sorprende ver lo bien bailarín que es Andrés.
-Ya vengo, tengo que pedirle el número a esa chica- dice Frey alejándose.
-Genial me dejaron sola- refunfuña Hanna.
-Baila con Andrés, voy a sacar a su amigo, se llama Oliver… ¿Cierto?- Andrés asiente confundido.
Los dejo a los dos juntos mientras me acerco a la mesa y descubro que Javier y Katherine hablan animadamente, miro a Oliver que está pegado al celular, me le acercó y le tiendo la mano.
-¿Bailas?- sus ojos color miel encuentran los míos pero no responde –Vamos, no me dejes con la mano extendida- rueda los ojos antes de levantarse de mala gana, empezamos a caminar a la pista, pero en eso se nos atraviesa Sasha la cumpleañera y aprovecho para felicitarla.
Oliver también hace lo mismo pero en un tono bastante coqueto le dice lo guapa que se ve, Sasha se sonroja –Tu tampoco estas nada mal Oliver- Los dos se toman una foto dejándome a un lado completamente ignorada, luego de unos minutos Oliver se despide con un beso muy cerca de la boca de Sasha para seguirme a la pista.
-Vaya tus ojos aquí por las luces se ven más azules de los que creí- dice a la vez que coloca ambas manos en mi cintura.
No puedo evitar preguntar con cierta molestia -¿Eres así siempre?- ladea la cabeza confundido.
-¿Cómo soy?
-Vi cómo le coqueteaste a Sasha- ruedo los ojos- Y déjame decirte que todo el mundo me dice eso, y si vas a coquetear que sea con algo más original- me da una vuelta- ¿Entonces siempre eres así?
Se encoje de hombros –Con las que me gusta- ruedo los ojos ante su tono tan honesto y relajado de decir las cosas.
-¿Te gusta Sasha?- intento sacar conversación.
La mira mientras el fotógrafo le toma fotos –Es linda- es lo único que dice –Le gustas a Andrés, creo que me va a matar más tarde- miro a su amigo bailando con Hanna y descubro que tiene razón nos está mirando y no de la mejor forma
-No es mi tipo- me encojo de hombros, restándole importancia. Apenas lo acabo de conocer ¿Cómo se supone que me guste o que yo le guste? La canción cambia a una bachata y lo suelto – Supongo que nos vamos a sentar, los hombres no saben bailar esto- Oliver vuelve frunce el ceño.
-¿Cuándo dije que me iba a sentar?- me vuelve agarrar por la cintura pegándome a él empieza moviéndose con los típicos pasos de la bachata de lado a lado.
-¿Es lo único que sabes?- le pregunto aburrida.
Alza una ceja -¿Segura que me puedes seguirme el paso?- pregunta inflando el pecho, ruedo los ojos.
-Practico baile desde los seis, por supuesto que sí- este se ríe y asiente, la pista se ha despejado como dije la mayoría de los hombres no saben bailar bachata y las mujeres no van a bailarla sola, pero definitivamente me trago mis palabras cuando Oliver empieza a moverse, abro los ojos sorprendida por los pasos que hace <<esto lo hago en mi academia>> pienso.