Capítulo 3: Arrogante.

Me giré con mi pulso acelerado. Zack tenía recogido su cabello negro en una media coleta e iba vestido casual. Sus ojos brillaban por debajo de las luces color rojo y azul. Mi subconsciente bailaba y pegaba grititos cono una niña de cuatro años. Es imposible que sea tan atractivo —pensé— ¡Nooooo! Más bien.... Arrogante.

—Si, yo soy Krysten —Respondí a su pregunta con cierta indiferencia.

—Como olvidar a la chica que no sabe tocar una puerta —Se le escapo una risita y su sonrisa era más que sarcástica.

Becca tenia expresión confusa.

—Si, deberías enseñarme. Al parecer usted es perfecto en ese aspecto Sr. Andersson —Dije firmemente.

Era difícil deducir que pensaba. Su rostro se encontraba inexpresivo. Tal vez pensaba su próxima jugada.

—Con gusto Krysten —Hizo una pausa—. Aún no se tu apellido por lo cual dejo las formalidades de lado. A lo que mencionaba anteriormente... Te enseño a tocar puertas con tal de que me presentes a tu amiga —Miro a Becca y le dedicó una sonrisa.

Sentí una punzada en el pecho. Estaba segura de que no eran celos, sin embargo había algo que no me parecía y eso era que Becca estuviera con alguien tan mimado como este tipo.

—No es necesario que yo los presente —Puse los ojos en blanco—. Ya están aquí los dos así que pff hablen hasta el amanecer.

Los dos se miraron y se dedicaron sonrisas tontas.

Becca lo saludo sensualmente con un beso en la mejilla. Sus poderes de seducción eran realmente avanzados y sabía como manipular a un hombre. Reían como tontos mientras yo estaba ahí abandonada, viéndolos tontear. Me gire nuevamente hacia la barra y observé que el chico que anteriormente nos había atendido tenía una expresión afligida, y estaba encogido de hombros.

—¿Te pasa algo? —Pregunté involuntariamente.

El chico me observo por un momento y abrió sus boca para hablar.

—No sabía que tú amiga tenía novio ja, ja —Soltó una risa floja—. Pensaba invitarle una bebida.

—No es su novio —Dije mirándolos—. Ojalá y no se meta con ese tipo. Es bastante... Arrogante —Volví a decir aquella palabra.

Pero si hubiese una palabra que describiera a Zack Andersson sería «Arrogante».

—¿Me haces un favor? —Preguntó el chico rubio de la barra.

—¿De qué se trata?

—Me gusta mucho tú amiga —Sus mejillas estaban rojo escarlata—. Podrías.... Alejar a ese tipo de ella ahí es donde intervengo yo.

Trate de analizar lo que decía, como se supone que yo aleje a Zack de Becca si los dos se ven interesados.

Mire por el rabillo del ojo a Becca, observé que se acercaba.

—Zack es muy seductor —Dijo.

—Ajá claro...

—¿Qué te pasa? Tienes que conocerlo es excelente.

—Bien, bien tal vez hoy y mañana sea el último día que me lo cruce y agradezco por ello.

—Eres una aguafiestas ja, ja —Me dio un golpecito en el hombro—. Voy por otra bebida.

El chico rubio le volvió a sonreír y me dedico una mirada. Bien, era hora de sacar a Zack de ahí. Camine hasta él intentando no tropezar debido a los zapatos y me puse frente a él.

—Acompañeme —Tome su mano sin pensarlo y lo arrastre hasta la puerta trasera de la discoteca.

Al salir un aire gélido golpeo mis mejillas con suavidad y se me erizo la piel. Solté a Zack y me gire para mirar su expresión: Desconcertada.

—¿Se puede saber porque me trajiste aquí?

—Tenía que cumplir un favor.

—Ah si, ¿A quién? —Preguntó disgustado.

—No creo que eso sea de su incumbencia —Espeté.

Puso los ojos en blanco y soltó una breve carcajada.

—Tampoco es como que me importe lo que haces por los demás... Ángel. —El sarcasmo se notaba en sus palabras.

—Me alegro por ello —Sonreí irónicamente.

El silencio reino durante unos segundos. Zack mordisqueó su labio inferior y me estremecí ¿Acaso trataba de seducirme? Su mirada estaba clavada en mi. Yo tenía que levantar un poco la cabeza ya que aunque tuvieras mis zapatillas de plataforma, Zack aún me sacaba aproximadamente quince centímetros.