Filosofia De Amor

CAPITULO 2 . UN INSÓLITO BANDIDO

CASSIE KELLER

El aroma terroso y fuerte del café golpeo mi nariz al empujar la puerta de cristal de la cafetería, el lugar se encontraba a medio llenar con el mostrador impoluto cubierto por algunos clientes.

Me desprendí de mi abrigo antes de tomar asiento en una de las mesas cercanas a los ventanales, deslice mis manos para tomar el dispensador de azúcar en una manera de entretenerme, sin poder evitar mirar con celos a los desconocidos que pululaban a mi alrededor y que mataban el tiempo con sus móviles, quizás en una app de juegos, en Messenger o leyendo algún libro virtual.

Mi estomago se encrespó de nervios, al recordar la razón que me trajo hoy al centro de la ciudad. Dos días atrás mi móvil desapareció , me sentía por completo una inútil sin el, todos los datos importantes se archivaban en la memoria interna del dispositivo , me tomaría años! Años! tal vez la vida .. y si algunos creen que exagero... recuperar toda la información.

En un impulso de ira, en la noche de mi llegada a casa , use el teléfono fijo para llamar al mío, esperaba que el idiota que lo tomo no fuera fanático de esos programas de desamblaje masivo a dispositivos electrónicos, mi corazón latió al unísono de cada pitido y se salto un latido cuando una voz ronca y desconocida, aunque endemoniadamente sexy contesto el  aparato como si del suyo se tratara.

-Diga?

-Q-QUIEN DEMONIOS ERES?? Y POR QUE TIENES MI MALDITO TELEFONO?-gruñí

Siendo sincera, cuando practique esta escena en mi cabeza no pretendía soltar mi bocaza al mejor estilo de Madison Keller. Sin embargo, el interlocutor no se inmuto, todo lo contrario respondió pausadamente y destilando confianza como si hablara con un viejo conocido

-Ah! Esperaba su llamada, pero ahora no puedo atenderte , comunícate por la mañana. -anuncio

Quede atónita cuando la llamada finalizo.

¿El idiota me colgó?

Pues claro, que el idiota me colgó.

Ira burbujeo en mi pecho y termino plasmada en los cojines favoritos de mi madre .

Indudablemente, no era la circunstancia correcta para comer mantequilla de maní y galletas.

Para resumir termine siguiendo las ordenes del insufrible "ladrón de teléfonos" que tenia mi vida digital en sus asquerosas, sucias y mugrientas manos.

Llamé al día siguiente solo para que me arrojara 6 palabras

9:00 AM

STARBUCKS, AVENIDA PRINCIPAL, SWEATER ROJO

Y como ya saben, aquí estaba, en la popular cafetería a las 8:55 am y luciendo un horroroso sweater rojo que había desterrado al fondo de mi closet desde la era de la secundaria. Cabe decir que el rojo no es mi color y eso se lo debía a la rojiza cabellera herencia de la abuela Louise, pero hasta ahí se acaban las comparaciones, mientras mi querida abuela era de figura curvada y orbes azules como mi madre y Maddie, yo en cambio obtuve la figura escuálida y los ojos miel del lado paterno.

Aburrida, ahogue un bostezo y me dispuse a observar la lenta transición de los coches, conté los azules, blancos y negros.

-Disculpe,¿ va a ordenar algo?

-Oh- mire a la joven empleada sonreírme, encogiéndome de hombros señale- espero a alguien, pero pediré un latte para llevar luego.

La joven asintió y desapareció centrándose en las mesas que esperaban el servicio.

Mi atención fue atraída por el tintineo de la campana sobre la puerta, a tiempo para presenciar a un hombre con sweater rojo aparecer.

¡¡OH MI DIOS!!

No pude evitar que mi mandíbula cayera abierta , pues no todos los días se te presentaba la oportunidad perfecta de ver semejante escultura . El desconocido me miro y una sonrisa ladeada surco su boca, fue una eternidad cada paso que dio hasta que estuvo frente a mi.

¡Mi celular era un maldito afortunado!

Me puse en pie, sacudiéndome las babas imaginarias y sonreí como boba.

Hasta que menciono mi nombre.

-¡Cassidy eres tu! Que maravilloso verte.

¿Cassidy?

¿Cassidy?

Solo existía alguien además de mi madre cuando estaba furiosa que me llamaba así.

Fruncí las cejas cuando el desconocido apuesto me palmeo la cabeza, como una hermana pequeña.

-¿Te has quedado mudada? recuerdo que eres bastante elocuente, aunque no tanto como tu hermana-sonrió- soy Rob, tu casi cuñado para siempre- la sonrisa en su rostro de ser posible se volvió mas grande.

A la mierda.

¡Rob!¡ En serio! El Robert que conocí hace dos años y que dentro de 5 días seria¿ el marido de mi hermana?

Y este Rob ¡¡tenia mi móvil!!

Disimulando mis estúpidas acciones pasadas me obligue a reír también.

-¡Hola! pero ¡cuanto tiempo Rob!- dije en el mismo tono de emoción que el- ¡whoa! de verdad eres tu, no nos habíamos visto en cuanto,¿ dos años? como pasa el tiempo.

-Tienes razón, ya estaba empezando a preocuparme por no tenerte para la boda-rio- a tu madre le daría un infarto, y eso que no eres la novia-bromeo

-Ni me lo digas-seguí su juego- gracias a Dios que no lo soy- murmure

Un silencio incomodo colgó por unos segundos entre nosotros.

Mire a los lados a espera de que trajera a colación el tema de los teléfonos pero curiosamente eso no paso. Como teniendo suficiente de hablar con tu casi cuñis, Rob sonrió.

-Fue genial verte Cassidy, he venido por dosis de cafeína ya sabes no se puede trabajar sin una buena recarga de vez en cuando. -dijo

-¡Oh! claro, yo.. que tengas buen día-musite

Rob se apoyo en el mostrador para ordenar y yo volví a mi mesa, eche una ojeada a mi casi cuñis, tenia unos buenos 1.82, un pecho amplio ,una sonrisa que competía con el termino "destellante" y un rostro que muy bien podía formar parte de los modelos de Calvin.

 " Analíticamente" no estaba ¡nada mal!

 Bendita fuera la suerte de Maddie. Pensé cuando Rob iba de salida.

Rodee los orbes e inclinándome apoye el mentón sobre mi muñeca izquierda, devuelto mi interés a los autos.



#19036 en Novela romántica
#12072 en Otros
#1841 en Humor

En el texto hay: romance, romace y comedia

Editado: 06.10.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.