MILES SAMMERS
Cassidy Keller era todo lo contrario a su hermana Maddison, mientras la segunda era la perfecta Reina Blanca, esta chica era el torpe Señor Tumnus de las Crónicas de Narnia
Lo que la hacia perfecta para ayudarme a ejecutar mi plan.
La mitad de mi existencia no había sido fácil o amena, tuve que luchar con uñas y dientes por lo que era mío y podía decirse que me las apañe bien hasta conocer a Maddison Keller.
La guapa del instituto, la chica popular y candente que solo salía con deportistas y niños ricos, siempre creí soñar el instante que se fijo en mí.
Después de los años oscuros de mi adolescencia me fortalecí, me hice solido, como una roca y frio como un iceberg.
La razón de mi regreso a Portland fueron negocios pero una vez que escuche de parte de mi madre que la Mayor de los Keller se casaba con un papanatas de la Ivy league, mis neuronas empezaron a zumbar y mi mente a maquinar como un buen instrumento afinado y aceitado me dio el plan perfecto.
Y como una paradoja, una señal inequívoca de que debía actuar tuve entre mis manos el celular de Cassie Keller, su hermana menor.
Volviendo a la pelirroja frente a mi, podía aseverar que era una Keller, aunque una bastante alejada del molde de las féminas del lado materno familiar. Parecía un duendecillo remilgado, con ojos miel y tez sonrosada, junto con el sweater deslucido imitaba bastante bien un panecillo de fresas silvestres.
Era sencillo adivinar por su complejo de mover las manos y hablar nerviosamente, que desde su niñez fue comparada con su hermana en todos los ámbitos de la vida.
Una oleada de lastima y compresión me inundaron.
Sabia bien que era estar en ese lugar.
Ahora que comprobadas mis especulaciones, era hora de atacar.
El *Meg de Wall Street estaba listo para atacar.
-Seré sincero contigo- anuncie
Ella levanto el rostro sorprendida por mi palabras.
-Quiero ir a la boda de tu hermana
-¿Disculpe?
- Me ha oído, no me gusta repetirme.
-Si lo he oído, pero ¿por que? -pregunto- ¿por que demonios quiere ir a ese funesto evento?
-Siempre creí que las hermanas eran las primeras revolucionadas con la idea de un matrimonio. -ataque
-Pues yo no-dijo sincera- ese matrimonio me ha traído mas quebraderos de cabezas de los que puede imaginar
-¿Me lleva a entender que no esta en buenos términos con su hermana o su familia?
-¿Que? ¡ oh no! me llevo bien con ellos es solo que...- callo
Vamos. Pensé
Cae en la trampa, la he preparado solo para ti Cassidy Keller.
-Olvide lo que dije...-murmuro cabizbaja
- ¿Odia a su hermana Cassidy?
Su cálida miel se encuentra con mi tormentoso azul
-¡Por supuesto que no!
-Bien.
Finjo interesarme en el reloj en mi mano izquierda.
Su mente necesitaba uno minutos para captar la situación
-No ha respondido a mi pregunta.- hablo
- A cual exactamente- enarque mi ceja
-¿Por que quiere ir a la boda de mi hermana?
Muy bien, era momento de soltarlo todo o al menos una buena parte.
- Tu hermana y yo tuvimos un breve interludio cuando éramos adolescentes
Su ceño se frunció dramáticamente y refunfuño.
-Si me lo imaginaba. ¿Y ahora que?- inquirió- ¿quiere arruinar su boda exponiendo los trapos sucios al sol?
-Se equivoca- mentí - Eh estado mucho tiempo fuera de Oregón, y a pesar del pasado Maddie y yo quedamos en excelentes términos, cuando me entere de la noticia de su boda me alegre por ella.
-Y entonces...- resoplo impaciente
-Me gustaría darle mis felicitaciones personalmente pero no fui invitado a la boda
- Y quiere que yo lo invite- de su diminuto pecho broto un resoplido
-Puedo pagarle- sugerí
-Esa boda no es un concierto, además ¿no le parece tonto ofrecerme dinero para entrar ?
- El dinero abre muchas puertas
-Pero no las mías.
Suspire
¡La estaba perdiendo!
¡¡MALDICION!!
Hora de usar el alfil en vez de la torre
- Cassidy me parece que eres una chica inteligente, y tranquila, te conformas con poco.
-¿ Y eso que tiene que ver?
-¿Tienes pareja para ir a la boda?- pregunte
Su silencio y la mueca en su rostro fue toda la respuesta que necesite.