Filosofia De Amor

CAPITULO 14. EL CLUB

CASSIE KELLER

No podía ver casi nada en el callejón, solo la silueta de Martha frente a mi, por el movimiento de sus manos me percate que ya se abrochaba mis jeans, yo por otra parte no lograba acomodar la manga del vestido, confundiendo las diversas aberturas de la tela.

¡Si existía una competencia de los momentos más insólitos del mundo, yo la ganaría!

¿Que otra persona intercambiaría su ropa con su ex-gay para salvar a su actual falso novio de una botella de licor?

Las lentejuelas por fin rozaron mi trasero cubriendo a penas una cuarta parte de el.

-¿Lista?- pregunto

¡NO!, grite internamente, no lo estaba.

-Eso creo- murmure

Volvimos a la luz, parpadee varias veces hasta ajustar mi vista a las farolas, era impresionante saber que Martha y yo éramos de la misma talla; quizás maldición o bendición!

-¡Oh Mi Di-os te ve espectacular!-aclamo

-Si tú lo dices.

El vestido era dorado, apretado, y muy muy destellante gracias a las miles de lentejuelas, era sujetado a mi hombros por dos sencillas bandas doradas y la abertura del pecho bajaba casi a mi estomago. Ahora que lo veía mejor no lograba entender como me complique tanto al ponérmelo.

-Por supuesto querida, después de todo usas una de las creaciones de muak- se señalo así mismo.- ahora solo falta, saco un poco de labial y unto mis labios de color rojo- Perfect.

Vi mi reflejo el las ventanas de la mini van a falta de espejo.

¡ESA SOY YO! grite mentalmente

PAREZCO UNA PROSTITUTA

Me negué a avergonzarme, no necesitaba ser un tomate ahora mismo, pero las piernas las sentía gelatina como iba a avanzar en estos "edificios" de 15 centímetros que hacían la función de cubrir mis pies.

-Ahora-dijo Martha- ve y conquista a Raúl y no tardes, las cosas se ponen interesantes a las 2 necesitare el vestido y los zapatos de vuelta.

Asentí

Trate de avanzar como vi a las otras mujeres hacerlo, contoneando las caderas a la vez que mantenía el equilibrio para no caer.

Una tarea realmente engorrosa.

Esta vez Raúl, me dio una sonrisa.

-Parece que lo entendiste-dijo burlón haciéndose a un lado

Imbécil. Pensé

Me introduje en el antro recubierto de madera y cristal, la pista estaba abarrotada y la barra a máxima capacidad, tenía que encontrar a Miles antes de que mi tiempo como la cenicienta prostituta terminara.

Avance con cautela, mirando a todos lados, moví mi cabeza al ritmo disfrutando un poco de la música, este tipo de club no era de mis lugares favoritos para pasar un buen rato, pero fui a unos cuantos con mis amigas de la universidad, podían volverse las cosas muy locas después de la medianoche.

Metí el ojo en los reservados, en las áreas VIP y en todas las esquinas, Miles no estaba por ningún lado, tarde pensé en marcarle pero deje el móvil en el auto.

Me volví de nuevo a la barra, tenia que pensar, no creía que Miles fuera de los que bailaban, así que buscarlo en la pista era una pérdida de tiempo, la barra parecía el lugar más lógico para encontrarlo pero tampoco estaba ahí.

Y entonces mire del lado izquierdo una abertura que daba acceso a los baños.

¿¿Podría ser??

La idea de poner un pie en el baño de hombres me daba escalofríos.

Decidida me aventure por el pasillo y no camine mucho cuando encontré a mi falso novio arrinconado al final con una chica cómodamente sobre el.

Mi corazón se estallo con fuerza, y sentí agrietarse algunas de sus paredes, la sangre se agolpo en mi cabeza produciendo imágenes y pensamientos que me torturaron.

Sacudí la cabeza, sintiendo mis orbes arder.

¡Era una estúpida!

¿Por que diablos quería llorar?

¡El podía tener todas las mujeres que quisiera y no tendría que importarme lo mas mínimo!

La chica se dio cuenta de mi presencia y se levantó, era hermosa, alta, con curvas y casualmente pelirroja.

-¿Eres Cassie?- pregunto

Asentí, sintiéndome insegura hacia esta belleza cruce mis brazos sobre mis diminutos pechos.

- Gracias a Dios, tu novio esta bastante mal deberías sacarlo de aquí. - dijo

 ¿Estaba oyendo bien?

Apuntaría una cita con el otorrino cuando volviera a Vancouver.

- ¿Como sabes mi nombre?- pregunte sobre la música

- El no ha dejado de preguntar por ti, y oye chica no todos los días te encuentras a un hombre tan atractivo como este enamorado.

¿Enamorado?

- Te agradezco que le ayudaras- dije, me parecía que había mal interpretado la situación.



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En el texto hay: romance, romace y comedia

Editado: 06.10.2021

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